Selena Gomez desvela que no puede tener hijos a causa de sus problemas de salud
La actriz, que ha sufrido lupus, depresión y un trasplante, cuenta en una entrevista que quiere formar una familia y que optará por un vientre de alquiler o por la adopción, entre otros motivos porque su madre fue adoptada
A sus 32 años, Selena Gomez es una de las personas más conocidas del planeta Tierra. Lleva un cuarto de siglo cantando, actuando en cine y televisión, triunfando como empresaria hasta convertirse en milmillonaria, acumulando una enorme influencia en redes sociales (tiene 425 millones de seguidores en Instagram) y, básicamente, siendo un rostro muy famoso en todo el mundo. Sin embargo, pese a haber dado docenas de entrevistas y haber sido transparente en muchos aspectos de su vida, entre ellos el de la salud, hasta ahora la texana no había contado algo muy importante para ella, y que ha decidido revelar al mundo: que no puede tener hijos.
La nominada al Emmy como mejor actriz por Solo asesinatos en el edificio ha decidido hacer público ese detalle tan personal en una larga entrevista concedida a la edición estadounidense de la revista Vanity Fair, cuya portada del número de octubre protagoniza. En la charla, aparecen con frecuencia temas como su familia, su hermana pequeña, sus padres o su actual pareja, el productor musical Benny Blanco, así como el hecho de que es la madrina de los dos hijos de su prima Priscilla, por lo que habla de niños y maternidad. Entonces, en un momento de la conversación, hace una pausa para decir: “Nunca antes he contado esto, pero desafortunadamente no puedo tener hijos propios. Tengo muchos problemas médicos que pondrían en riesgo mi vida y la del bebé. Es algo por lo que durante un tiempo he tenido que pasar mi propio duelo”.
Según la entrevistadora, Gomez habla del tema ”con calma y sin sentimentalismos”, en lo que se aprecia como una larga reflexión por su parte. “No es necesariamente del modo en el que me lo había imaginado”, reconoce sobre el modo de llegar a ser madre en algún momento. “Pensé que pasaría del mismo modo que le pasa a cualquiera. Pero ya estoy en un punto mucho mejor con todo eso. Veo como una bendición que haya gente maravillosa que se preste a hacer surrogación o adopción, y ambas son enormes posibilidades para mí. Me hace estar realmente agradecida por las salidas que hay para la gente que se muere por ser madre. Soy una de esas personas. Estoy emocionada por cómo será ese camino, porque será un poco distinto. Pero al fin y al cabo, no me importa. Será mío, será mi hijo”.
Gomez ha sufrido lupus, que durante un tiempo le hizo retirarse de la interpretación, y también tiene un riñón trasplantado que le donó una amiga, Francia Raísa, en 2017. Además, ha tenido muchos problemas de salud mental como trastorno bipolar, algo que ella misma contó en un documental hace un par de años en AppleTV+, donde hablaba de cómo lidió con la ansiedad y la depresión. De hecho, en esta nueva entrevista también desvela cómo quiso retirar el metraje y parar su estreno, en parte porque le dio miedo la reacción del público. “Cuando salió, no quise ver nada durante unos días, tenía miedo de salir de casa”, cuenta ahora.
Ella siempre tuvo claro que quería empezar una familia cuando llegara a los 35 años, incluso antes de salir con Benny Blanco. De hecho, explica que antes de empezar a salir con él, en primavera de 2023, estuvo cinco años soltera, solo yendo a algunas citas. “Y yo me decía: Vale, si este es el rollo, ¿qué es lo más importante para mí? La familia”, explica. Por eso, cuenta, también lleva tiempo pensando en adoptar un hijo, entre otras cosas porque su madre también fue adoptada, un hecho que para ella es fundamental en su propia existencia. “Yo no estaría aquí”, afirma, si su madre no hubiera sido adoptada. “No sé cómo hubiera sido su vida. Ella y yo estamos muy agradecidas por cómo nos ha ido en la vida”.
La latina más nominada de la historia de los Emmy como productora (un récord que ha batido este año precisamente gracias a Solo asesinatos en el edificio) da a entender que sus planes de futuro con Blanco van muy en serio y, aunque no habla de manera directa de boda, afirmando que ni él ni su familia están presionando por una celebración de matrimonio, sí explica que ambos buscan “proteger” lo que tienen, “sin normas”: “Quiero que él siempre sea él mismo, y ser siempre yo misma”. Además, también relata que no va a ponerse su apellido: “No me voy a cambiar el nombre, pase lo que pase. Soy Selena Gomez, y punto”.
Además de a muchos cambios y buenas noticias en su vida personal, Gomez afronta una intensa y previsiblemente fructífera temporada profesional. El domingo se conocerá si gana su primer Emmy como intérprete por la serie de humor y misterio de Hulu, y en unas semanas también estrenará la esperada película Emilia Pérez, escrita y dirigida por Jacques Audiard y donde interpreta a Jessi, la esposa del líder de un violento cartel mexicano. Un papel en español —cuenta en Vanity Fair que no lo habla muy mal, aunque tampoco con fluidez, pero que canta muy bien el idioma— que ya le ha hecho cosechar aplausos en distintos festivales internacionales y que la coloca en muy buena posición en la carrera a los premios más importantes de la temporada.