En Paraguay desde marzo, en una casa con alberca: así fue la detención de Hernán Bermúdez
El exjefe de policía de Tabasco vivía con su mujer en una lujosa casa, en un barrio cerrado, al norte de la capital, Asunción. La colaboración de las agencias de inteligencia, claves en su arresto
Hernán Bermúdez, exjefe de policía de Tabasco, vivía tranquilamente con su mujer en una casa lujosa, en un barrio cerrado, al norte de Asunción, la capital de Paraguay, al menos desde marzo, según ha informado este sábado el Gobierno del país sudamericano, que dirige Santiago Peña. En un vídeo que ha divulgado la presidencia, se ve, a vuelo de dron, el jardín de Bermúdez, acusado en México de dirigir una organización criminal, mientras fungió de jefe de policía en aquel Estado, entre 2018 y 2024. En medio del jardín, una alberca cuadrada habla de las comodidades que ha disfrutado Bermúdez durante sus meses de huida.
Ocurrida en la madrugada del viernes al sábado, hora local, la detención de Bermúdez, alias Comandante H, cierra una búsqueda de siete meses, acelerada este verano, cuando el jefe militar de Tabasco informaba de que el viejo mando policial contaba con varias órdenes de detención desde febrero. Presunto líder del grupo criminal La Barredora, Bermúdez ya había huido por entonces, vía Centroamérica. Luego, se le perdió la pista. Ahora, el Gobierno paraguayo informa de que Bermúdez llegó a Paraguay, entrando “clandestinamente por Brasil y fijando residencia irregular en el Departamento Central”. Es decir, en el área metropolitana de Asunción.
En declaraciones al diario ABC Color, de Paraguay, el fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, ha señalado que Bermúdez “se ha mostrado muy tranquilo y colaboró todo el tiempo con el procedimiento. Manifestaba en todo momento que era algo que podía pasar y que respetaba el trabajo” llevado a cabo por las autoridades. Doldán ha añadido que Bermúdez comparecerá este mismo sábado ante el juez, como parte del proceso de extradición a México, asunto que solo la edad del acusado, 72 años, podría complicar.
El fiscal ha señalado que, apenas este viernes, las autoridades paraguayas recibieron el “exhorto” para detener a Bermúdez. “Todos los trabajos previos son de inteligencia”, ha dicho. Los gobiernos de ambos países han destacado entre el viernes y el sábado la colaboración de sus agencias de seguridad, el Centro Nacional de Inteligencia, en México, y la Secretaría Nacional de Inteligencia, en Paraguay, para lograr la captura del fugitivo. El secretario de seguridad mexicano, Omar García Harfuch, ya abordó este camino el viernes, que el sábado ha seguido el presidente Peña.
Bermúdez llegó al frente de la Secretaría de Seguridad Pública de Tabasco, en el sureste mexicano, en 2018. Fue un nombramiento del entonces gobernador, Adán Augusto López, de Morena, hombre cercano al expresidente Andrés Manuel López Obrador. En 2021, el mandatario requirió la presencia del gobernador en Ciudad de México. López Obrador lo colocó al frente de la Secretaría de Gobernación, una de las posiciones con más peso en el Ejecutivo federal, y en la política interna del país. Carlos Merino quedó de gobernador interino en Tabasco, pero Bermúdez siguió en su puesto.
Las primeras sospechas serias del aparato de inteligencia militar mexicano sobre las prácticas delictivas de Bermúdez datan de los últimos meses de Adán Augusto López al frente del Gobierno del Estado. En varios documentos castrenses, filtrados por el colectivo de hackers Guacamaya, Bérmudez aparece comandando eventos criminales de La Barredora ya desde 2021. La conversación estos últimos meses apunta al papel del gobernador en los tejemanejes de su subordinado. ¿Sabía lo que ocurría con su jefe de policía? El ahora exgobernador, que lidera la bancada de Morena en el Senado, ha negado conocimiento alguno.
La previsible extradición de Bermúdez podría cambiar las cosas. La Fiscalía de Tabasco le busca por asociación delictuosa, extorsión y secuestro exprés, aunque no es descartable que el catálogo de delitos aumente en las próximas semanas. Ante un panorama como el que enfrentaría el Comandante H, la colaboración con las autoridades podría convertirse en un camino apetecible. En una situación así, el escenario resulta incierto, por lo que cuente y las personas a las que implique en actividades criminales.