Oriónidas 2025: cómo y cuándo ver la lluvia de estrellas más intensa del otoño desde México
El pico de actividad máxima de los meteoros provocados por los restos del cometa Halley coincide con la Luna nueva, una de las mejores oportunidades del año para ver estrellas fugaces
Cada finales de octubre, el camino de la Tierra alrededor del Sol coincide con una densa nube de partículas de hielo y polvo desprendidas del cometa Halley tras su último paso por los mundos interiores del Sistema Solar. Cuando estos fragmentos —tan finos como granos de arena— entran en contacto con la atmósfera terrestre, se producen bólidos incandescentes que recorren cualquier región del cielo nocturno fugazmente: se trata de las Oriónidas, una lluvia de estrellas de intensidad media y uno de los fenómenos astronómicos más populares del hemisferio norte.
Cuándo ver la lluvia de estrellas desde México
Si bien las primeras Oriónidas aparecen tímidamente en el cielo nocturno a inicios de octubre, los meteoros aumentan gradualmente su intensidad y alcanzan su máximo a finales del mes. Este año, el pico de actividad máxima de esta lluvia de estrellas tendrá lugar durante las madrugadas del 21 y 22 de octubre y coincidirá con la oscuridad total de la Luna nueva, un ingrediente extra que hace de las Oriónidas una de las mejores oportunidades de 2025 para observar meteoros.
En México, el mejor momento para ver las Oriónidas llegará un par de horas después de la medianoche y se prolongará hasta antes del amanecer. Aunque la mayoría de los meteoros parecen originarse desde la constelación de Orión, que aparecerá por el este y ganará altura en el cielo nocturno durante la madrugada, la mejor forma de ver una lluvia de estrellas es a ojo desnudo, sin instrumentos ópticos como telescopios o binoculares apuntando a un punto específico. Los bólidos se precipitan en la atmósfera terrestre a unos 66 kilómetros por segundo y pueden aparecer súbitamente dejando trazos luminosos en cualquier región de la bóveda celeste.
Además de un cielo libre de contaminación lumínica como el de las comunidades rurales lejos de las grandes ciudades, encontrar una posición cómoda que ofrezca el mayor campo de visión posible es fundamental para mejorar la experiencia y observar más meteoros. La paciencia también es clave: dejar de lado las fuentes de luz, como el teléfono celular y otros dispositivos electrónicos, provocará que los ojos se adapten de mejor forma a la oscuridad. Al cabo de una media hora, será posible comenzar a ver algunos bólidos recorriendo fugazmente el cielo nocturno.