Samsung lucha por mantener su lugar de privilegio en el MWC. La firma coreana, que había hecho de la cita en Barcelona su gran evento anual, ha buscado la forma de acaparar protagonismo sin lanzar móvil, pero con dos líneas de producto interesantes.
Después del escándalo de las baterías explosivas del Note 7, Samsung se renueva con dos tabletas pensadas para dar un alto rendimiento y un gran paso al frente en realidad virtual. El esperado sucesor del Galaxy S7, cuyo lanzamiento natural habría sido en este evento en Barcerlona, verá la luz el próximo 29 de marzo.
Muy a pesar de Samsung, el Note fue protagonista de la noche cuando los ecologistas de Greenpeace interrumpieron el espectáculo para reivindicar que se reciclen los componentes del móvil fallido. Algo que, por otra parte, ya está en los planes de Samsung, que contempla hacer algunos cambios hasta que sea seguro y darle salida en mercados emergentes.
El año pasado contaron con un invitado de lujo en su presentación, el personaje más esperado y la gran ausencia de esta edición, Mark Zuckerberg. El fundador de Facebook atravesó la sala de manera inadvertida mientras los asistentes se recreaban en la realidad virtual. Samsung ha potenciado este formato con una edición de sus gafas VR, nacidas de su colaboración con Oculus, la empresa propiedad de la red social. Siguiendo la estela de Google con Daydream, han reforzado el punto más flaco, el posicionamiento, con un mando a distancia. De este modo se consigue ganar en credibilidad. Gracias al mando, el usuario evita el potencial mareo, se siente siempre con el control de la primera persona y crea una interacción mucho más creíble que en las versiones anteriores, donde era necesario tocar de manera frecuente el lateral del casco.
En esta misma línea, el panel táctil se ha hecho más sensible, con posibilidad de arrastrar y soltar. Este mando recuerda al de la popular Wii de Nintendo, por la correa, pero también por la mecánica de uso.
El nuevo casco será compatible con los modelos de móvil Galaxy S6, abarcando toda la gama, y el resto de modelos Galaxy S lanzados desde entonces. En este punto sí consiguen batir a Google, cuya propuesta apenas tiene móviles en el mercado y, en consecuencia, la ausencia de contenido es notable. Facebook no ha tenido reparos en subvencionar a estudios de videojuegos o películas para que el aburrimiento no llegue a su plataforma.
Samsung ha sido, tradicionalmente, el gran impulsor de Android. A falta de móvil para enseñar, Galaxy Tab S3 tiene lo mejor del sistema operativo de Google, ligereza y un gran catálogo de aplicaciones, con el diseño y apuesta por el entretenimiento habitual en la marca. Se ha cuidado el sonido con un acuerdo con AKG, la pantalla llega a 9,7 pulgadas pero solo 434 gramos y carga rápida. El aspecto creativo se potencia con su lápiz S Pen. El fabricante quiere se use tanto para ocio, con especial acento en los videojuegos como para trabajo. Como curiosidad, han sellado una alianza con Staedtler, los fabricantes de lápices, para hacer su puntero todavía más preciso.
Galaxy Book, una nueva línea, se centra en los profesionales. Se trata de un híbrido entre tableta y ordenador (un convertible). Saldrá con dos modelos de 10,6 y 12 pulgadas, pero en ambos casos con Windows 10 y procesadores de Intel, una manera de no renunciar a la productividad de Microsoft, pero con un diseño más desenfadado y ligero. Llevan teclado integrado, de gran ergonomía, a pesar de quedarse en un peso que no pasa de 650 y 760 gramos según el tamaño. Menor que un portátil y con una autonomía estimada de más de 10 horas. Tanto el Tab S3 como los Galaxy Book ofrecen conexión wifi compatible con redes de alta velocidad como 4G con contrato con operador. La cámara trasera llega a 12 megapíxeles y la frontal se queda en cinco. Algo más de la media habitual en tabletas y que sirve para poder guardar el momento sin necesidad de tener que usar otro aparato o hacer videoconferencia de calidad. El selfi sigue siendo territorio móvil. Estas tabletas están llamadas a competir con el el Surface de Microsoft y el iPad Pro de Apple.
Llama la atención que, en todos los casos, el cargador será el USB-C, cada vez más convertido en el estándar de la industria.
Como suele ser la norma no escrita en este tipo de eventos, no se dieron fechas concretas de llegada al mercado, aunque se espera que sea en primavera, ni precio, que dependerá en muchos casos de la oscilación de moneda y promociones con operadoras.