López Obrador da un espaldarazo a Harfuch y destaca la reducción de la inseguridad en Ciudad de México: “En política, cuentan los resultados”
El presidente se reúne por primera vez con el fichaje de Claudia Sheinbaum para la cartera de Seguridad federal
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se ha reunido con Omar García Harfuch, a quien la mandataria electa, Claudia Sheinbaum, ha designado como el encargado de la Secretaría de Seguridad en su Gobierno, que comenzará el 1 de octubre. Es la primera vez a lo largo de su sexenio que el mandatario saliente se reúne en solitario con el funcionario policiaco, que ya fue secretario de Seguridad en la gestión de Sheinbaum como jefa de Gobierno de Ciudad de México (2018-2023). Hombre de todas las confianzas de la presidenta electa, en el entorno de Palacio Nacional se decía que López Obrador guardaba dudas sobre Harfuch, sobre todo por los indicios que lo ubicaban hace años en el equipo de Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, los siniestros jefes policiacos en la presidencia de Felipe Calderón. Cierto o no, el velo de duda quedó disipado ahora que López Obrador recibió al funcionario en Palacio Nacional, se tomó una foto con él, encomió su trabajo en la reducción de la inseguridad en la capital y lo definió como un “buen secretario”.
La reunión, discreta, aunque no secreta, fue la tarde del miércoles. Palacio Nacional no informó del encuentro a través de los canales oficiales, como suele hacer con otras reuniones protocolarias. Fue Harfuch quien publicó a través de X, antes Twitter, una foto donde aparecen ambos políticos, acompañada de un mensaje sucinto: “¡Gracias, Sr. Presidente!”. López Obrador ha hablado del encuentro este jueves en su conferencia Mañanera, a pregunta de los periodistas. El presidente ha dicho que Harfuch “sabe cuál es la estrategia de seguridad que se sigue” en el sexenio, consistente en “atender las causas [de la violencia] bajo el principio de que la paz es fruto de la justicia”. El mandatario ha recitado las claves de su visión del combate a la violencia: “que haya trabajo, que el salario sea justo, que se atienda a los jóvenes, que se fortalezcan valores, que no se desintegren las familias y también que no haya corrupción, que se trabaje de manera coordinada con todas las dependencias encargadas de la seguridad, que haya perseverancia, que no hay impunidad. En fin, todo eso”.
—¿Le tiene confianza a Harfuch? —le preguntaron en la conferencia.
—Sí, porque fue buen secretario de Seguridad Pública en la Ciudad de México, y, aunque no lo es todo, en política cuentan los resultados —ha dicho.
López Obrador ha afirmado que durante la gestión de Sheinbaum como mandataria capitalina, con Harfuch en la cartera de Seguridad y al frente de una corporación policiaca de 80.000 elementos, la incidencia delictiva alcanzó mínimos históricos en los últimos 30 años. En la conferencia se proyectó una gráfica que, citando datos oficiales, mostraba que la cifra de homicidios relacionados con el crimen organizado se redujo 44% entre 2019 y 2022. Otra gráfica, sobre robo de vehículo sin violencia, señalaba una baja de 47% en el mismo periodo. “Es de las ciudades del mundo más seguras, por eso están llegando a vivir de otros países a la Ciudad de México”, ha resaltado López Obrador. “Esto fue muy notorio durante el Gobierno de la presidenta electa, cuando estuvo de jefa de Gobierno, y Omar Harfuch fue el encargado de la Seguridad Pública”, ha añadido.
El rápido ascenso de Harfuch ha sido controvertido. Su abuelo y su padre —Marcelino García Barragán y Javier García Paniagua— fueron importantes funcionarios de los gobiernos del PRI y colaboraron en las peores represiones de movimientos de izquierda. El propio Harfuch, entrevistado por este diario, ha recriminado que le carguen a él los muertos de sus ancestros. Pero las cuentas pendientes lo han perseguido. Las nuevas investigaciones sobre el caso Ayotzinapa sitúan al funcionario en las fechas y en la zona donde fueron desaparecidos los 43 normalistas, algo en lo que Harfuch ha negado tener responsabilidad. Hace casi cuatro años, fue víctima de un aparatoso atentado en una zona residencial de Ciudad de México, a manos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Luego, cuando intentó ser candidato al Gobierno de Ciudad de México, frente a Clara Brugada, recibió fuego amigo de parte del ala más ideológica de Morena, que desconfiaba de su perfil policiaco. Harfuch ganó la encuesta interna, pero, en un acuerdo político, cedió el triunfo a Brugada. En los hechos, ganó perdiendo. Se convirtió en senador y además tendrá las riendas de la seguridad nacional los próximos seis años, ya con la bendición del patriarca del partido.
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