La pelea en el centro del cierre de Gobierno: la Ley de salud ACA y el enorme aumento de primas para millones de estadounidenses
Se prevé un incremento promedio de un 18% en lo que los asegurados deberán pagar mensualmente, pero en algunos casos se podría duplicar o triplicar
El desencuentro sobre la eliminación de subsidios para los seguros médicos es una de las causas principales del cierre del Gobierno. A pocos días de que se abra el plazo de inscripción para los planes de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés), millones de estadounidenses se preparan para un fuerte aumento en las primas de cara a 2026. Los demócratas se han negado a aprobar un proyecto de ley de financiación temporal que no incluya una prórroga de los subsidios del ACA promulgados en 2021 durante la pandemia de covid y eliminados por la megaley fiscal de Donald Trump este verano; mientras que los republicanos los acusan de mantener al gobierno como rehén por la ayuda temporal.
En 2021, la Administración del demócrata Joe Biden promulgó créditos fiscales mejorados para las primas de los seguros médicos, para mitigar las consecuencias económicas de la pandemia de covid. Están programados a expirar a finales de este año, lo que supondrá el mayor aumento interanual de las primas en los 12 años de historia de los mercados del ACA.
Aumento de primas
Según las estimaciones del grupo de investigación sobre políticas sanitarias KFF, se prevé que las primas aumenten aproximadamente un 18% en promedio en 2026. Sin la ayuda federal adicional, el afiliado medio podría pagar alrededor de 1.900 dólares anuales en primas, frente a los menos de 900 dólares de este año.
Estas cifras han despertado la alarma entre las familias que ya se ven afectadas por el aumento del costo de la vida. En Georgia, donde casi el 96% de los 1,5 millones de personas en el mercado del ACA reciben subsidios, se prevé que las primas mensuales se dupliquen o incluso se tripliquen para algunos hogares. Algunos defensores de los consumidores afirman que los residentes se están apresurando a programar procedimientos médicos antes de que termine el año, por temor a perder la cobertura o no poder pagar la atención médica a partir de enero.
Sin los créditos fiscales y en medio de una crisis del costo de la vida, la prima mensual de muchos estadounidenses alcanza una cifra imposible de pagar con sus ingresos fijos. Hay reportes que señalan que algunos han decidido renunciar por completo a su cobertura, tomando el riesgo de quedar en bancarrota en caso de algún accidente o situación médica imprevista. Más concretamente, la Oficina Presupuestaria del Congreso prevé que hasta cuatro millones de personas podrían quedarse sin seguro si expiran los subsidios.
¿Quiénes serán los más perjudicados?
El impacto de la reducción de los subsidios se sentirá de manera desigual en todos los niveles de ingresos y regiones. Los Estados del sur, muchos de los cuales no ampliaron Medicaid, que en otros territorios también aporta subsidios a la salud, experimentarán los mayores aumentos. Los propietarios de pequeñas empresas, los contratistas independientes y los agricultores, por el contrario, se benefician porque también se ha reducido lo que deben cubrir a sus trabajadores.
Cynthia Cox, vicepresidenta de KFF, dijo a NPR de Boston que la expiración afectaría más a los consumidores de mediana edad y de ingresos medios, en especial a aquellos que están justo por encima de los requisitos para acceder a Medicare. “Si eres una pareja de personas mayores que gana alrededor de 85.000 dólares, tus primas podrían aumentar en más de 20.000 dólares [anuales]”, afirmó.
Los hospitales también han advertido de los efectos si millones pierden la cobertura. Las instalaciones que ya operan con márgenes reducidos podrían enfrentarse a un aumento de los costos de la atención no remunerada, lo que podría resultar en recortes o cierres de servicios, en especial en zonas rurales.
Un problema sistémico
Aunque el debate político actual se centra en los subsidios del ACA, los expertos señalan que los altos costos no son exclusivos del ACA, también conocido como Obamacare. Los seguros médicos en todos los mercados —planes de empresa, Medicare y Medicaid— aún son caros, lo que refleja el aumento generalizado del gasto sanitario.
Para 2025, el costo total promedio de la cobertura del ACA para un adulto soltero era de 7.400 dólares, en comparación con los 9.300 dólares del seguro proporcionado por el empleador y los casi 14.700 dólares de Medicare. Sin embargo, dado que la cobertura del empleador está fuertemente subvencionada mediante exenciones fiscales y contribuciones del empleador, pocos trabajadores ven el costo real.
Las subvenciones mejoradas del ACA cubren actualmente alrededor del 89% de las primas del mercado. Su expiración expondría a muchos consumidores de ingresos medios al costo total por primera vez.
Se acaba el tiempo
Incluso si los legisladores llegan a un acuerdo, puede que ya no haya tiempo para solucionar el problema. La inscripción abierta del ACA comienza el 1 de noviembre, y las compañías de seguros y los mercados estatales han advertido que los cambios en el sistema no se pueden implementar de la noche a la mañana. Algunos expertos sugieren que una simple prórroga de un año del marco actual es la única vía práctica que queda para 2026.
Los republicanos han señalado que están abiertos a una prórroga temporal, pero quieren que se establezcan límites futuros a la elegibilidad y restricciones sobre cómo se pueden utilizar los subsidios. Los demócratas, por su parte, insisten en una renovación limpia, con el argumento de las interrupciones a corto plazo podrían hacer que los consumidores renuncien a la cobertura durante el periodo de inscripción.
Incluso si el Congreso finalmente mantiene los subsidios, los defensores de los consumidores afirman que el daño ya está hecho. Muchos estadounidenses verán precios elevados durante la inscripción temprana y decidirán no contratar un seguro, una decisión que puede ser difícil de revertir más adelante.