Muere el guitarrista Javier Bátiz, pionero del rock mexicano y maestro de Carlos Santana
Comenzó tocando en las calles de Tijuana con apenas 14 años e introdujo el blues y sus derivados más enérgicos en la escena mexicana desde la década de los cincuenta
El adolescente que se dedicaba a tocar la guitarra por las calles de Tijuana acabaría siendo el maestro de Carlos Santana, el virtuoso de la guitarra. Javier Bátiz, a quien Santana siempre consideró “un genio”, ha muerto este sábado a los 80 años tras una larga batalla contra el cáncer. Desde la ciudad fronteriza de Tijuana, Bátiz bebió desde los 50 del blues y su evolución más enérgica, el R&B de artistas como B.B. King. En los sesenta se mudó al entonces Distrito Federal y fue decisivo para varias generaciones mexicanas que comenzaban a experimentar con estos sonidos.
“Queridos amigos y familia, para informarles que nuestro adorado y querido, mi esposo Javier Bátiz trascendió el día de hoy. Su legado y su música quedan para la eternidad. Te amo amor mío. Vuela alto mi ángel”, se lee en un mensaje de su esposa en las redes sociales. Con más de tres decenas de discos a sus espaldas, había publicado su último trabajo en 2016, un disco de versiones de rancheras y norteños de clásicos como Los Cadetes de Linares, Pedro Infante o José Alfredo Jiménez. Durante la promoción dijo que esa fue la música de su infancia antes de que el rock se cruzara en su camino.
Nacido Tijuana, Baja California, como Javier Isaac Medina Núñez arrancó su carrera a los 13 años. Tocaba en parques de día y por la noche intentaba encontrar su lugar por los clubes de la ciudad. En esa época es cuando conoció a Santana, tres años más joven que él. Siendo todavía un niño vió en Bátiz a alguien que le podía enseñar, pero no se atrevió a decírselo él mismo. “Llegó la mamá de Carlos con Carlos, lo llevó a mi casa, me pidió que le enseñara a tocar, nos hicimos amigos”, contó Bátiz en una entrevista. “Al terminar se fue a su casa y al día siguiente lo trajo su mamá otra vez y me dijo: “Oiga, por su culpa, mi hijo no durmió”. Aprendió luego luego a tocar como yo. Todo lo que le había enseñado me lo devolvió como 40 veces, lo hizo al revés y al derecho”, contó en otra entrevista reciente.
Santana ha llamado en varias ocasiones “un genio” a su maestro, que lo invitó a tocar con su banda. Hasta que en 1963 decidió hacer las maletas y mudarse al entonces Distrito Federal. El Brujo, como también era conocido, empezó tocando en el bar Terraza Casino y para el final de la década ya era un referente. Bandas como La Banda El Haragán y Compañía han compartido su admiración al músico. “Con profunda admiración deseamos que tu legado y tu música permanezcan en la eternidad, es la última despedida del maestro Javier Bátiz, siempre serás uno de los más grandes pioneros del rock mexicano, en paz descanses, nuestras más sinceras condolencias a la familia Bátiz”.