Julio Iglesias amontona en sus mansiones caribeñas discos de oro, y en sus cuentas bancarias, millones. Es, en teoría, lo que se conoce como un triunfador. Pero no parece ser feliz, al menos no del todo. A punto de cumplir 65 años y de iniciar una gira de 120 conciertos que le llevará a recorrer América, Asia y Europa, parece que su principal preocupación es no sentirse querido en España.
Pérez Hilton, el bloguero que con su web pasó de ser una pequeña estrella del cotilleo online a convertirse en la voz más odiada y a la vez admirada de ese mundillo, acaba de encontrar un nuevo altavoz: la radio.
"¡No puedo plantarme ante la puerta de palacio y pedir su ADN!". Es una de las ventajas de la inviolabilidad de ser rey. Lo sabe por experiencia propia Delphine Boël, hija natural y semi-secreta del rey Alberto de Bélgica, hoy pintora y escultora de piezas en papel maché y ahora autora de un libro en el que cuenta su historia.