José Ramón Rivera, director del AICM: “El desorden que había con las aerolíneas está resuelto”

El contralmirante de la Marina y titular del Aeropuerto de Ciudad de México analiza algunos de los temas más relevantes de su gestión en mitad de las demandas del sector aéreo por tener más ‘slots’ y la guerra entre Uber y los taxistas por operar dentro del aeropuerto

José Ramón Rivera Parga, director del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en la pista del aeropuerto el 19 de septiembre de 2024.Caitlin Cooper

El Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), uno de los más grandes de Latinoamérica, tiene nuevo director desde hace seis meses. Al frente está el contralmirante José Ramón Rivera Parga (Aguascalientes, 54 años), piloto aviador y doctor en Defensa y Seguridad Nacional. Antes de ocupar el cargo, Rivera Parga trabajó a las órdenes del anterior director, el vicealmirante Velázquez Tiscareño. Se trata del segundo mando de la Secretaría de Marina que dirige el AICM, desde que el Gobierno de López Obrador pusiera al frente a la corporación para tratar de solucionar algunos problemas enquistados desde hace décadas. Entre ellos, la corrupción en áreas administrativas y aduanas, la saturación de vuelos, la desorganización con las aerolíneas y el tráfico de drogas, entre otros. Por el aeropuerto más importante de México pasan al año más de 48 millones de viajeros. Casi la mitad son pasajeros internacionales, bien turistas, bien viajeros en tránsito que realizan escala para conectar con Estados Unidos, Centroamérica o Suramérica. La Marina modificó la vigilancia en todos los puntos de acceso, los mecanismos de revisión a pasajeros, la supervisión a empleados de empresas de seguridad y reforzó la videovigilancia. Actualmente 1.500 personas de la Marina trabajan en el AICM.

En 2022, el Gobierno de López Obrador tomó la polémica decisión de reducir el número de operaciones diarias como respuesta a la saturación del AICM. El descontrol que existía entre las aerolíneas y el aeropuerto provocó protestas, enfrentamientos con las compañías y denuncias entre los consumidores. El número de aterrizajes y despegues se redujo primero de 61 a 52 y después, el aeropuerto estableció un máximo de 43 operaciones cada hora. El sector aéreo ha protestado contra la medida, mientras pide que el AICM aumente los slots, el espacio de tiempo asignado a una aerolínea para realizar operaciones. El director considera que después de resolver el problema, el aeropuerto vuelve a tener la capacidad de aumentar sus operaciones.

Pregunta. ¿Cuáles diría usted que son los temas más relevantes que atender en la gestión de un aeropuerto tan importante como este?

Respuesta. El primero y el más importante de todos es la seguridad operacional. Es decir, tomar todas las medidas para que la posibilidad de un evento, de un accidente o incidente sea lo más reducida posible. Por eso, le estamos dando mantenimiento a la pista 05 derecha y a la calle de rodaje Bravo. La otra prioridad que tenemos es la seguridad de la aviación civil. En términos legales, significa tomar todas las medidas para evitar cualquier problema de seguridad. Por ejemplo, para este año estamos cambiando los tomógrafos que revisan el equipaje de los pasajeros, que están operando, pero ya están muy viejitos, y luego tenemos que estar tomando acciones alternas con máquinas de rayos X para asegurarnos de que nadie pueda traer algún explosivo. En ese sentido, hemos actualizado los equipos de body scan [escáner corporal] y las máquinas de rayos X. Y tercer punto importantísimo, el confort y el servicio al pasajero. Estamos cambiando 12 de los 80 elevadores que tenemos en el aeropuerto, impermeabilizamos y estamos haciendo ampliaciones de los drenajes. En su momento, el agua salía por muchos lados e inclusive cambiamos también las techumbres de algunas áreas para evitar las humedades.

P. ¿De cuánto presupuesto estamos hablando para este año, director?

R. De 2.200 millones de pesos (113 millones de dólares) para este ejercicio. 1.500 millones (77 millones de dólares) en recursos fiscales y otros 700 (unos 36 millones de dólares) de recursos propios.

P. Su antecesor señaló recientemente que en el AICM existía una fuerte corrupción en las áreas de administración y aduana, robo de maletas y demoras en los servicios. ¿Qué tiene usted que decir al respecto?

R. En el tema de robo de maletas, hemos tenido prácticamente, casi, cero quejas. Afortunadamente, este tema también es preocupación de las aerolíneas y nos hemos acercado a ellas para establecer una serie de medidas. Por ejemplo, si existe algún empleado involucrado en este tema, nos hemos coordinado para que no pueda volver a trabajar en otra empresa del aeropuerto. Antes de que llegara la misión de Marina, salían de una empresa y se iban a trabajar con el vecino. Eso no puede ser.

P. ¿Qué me dice de la corrupción administrativa y en aduanas?

R. Desde que llegó la Marina, se pidió a unas 15 personas que dejaran sus puestos. Hablo de personas con puestos de responsabilidad. De hecho, seguimos trabajando en ese sentido. Llegas a un área donde hay unos 1.200 empleados e inmediatamente identificas quiénes son los que se están portando bien y quiénes no.

