Mundo cayuco
Con la proyección de Ghosts, de Nick Broomfield, comenzó ayer la 54ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, pocos días después de que finalizara el certamen de Venecia y pocos días antes de que comience el nuevo festival internacional de Roma, un orden cronológico que no conviene despreciar pues la proximidad de dos concursos cinematográficos con mayores presupuestos que el donostiarra sólo puede perjudicarle.