El excongresista Adam Schiff, el azote de Trump, asume como nuevo senador por California
El veterano político asume semanas antes que el resto del Congreso porque ocupa la vacante dejada por la muerte de Dianne Feinstein
California tiene desde este lunes un nuevo senador. No se trata de un rostro joven en Washington, sino de uno de los más curtidos veteranos en la capital política de Estados Unidos. Adam Schiff ha jurado esta tarde el cargo frente a Kamala Harris para ocupar el escaño de la extinta Dianne Feinstein, un escaño que fue ocupado brevemente por Laphonza Butler, una política muy cercana a la vicepresidenta. Schiff tuvo como congresista un papel estelar en el primer impeachment a Donald Trump, en 2019. Tras casi un cuarto de siglo en el Capitolio, el demócrata asume su nueva misión tendiendo la mano al otro partido, que controlará el Congreso. “Trabajaré con demócratas, republicanos e independientes para ayudar al Estado y a sus familias a tener éxito”, ha dicho el senador en su primer mensaje.
Schiff ha asumido el cargo semanas antes que el resto del Congreso, que lo hará oficialmente el próximo 3 de enero. Esto porque el legislador ocupa una vacante. Hay otro senador que también se adelanta al resto. Andy Kim, de Nueva Jersey, sustituye al demócrata caído en desgracia, Bob Menendez, quien renunció al cargo después de que se supiera que las autoridades lo investigaban por corrupción. Menendez fue declarado culpable en julio de haber recibido cientos de miles de dólares de agentes extranjeros a cambio de favores.
El hoy senador fue presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, un cargo que desempeñó con sobriedad en los turbulentos tiempos de la Administración Trump. Con el retorno del republicano al poder, los demócratas más experimentados han dejado a un lado el belicoso tono de la campaña y han optado por mostrar perfiles más moderados.
El legislador lleva semanas centrando su mensaje en el estado de la economía, la gran lección que dejó la elección del mes pasado al partido de Joe Biden. “Nuestro Estado enfrenta retos significativos como el alto costo de la vivienda y sueldos que no pueden mantener el ritmo”, ha escrito este lunes Schiff en la red social X. “En el Senado haré todo lo posible para combatir la crisis de vivienda que vivimos y por lograr una economía que trabaje para todos”, aseguró.
Schiff llegó con comodidad a la cámara alta de Estados Unidos. Ganó su elección con un aplastante margen de 18%, unos 2,7 millones de votos frente a Steve Garvey, una exestrella del béisbol que saltó a la política. Garvey era conocido entre los aficionados deportivos, pero no tuvo oportunidad alguna compitiendo con apellido que los californianos llevan viendo en las papeletas desde noviembre de 2000, cuando Schiff se presentó por primera vez a la Cámara de Representantes.
El congresista ganó doce reelecciones consecutivas hasta que la muerte de Feinstein revolucionó la política local y puso a varios experimentados demócratas a competir entre ellos para ocupar el puesto. Su contienda este año fue tan holgada que Schiff dedicó el último tramo de su campaña a hacer proselitismo en otros Estados en favor de candidatos demócratas al Senado.
Los tiempos de comodidades parecen haber llegado a su fin. En una entrevista emitida este fin de semana, Donald Trump sugirió que los legisladores que investigaron los hechos del 6 de enero de 2021 deberían “ir a prisión”. El presidente electo aseguró en Meet the press, un programa de la cadena NBC, que perdonara los delitos a los acusados del Asalto al Capitolio en su primer día en la Casa Blanca.
Trump no ha descartado vengarse de sus rivales políticos, una larga lista en la que se encuentran legisladores como Schiff, quien formó parte del proceso que buscaba removerlo de la presidencia revelando vínculos del mandatario con Moscú. En la entrevista, el presidente electo dijo que dejará “hacer lo que ella quiera” a Pam Bondi, quien será la fiscal general de la Administración, que se estrena el 20 de enero.
Esta amenaza velada que pende sobre algunos demócratas ha hecho que el presidente Joe Biden estudie la posibilidad de adelantar algunos indultos, como el que otorgó de forma polémica a su hijo Hunter, a quienes pueden ser perjudicados por la ira de Trump. Schiff ha rechazado esta acción. “No me gustaría que se sentara un precedente en el que tienes a un presidente saliente otorgando perdones a miembros de su partido o de su Gobierno (...) sería otra forma de disminuir nuestra democracia, lo considero completamente innecesario”, aseguró el senador a Los Angeles Times.
Schiff no podrá sacudirse en su nuevo encargo el papel anti Trump que ha jugado en Washington en los últimos años. “No retrocederé en la defensa de nuestra democracia y protegeré vigorosamente los derechos y las libertades de los estadounidenses”, ha advertido esta tarde. En las últimas semanas, ha criticado públicamente a buena parte de los nombramientos que Donald Trump ha hecho para su Gabinete. De Kash Patel, elegido para dirigir el FBI, el legislador dijo que tiene mayores calificaciones para ser “trol de internet”. “El Senado debe rechazarlo”, anunció. Ahora será él quien emita uno de esos votos de censura.