Richard Holbrooke, el arte para negociar con el mal en diplomacia
RAMÓN LOBO
Ser Richard Holbrooke debió de ser un trabajo difícil. Sentarse a negociar delante de él, una tortura. La sufrieron algunos de los personajes más siniestros de la reciente historia de los Balcanes, como los difuntos Slobodan Milosevic (Serbia) y Franjo Tudjman (Croacia), impulsores de la guerra, el odio, la limpieza étnica y sorprendentes arquitectos de la paz arrancada en los Acuerdos de Dayton.