“No es mucha la diferencia entre los demócratas y los republicanos”

Durante la mayoría de su vida, Pedro Grant no pudo votar por el presidente de Estados Unidos. Nacido en Puerto Rico hace 50 años, no tenía derecho a votar en los comicios presidenciales, al igual que otros tres millones de ciudadanos estadounidenses que por vivir en la isla se les niega la participación en las elecciones federales. Eso cambió cuando migró a la ciudad de Nueva York hace dos décadas. En 2008, emitió su primera papeleta por presidente y dio su voto a Barack Obama. Desde entonces, siempre ha votado al Partido Demócrata. Hasta este año: el próximo 5 de noviembre, este maestro de historia de Estados Unidos en una escuela pública de Brooklyn votará por Jill Stein, la candidata que se presenta por el Partido Verde.

Grant decidió romper con los demócratas y apoyar un tercer partido porque considera que entre los dos demócratas y los republicanos, “en términos generales, no es mucha la diferencia”. Se siente “sumamente decepcionado” por las políticas del partido de Kamala Harris hacia Palestina y le preocupa la mano dura que la candidata promete implementar para abordar el tema de la inmigración.

Pregunta. ¿Ya ha decidido su voto para el 5 de noviembre?

Respuesta. Sí, voy a votar por Jill Stein.

P. ¿Qué es lo que más ha influido en esa decisión?

R. Nueva York no es un swing state y va a salir demócrata como siempre, se lo va a llevar Harris. Y como el Partido Demócrata me tiene sumamente decepcionado, al estar segura la elección de Harris aquí, prefiero dar mi voto a un tercer partido.

P. Si tuviera a Harris delante, ¿qué le diría sobre sus políticas que le han decepcionado?

R. Obviamente, le hablaría sobre Gaza y Palestina y le preguntaría qué realmente ella está proponiendo que sea un cambio de lo que hemos tenido hasta ahora. En términos generales, no es mucha la diferencia entre un partido y el otro. Eso te lo digo después de haber hecho una actividad con mis estudiantes en la que analizamos las propuestas de cada candidato y nos sorprendió mucho ver las similitudes, sobre todo en cuanto a Harris y sus políticas para la inmigración, que son bastante problemáticas.

P. De la misma manera, ¿qué le diría a Trump si tuviera la oportunidad de hablar con él?

R. Yo no le diría nada a ese tipo. O le preguntaría si él de verdad cree que le está apelando al pueblo o solo a los multimillonarios. Eso que está haciendo con Elon Musk, con los sorteos millonarios, es super preocupante. Está fuera de control.

P. ¿Qué es ser latino en Estados Unidos para usted?

R. Significa ser un ejemplo, sobre todo para mis estudiantes, que la mayoría son inmigrantes.

P. ¿Prefiere el inglés o el español?

R. A este punto, después de tantos años aquí, prefiero una mezcla de los dos.

P. ¿Ha sentido prejuicio o racismo?

R. Claro, definitivamente. A diario, con gente que uno no conoce pero con la que te tropiezas en la calle, e incluso hasta en el trabajo. Personas que porque tengas un acento cuando la hablas en inglés te tratan diferente. Eso es una realidad.

P. Si pudiera cambiar cualquier cosa de Estados Unidos, ¿qué elegiría?

R. El sistema de educación a nivel nacional. Eso de banning books y los curriculums escolares en sitios como Florida en contra de la historia afroamericana o de las minorías es algo brutal. Eso es horrible, perpetua el racismo y la ignorancia que existe en este país. Si yo diera clase en Florida, seguro que me botan.

P. ¿Qué le gusta de Estados Unidos?

R. Nueva York (risas). Nueva York no es Estados Unidos, esta ciudad es otra cosa. No se parece al resto del país. Aquí es distinto y es una mezcla de tantas nacionalidades. Yo salgo fuera de Nueva York y cuento la cantidad de personas de color que veo.

P. ¿Cómo se imagina dentro de 10 años?

R. Fuera de Estados Unidos, retirado y de vuelta en Puerto Rico.