P. ¿El AICM es una puerta de entrada y salida de drogas del país muy importante, ¿cuál es su compromiso con este tema?

R. No queremos que haya ese tipo de actividades, así de sencillo. Actualmente tenemos una incautación por semana, más o menos. Nos apoyamos mucho en las labores de inteligencia y en tecnología para detectarlo. Ha subido el número de incautaciones, cocaína, metanfentaminas... la última que hicimos fue de cocaína, de 3,5 kilos y otra de 25 kilos. Trabajamos junto a la Fiscalía y autoridades de otros países y eso nos ha dado buenos resultados. El perfil de los traficantes ha ido cambiando con el tiempo. Normalmente eran varones de cierta edad, ahora vemos también muchas mujeres. En realidad, es mucho lo que aprendemos de ellos. La gente que se dedica a este tipo de actividades, siempre estará buscando la manera y nosotros seguiremos trabajando para que no lo logren.

P. ¿Cómo calificaría la situación de descontrol que había entre las aerolíneas y el aeropuerto en cuanto a los slots?

R. El problema era muy grande, pero después de casi dos años de trabajo, el desorden que había con las aerolíneas está resuelto. Mi almirante Velázquez Tiscareño hizo una parte muy importante, pero desde luego fue un trabajo en equipo. Se hizo un software nuevo que compara el plan de vuelo con el slot, porque había hasta 300 operaciones de algunas aerolíneas que volaban sin slot. Se mejoró la comunicación entre la administración del Aeropuerto con los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) [encargada de la torre de control del AICM] y nos sentamos a platicar con las aerolíneas para establecer acuerdos. Esta coordinación que tenemos ahorita, la tenemos que seguir manteniendo, porque el pasajero debe de recibir los servicios a tiempo. El mes pasado, en temporada alta, fuimos el aeropuerto más puntual del mundo, según Cirium [principal analista de datos de aviación].

José Ramón Rivera Parga, en su oficina en Ciudad de México.Caitlin Cooper

P. El sector aéreo demanda que aumenten los slots en el Aeropuerto de Ciudad de México, ¿qué tiene que decir a eso?

R. Estoy convencido de que el aeropuerto tiene la capacidad de incrementar sus operaciones, si así lo determina la autoridad. Nosotros siempre seremos respetuosos de la autoridad. La disciplina y el orden creo que a todos nos beneficia.

P. Estamos viviendo una situación tensa entre los taxis del aeropuerto y los taxis de plataforma. La autoridad prohíbe que las plataformas puedan recoger pasajeros dentro del aeropuerto y los usuarios se quejan de tener que caminar 200 metros para abordar Uber o Didi. ¿En qué punto se encuentra la negociación?

R. Sobre este tema, quiero decir varias cosas. Uno, no es un problema del AICM. La autoridad competente es la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y nosotros debemos cumplir la regulación. Dos, no es un problema reciente. Es un problema de años y por eso los lugares para abordar los taxis de plataforma ya estaban identificados. Y tres, en el AICM estamos tratando de hacer lo mejor que se puede porque nos debemos a los pasajeros. Hemos quedado en mitad de dos gremios, nosotros tratamos de recordar los puntos, pero hay plataformas que siguen cargando pasajeros en la terminal. Estamos siendo flexibles, pero en cualquier momento nosotros podemos meter un poquito más de fuerza. No es la primera vez que se hacen inspecciones de los vehículos.

P. ¿Qué cree que sería lo ideal en toda esta situación?

R. Lo ideal es que se llegue a una regulación donde ambos servicios puedan convivir de manera legal para beneficio del pasajero. El gremio de taxistas es un gremio complejo y además hay un tema social importante que no se está considerando.

P. ¿A qué se refiere?

R. En el aeropuerto tenemos 1.500 taxistas, de 11 agrupaciones distintas. Estamos hablando, en total, de casi 5.000 operadores. Si le sumas a sus familias, aproximadamente 20.000 personas viven y comen de ese servicio.

P. Las agrupaciones del taxi tenían una fuerte deuda con el AICM en el pago de acceso a la zona federal y de los locales de venta de boletos, ¿en qué punto está esa negociación?

R. Cuado Marina recibió la administración, debían al aeropuerto 60 millones de pesos. Nos sentamos a platicar y establecimos un plan de pagos. Ahora, van a la mitad. Les quedan otros 30 millones por pagar. Entiendo su preocupación porque ellos tienen que obtener recursos para mantener su licencia, mantener su vehículo, pagar a los choferes, pagar su adeudo...

P. ¿Se han reunido también con Uber? La empresa asegura que tienen una suspensión de un juez que les permite seguir trabajando en la zona del aeropuerto.

R. Sí, vinieron a platicar con nosotros y a comunicarnos que tienen un documento dictado por un juez, pero hasta el momento no nos han mostrado la suspensión. Sigo con la mano extendida. Si hubiera ese documento, nosotros tendríamos que apegarnos a lo que diga la autoridad.

P. ¿Qué destacaría de su gestión los últimos meses?

R. Creo que nos ha ido bien porque tengo un buen equipo de trabajo. Todos los días nos levantamos pensando en el pasajero, aunque todavía hay muchas áreas de oportunidad, empezando por el tema de transportación terrestre [Uber vs taxis del aeropuerto]. Tenemos la esperanza de que se solucione rápido para que podamos dar el mejor servicio.

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