Joseph Oughourlian: “Sin una prensa fuerte, tenemos un problema de democracia”
El presidente de PRISA destaca desde Cartagena de Indias el acento latinoamericano del grupo en el marco del primer Consejo Latinoamericano de Prisa Media y el Festival del Pensamiento Iberoamericano
El presidente de PRISA, Joseph Oughourlian, ha destacado la robusta presencia de la compañía en América Latina, una región que enfrenta enormes desafíos después de haber superado el momento más crítico de la pandemia. “El Grupo Prisa, aparte de tener su sede en España, en realidad es un grupo latinoamericano”, ha destacado Oughourlian este martes durante la instalación del primer ...
El presidente de PRISA, Joseph Oughourlian, ha destacado la robusta presencia de la compañía en América Latina, una región que enfrenta enormes desafíos después de haber superado el momento más crítico de la pandemia. “El Grupo Prisa, aparte de tener su sede en España, en realidad es un grupo latinoamericano”, ha destacado Oughourlian este martes durante la instalación del primer Festival del Pensamiento Iberoamericano que ha tenido lugar en la ciudad amurallada de Cartagena de Indias, en el Caribe colombiano. Más del 70% de los ingresos del grupo corresponden a Latinoamérica, ha recordado, principalmente en los campos de la educación y los medios (como EL PAÍS América, Caracol Radio y La W) que ofrecen información de calidad.
“Sin una prensa fuerte, tenemos un problema de democracia”, ha reflexionado el presidente del Consejo de Administración de PRISA al destacar la pertinencia de la independencia y la libertad de prensa en la región. Con el propósito de fomentar espacios de pensamiento y debate, Prisa Media puso en marcha este lunes su Consejo Latinoamericano (CLA), con diversos líderes y personalidades de la región como Mónica González Mujica, Jean François Fogel, Michael Shifter, Alicia Bárcena, Miguel Barroso, Ana María Salazar o María Fernanda Espinosa. “La verdad es que salimos con unas ideas bastantes claras de cuáles son los grandes retos, los grandes desafíos en los próximos años. Este grupo se tiene que dedicar a una cantidad de temas que atraviesan todo el continente”, dijo Oughourlian. Las conversaciones de la víspera abarcaron la desigualdad, tanto de género como social, la violencia o la libertad de prensa.
La jornada comenzó con una charla entre la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, el periodista colombiano Alberto Casas y el candidato presidencial Gustavo Petro. El otro aspirante en la segunda vuelta del 19 de junio, Rodolfo Hernández, desistió de asistir al encuentro. El Festival contempló una nutrida agenda, con paneles sobre los asuntos políticos, democráticos, sociales y económicos que enfrenta la región.
“América Latina es un continente que está hoy más fragmentado que nunca, más emproblemado que nunca. Un continente sin brújula después de la pandemia”, ha advertido en su turno Fernando Carrillo, director adjunto para el continente de Prisa Media. Las primeras víctimas de la crisis han sido la igualdad, la mujer y la gobernabilidad. El esperado regreso a la normalidad está en entredicho en gran medida por la falta de definición de un norte, ha subrayado Carrillo, “que es precisamente lo que nuestro consejo latinoamericano ha querido hacer en estos días”.
Carrillo ha reivindicado que “si hay un grupo que ha defendido la libertad de prensa en la región es precisamente el Grupo Prisa”, ahora reforzado por la apuesta de EL PAÍS América con una nueva redacción en Bogotá. “Los medios de comunicación en Colombia tienen un enorme trabajo por hacer”, coincidió el embajador de España en el país, Joaquín De Arístegui, quien pidió recuperar la vigencia de la idea de comunidad iberoamericana. “España va a seguir con Colombia, y apostaremos por más justicia, más seguridad, más paz”, señaló.
“Ante la dificultad, ante la crisis, ante la duda, tenemos que hacer buen periodismo”, apuntó Felipe Cabrales Urdaneta, gerente general de Caracol Radio. “Nuestro trabajo es hablarle al país y poner a hablar al país. Nosotros vivimos de la palabra”, añadió en referencia a Colombia. También destacó que las páginas web y las redes sociales de las emisoras, As y EL PAÍS generan 44 millones de conexiones al mes. “Vivimos de generar espacios de conversación, y por eso celebramos este Festival del Pensamiento”.
Durante la jornada se pueden seguir en directo las diferentes mesas. En la mañana se debatió sobre los desafíos políticos y democráticos de América Latina, con la presencia de María Fernanda Espinosa, excanciller de Ecuador, diplomática y expresidenta de la Asamblea de la ONU y con Michael Shifter, expresidente del Diálogo Interamericano. Espinosa ha hablado de la importancia de que los políticos entiendan los cambios que el mundo vive para superar la crisis de legitimidad que viven las instituciones en la región. “La política ya no se hace solamente en un parlamento, también se hace en las calles, en la protesta social. La hacen las mujeres, los jóvenes, los pueblos indígenas. Esa diversidad tiene que ser parte del nuevo diseño democrático”. La excanciller de Ecuador ha reflexionado también sobre la presencia de la mujer en cargos de liderazgo, clave para el desarrollo de la región. “Este es el siglo de las mujeres”, valoró.
