Las dificultades de ser madre a los 35 años La edad es en sí misma un factor de riesgo en el embarazo, al margen de la historia reproductiva
Desde hace años ya no es nada extraordinario que las mujeres esperen a ser madres por primera vez después de cumplir los 35 años. Posponer la maternidad, sin embargo, comporta riesgos, ya que con la edad crecen las posibilidades de tener hijos con patologías congénitas y disminuyen las posibilidades de que los intentos de embarazo se salden con éxito. Un estudio realizado en Dinamarca ha revelado que, además de estos inconvenientes ya conocidos, la edad de la madre constituye por sí sola un significativo factor de riesgo de pérdida fetal, independientemente de que la mujer haya tenido o no hijos anteriormente y de que hayan existido embarazos fracasados. La maternidad tardía tiene también ventajas sociales que conviene sopesar y que pueden compensar estos riesgos.