Los azotes del clima en Estados Unidos: inundaciones en el sur y calor extremo en el noreste
La tormenta ‘Alberto’ es ahora depresión tropical, pero se mantiene la alerta de tornados en el sur de Texas. Mientras, se han registrado 20 récords de altas temperaturas en distintas zonas del país y el 30% de la población se encuentra bajo avisos por calor
Alberto tocó tierra la mañana de este jueves en México y se convirtió en depresión tropical, pero su impacto se sigue sintiendo en el sur de Texas, donde 51 condados fueron declarados “zona de desastre” por las inundaciones que la tormenta ha dejado a su paso. El centro de Galveston está completamente anegado y las autoridades han pedido a la población no conducir en calles inundadas porque representa un riesgo para su seguridad. El gobernador Greg Abbott advirtió ayer la posibilidad de una catástrofe, con “daños materiales graves y generalizados, lesiones y pérdida de vidas humanas”. Sin embargo, hasta el momento no se ha reportado ningún fallecimiento, pero del otro lado de la frontera sí se contabilizaron cuatro decesos atribuidos a Alberto. Tres de ellos, niños.
Esta mañana, la depresión tropical se encontraba a 95 millas (152 kilómetros) al oeste de Tampico y a 280 millas (450 kilómetros) al suroeste de Brownsville. Seguirá su desplazamiento por territorio mexicano a una velocidad de 18 mph (28 km/h) antes de disiparse por completo en horas de la noche, según el Centro Nacional de Huracanes de Miami. Los vientos se mueven a 35 mph (56 km/h), muy por debajo de las 50 millas (80 km/h) que se registraron en la madrugada de este jueves. Sin embargo, la alerta de tornados se mantiene en las llanuras del sur de Texas.
Todas las advertencias de tormenta tropical asociadas con Alberto se han suspendido, pero las inundaciones y la lluvia continuarán en ambos lados de la frontera. Se pronostican unas 10 pulgadas (2,5 centímetros) de precipitaciones en la costa de Texas acompañadas de ráfagas de viento, pero se espera que las condiciones climáticas sean mucho mejores la mañana del viernes.
Las autoridades aún no han emitido un reporte sobre los daños, pero datos de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) calculan que una pulgada de inundación (2,5 centímetros) puede causar afecciones por un valor de 25.000 dólares.
El noreste de Estados Unidos, convertido en una sauna
El calor abrasador que atraviesa la mitad oriental de Estados Unidos entró en su cuarto día este jueves, cuando el hemisferio norte celebra la llegada oficial del verano. Varios Estados del nordeste han recibido el solsticio de verano sofocándose bajo una ola de calor que alcanzará su punto álgido en el este de los Grandes Lagos y en Nueva Inglaterra este jueves. Las temperaturas superarán los 90 ºF (32,2 ºC) en Estados como Nueva York y Pensilvania y rozarán los 100 ºF (37,7 ºC) en New Hampshire y Connecticut. Sin embargo, el índice de calor, o la sensación térmica, se elevará hasta los 105 ºF (40,5 ºC) en diversos puntos.
Residentes de Illinois, Indiana, Ohio, Nueva York, Pensilvania, Vermont, Massachusetts, New Hampshire y Maine son los más expuestos a los efectos adversos del calor este jueves, según el Servicio Meteorológico Nacional. Es en estas zonas donde las altas temperaturas darán poca tregua, manteniéndose insoportables incluso por la noche. Además, “es probable” que localidades en estos Estados sufran consecuencias en “los sistemas sanitarios, las industrias sensibles al calor y las infraestructuras”, detalla la agencia.
En total, casi 100 millones de personas —el 30% de la población estadounidense— se encuentra esta tarde bajo avisos, alertas o advertencias de calor extremo, de acuerdo con las cifras del Servicio Meteorológico Nacional. Hasta el momento, la ola de calor ha batido o igualado 20 récords diarios de altas temperaturas, según la agencia. En Boston, Massachusetts, el miércoles se registró una máxima de 98 ºF, superando un récord de 96 grados establecido el mismo día en 1923. Se espera que entre este jueves y viernes se alcancen nuevos máximos.
El calor que asfixia la mayoría del país esta semana es el resultado de un extenso domo de calor (también conocido como cúpula u onda de calor, o heat dome en inglés). Este fenómeno atmosférico se produce cuando una capa de aire cálido se acumula cerca de la superficie terrestre y queda atrapada por una capa de aire más fresco encima de ella. El aire atrapado crea una especie de horno sobre la tierra. Debido al cambio climático, los domos y olas de calor son cada vez más frecuentes e intensos.
Más allá de las altas temperaturas que ha traído consigo, esta ola de calor es considerada especialmente peligrosa porque ha llegado demasiado temprano en la temporada, al principio del verano, cuando la gente aún no está preparada. Además, ha azotado zonas del noreste, en especial lugares en Nueva Inglaterra, donde no es habitual sentir un calor tropical como el que se vive esta semana.