Ana María Salazar, catedrática y exsubsecretaria de Defensa de EE UU, ha puesto el foco en la justicia para afrontar la crisis de la democracia en América Latina. “Se debe buscar una justicia independiente”, ha reiterado la experta, que ha señalado que los organismos de control y justicia en la región deben estar “dispuestos a procesar a los grandes corruptos”. Shifter se ha referido a la polarización y se ha mostrado poco optimista sobre el futuro inmediato. “La polarización no es nueva, el populismo tampoco. Pero sí ha vuelto con fuerza porque hay oferta. Los gobiernos de derecha y los de izquierda no han podido resolver los problemas de la ciudadanía. La gente busca otra opción”.
El descontento social en América Latina se trasladó en los últimos años a la calle. La ciudadanía, hastiada de promesas incumplidas y de la enorme desigualdad, ha mostrado su descontento con la política tradicional. Para Shifter, se trata de una “frustración”. “Hubo una fiesta en América Latina en la primera década de este siglo. Esa fiesta se acabó en 2013 y desde ese momento las economías han estado estancadas, la bonanza se acabó, las sociedades están frustradas. No hay recursos para atender las demandas de las clases medias”.
La pandemia golpeó de peor forma a América Latina y puso contra las cuerdas a su economía. La inflación que golpea a varios países de la región y las enormes brechas entre las diferentes capas de la sociedad son los principales problemas a combatir, según los expertos citados en esta mesa. Para Alicia Bárcena, exsecretaria ejecutiva de la CEPAL, la prioridad debe ser la lucha contra la desigualdad. “Es grosero que el 10% de los individuos concentren el 60% de la riqueza”. Bárcena cuestiona la “cultura del privilegio”, que ha naturalizado las desigualdades en el continente. “Hay que cambiar la mirada, pensar en qué tipo de país se quiere, buscar la inclusión social. Los gobiernos y las empresas deben ponerse de acuerdo”.
En el mismo sentido se ha referido Carlos Gabas, exministro de Desarrollo Social de Brasil. Gabas considera que los problemas que afronta la región no son exclusivos de esta parte del mundo y cree que las circunstancias que abren cada vez más las grietas entre los ciudadanos son los mismos que se viven en otras latitudes. “La concentración de las rentas es el gran problema y no solo en América Latina”, ha dicho el exfuncionario del Gobierno de Lula.
Para el año 2050 se triplicará el número de ciudadanos mayores, así que 120 millones de personas exigirán mayor acceso a la salud, mayor seguridad económica, “y también plantearán oportunidades en la llamada economía plateada”, dijo Gina Magnolia Riaño, secretaria general de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (OISS) y exministra de Trabajo de Colombia. “El mundo se dio cuenta que cuidar es un trabajo”, la complementó María Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para América Latina, en el segmento sobre asuntos sociales. “Si nosotros sumamos todo ese trabajo de todas las mujeres colombianas, representa un 15% del Producto Interno Bruto”, explicó. En la matriz de problemas de América Latina, la desigualdad se encuentra “por encima de todos” los demás, señaló Miguel Barroso, exsecretario de Estado de Comunicación de España, exdirector general de Casa de América en Madrid y consejero del Grupo PRISA.
El director de EL PAÍS América, Jan Martínez Ahrens, ha conversado en el cierre de la jornada sobre el futuro de la libertad de prensa en la región con el periodista francés Jean François Fogel, la chilena Mónica González Mujica y los colombianos Alfonso Ospina, director de noticias de Caracol, y Paola Herrera, de la W Radio. En México siguen matando periodistas; en Nicaragua hay una represión brutal contra la prensa; en El Salvador al acoso contra la prensa es cada vez mayor mientras en Colombia el último informe de la Fundación para la Libertad de Prensa habla de casi un centenar de periodistas amenazados, recordó Martínez Ahrens al dibujar el preocupante horizonte. En ese contexto, ¿los medios han salido debilitados o fortalecidos de la pandemia?
Las respuestas ofrecieron una amplia variedad de miradas. “Después de la pandemia nos logramos conectar un poco más con lo que la gente está esperando de nosotros”, señaló Paola Herrera. “Sí hubo una transformación para bien en Colombia”, añadió. “Bueno, yo creo que no hemos salido”, matizó Mónica González. “Estamos en medio de una multicrisis”, económica, política y sanitaria, planteó. La salida aún no es tan clara, agregó al apuntar a la necesidad de que el periodismo sea autocrítico. “La principal crisis es de desconfianza”, afirmó. En el balance de Jean François Fogel, la pandemia, en un sentido global, “mejoró el nivel técnico de las redacciones hasta cambiar los procesos para poner las redacciones al día”. Los medios están muchos más débiles que antes, valoró por su parte Alfonso Ospina. “Con la pandemia a los medios nos sacaron de la calle” y “nos alejaron también de las fuentes”, se lamentó. “Tenemos equipos muy disminuidos para atender problemas que nos desbordan”, concedió.