Cartas, llamadas y ningún encuentro cara a cara: los ocho meses de la tensa relación diplomática entre Trump y Sheinbaum
La presidenta mexicana ha sorteado parte de las amenazas arancelarias del mandatario estadounidense con renegociaciones a corto plazo
La reciente llamada de Claudia Sheinbaum al despacho de Donald Trump puso una pausa a las amenazas arancelarias para México. Esta negociación, de último minuto y cara a cara entre mandatarios, es un ejemplo de cómo se ha ido moldeando la relación diplomática en medio de la guerra desatada por Trump. Un frente que ya dura más de ocho meses entre constantes amagos sobre la imposición de aranceles si no se cumplen sus condiciones en políticas de seguridad, narcotráfico y migración.
Desde marzo pasado, las exportaciones mexicanas que incumplen con el TMEC pagan una tasa del 25%, una medida que el Gobierno de Estados Unidos impuso tras considerar que México no había hecho lo suficiente para combatir el tráfico de drogas y la migración ilegal a su frontera. A esta tarifa, se sumaron los aranceles sectoriales: el acero y aluminio mexicanos pagan un 50% y los automóviles provenientes de territorio mexicano un gravamen menor al 25%, acorde al contenido no estadounidense.
Los encuentros telefónicos entre mandatarios son seguidos por negociaciones entre funcionarios de alto nivel, como el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, o el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente. Mientras que del otro lado se coloca el secretario de Estado, Marco Rubio. La nueva meta en el horizonte es la renegociación del TMEC que se abrirá en 90 días, justo cuando termine esta prórroga del 25% a los productos que no forman parte del acuerdo.
A pesar de la relación intensa entre los jefes de Estado, estos nunca se han visto a la cara, no han protagonizado fotografías en Palacio Nacional, ni en el Despacho Oval. Esta es una recapitulación de los encuentros telefónicos y epistolares que han mantenido los presidentes: