Una investigación antimonopolio en el cine abre un nuevo frente contra Germán Larrea
El magnate minero, al que el Gobierno acaba de expropiar un tramo ferroviario, es también el dueño de la segunda cadena de cines más grande del país. Competencia apunta a posibles “acuerdos ilegales” entre distribuidores y exhibidores
Hace un par de semanas, llegaron a las oficinas de exhibidores de cine en México investigadores de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), resguardados por elementos de la Guardia Nacional. El momento de la visita es notable. El Ejército acababa de expropiar un tramo de ferrocaril concesionado a Grupo México, conglomerado al que pertenece Cinemex, la segunda cadena de cines más grande del país. El dueño mayoritario e...
Hace un par de semanas, llegaron a las oficinas de exhibidores de cine en México investigadores de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), resguardados por elementos de la Guardia Nacional. El momento de la visita es notable. El Ejército acababa de expropiar un tramo de ferrocaril concesionado a Grupo México, conglomerado al que pertenece Cinemex, la segunda cadena de cines más grande del país. El dueño mayoritario es Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México.
Así lo cuentan fuentes con conocimiento directo de las visitas sorpresa que la Cofece hizo no sólo a Cinemex, sino a su principal competidor, Cinépolis, entre otros. Buscaban información y correspondencia pertinente a una promoción llamada Fiesta del Cine, en la que, por algunos días de septiembre y después de nuevo en febrero, todos los cines ofrecieron boletos a un precio único de 29 pesos, muy por debajo del precio promedio de 66 pesos. Exhibidores, grandes y chicos, acordaron el precio para atraer al público perdido durante los confinamientos de la pandemia entre 2020 y 2021. El jueves, la Cofece informó que investiga “la existencia de acuerdos ilegales entre distribuidores y/o exhibidores de películas en salas de cine”, ya que “tiene indicios para suponer la realización de acuerdos anticompetitivos en dicho mercado”.
La investigación representa un nuevo frente en contra de las empresas de Germán Larrea, cuya fortuna estimada es de 29.000 millones de dólares, según Bloomberg. El multimillonario pasa semanas complicadas que empezaron el 19 de mayo, cuando el Gobierno Federal expropió 120 kilómetros férreos en Veracruz y las Fuerzas Armadas ocuparon el tramo concesionado por la empresa Ferrosur, empresa de Grupo México. En un comunicado, Ferromex calificó la toma como “sorpresiva e inusitada” y advirtió que de no llegar a un acuerdo en la negociación “la ocupación temporal se convertirá, en definitiva, en deterioro de la empresa, sus empleados, clientes, y del libre mercado”.
Mientras la empresa y el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador buscaban llegar a un acuerdo sobre las vías férreas, Larrea tomó la decisión de no comprar la banca minorista Banamex a Citigroup, después de meses de negociaciones. López Obrador, quien le había dado el visto bueno a la adquisición, dijo en conferencia de prensa que Larrea buscaba ciertas garantías que Citi no estaba dispuesto a darle, por lo que el acuerdo no se concretó. Entusiasmado, el mandatario dijo que le gustaría que el Estado compre Banamex por lo que estaría dispuesto a emitir deuda nueva para costearlo.
El jueves, Grupo México informó que, a cambio del tramo ferroviario expropiado, el Gobierno extendió su concesión por 8 años, lo que significa que vencerá hasta 2056. López Obrador aseguró que Grupo México también había acordado desistir en litigios que tiene abiertos en contra de una de las obras emblemáticas del presidente, el Tren Maya, en la península de Yucatán.
En cuanto a la investigación de la Cofece, fuentes dentro de la industria cinematográfica se dijeron sorprendidos, ya que es la primera vez que se investiga por temas antimonopolio a una industria cuyos precios al consumidor están entre los más bajos del mundo. Datos de la propia Comisión muestran que México destaca a nivel mundial en la exhibición de películas a nivel global, porque es el cuarto país con mayor número de salas y, durante 2022, ocupó el mismo sitio en términos de boletos vendidos. El año pasado se vendió un número de boletos mayor a la población total de mexicanos residentes, alcanzando cerca de 182 millones de entradas al cine.
Datos de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine) muestran que México recuperó su puesto como el cuarto país con mayor número de boletos de cine vendidos a nivel mundial el año pasado, y permanece detrás de India, China y Estados Unidos. Sin embargo, los boletos son tan económicos, que no se traduce a una alta recaudación en taquilla, que refiere al monto recabado por venta de boletos. México se colocó como el onceavo país con mayor taquilla en el mundo en 2022.
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