Joaquín Guzmán López, el heredero en el ‘negocio’ del Cartel de Sinaloa que comenzó su carrera comprando cocaína en Colombia

El hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán inició muy joven sus actividades criminales y ascendió rápido en la escala de mando del cartel de su padre. EE UU ofreció cinco millones de dólares por información que permitiera su captura

Joaquín Guzmán López.DEA

El nombre de Joaquín Guzmán López ha acaparado la atención de la prensa estadounidense y mexicana desde que se informara de que fue detenido este jueves por las autoridades de Estados Unidos junto a Ismael El Mayo Zambada, el legendario líder del cartel de Sinaloa. Poco se conoce de la vida de Guzmán López, pero se sabe de él que ha sido un eficaz operador de esa agrupación criminal, una de las más temidas de México, de la que se considera “heredero” tras la detención de su padre, Joaquín El Chapo Guzmán, en 2017. El Departamento de Estado de Estados Unidos ha informado de que Guzmán López, de 38 años, “comenzó temprano” su carrera criminal y aprovechó las jugosas ganancias que recibía de su participación en el cartel “para invertir grandes cantidades de dinero en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia”.

El encarcelamiento de El Chapo permitió a sus hijos ascender en la escala de poder del Cartel de Sinaloa, centrado en actividades ilícitas como el tráfico de drogas, entre las que destacan la cocaína y el fentanilo, cuyo principal mercado es el territorio estadounidense. Ese cartel, considerado el más grande de México, opera con violencia en vastas zonas del norte del país y con mucha influencia en la frontera con Estados Unidos. Mantiene una disputa territorial con el igualmente violento Cartel Jalisco Nueva Generación.

Bajo el liderazgo criminal de El Mayo Zambada, los hijos de El Chapo han aumentado su poder e influencia en la agrupación. Junto a Guzmán López operan sus hermanos Jesús Guzmán Salazar, Iván Guzmán Salazar y hasta su captura Ovidio Guzmán López, el más conocido de ellos y tan famoso como su padre. Este fue detenido en enero de 2023 en un operativo llevado a cabo durante la madrugada en Culiacán, la ciudad norteña donde se creó el Cártel de Sinaloa. Fue el segundo intento de las autoridades mexicanas por detener al narcotraficante, después de un operativo fracasado de octubre de 2019, cuando lo retuvieron y soltaron a las pocas horas para frenar la escalada de violencia que desató su captura. Ovidio Guzmán López fue extraditado a Estados Unidos el pasado otoño.

La ficha de búsqueda de Joaquín Guzmán López.Gobierno EE UU

Hasta ahora, las autoridades de Estados Unidos no han dado mayor información sobre los detalles de la entrega de ambos criminales. El fiscal general Merrick Garland se ha limitado a informar de que “el Departamento de Justicia tiene en su custodia a dos supuestos líderes del cartel de Sinaloa, una de las más violentas y poderosas organizaciones del mundo”. El Mayo Zambada y El Chapo Guzmán son considerados dos de los narcotraficantes más poderosos de México y las autoridades a ambos lados de la frontera los habían buscado intensamente, tras señalarlos por varios delitos. El Departamento de Estado estadounidense ha informado de que “Zambada García es único porque ha pasado toda su vida adulta como un importante narcotraficante internacional, pero nunca ha pasado un día en la cárcel. Con el arresto, extradición, condena y sentencia de su compañero líder de facción del Cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, también conocido como Chapo Guzmán, Zambada García es el líder principal indiscutible del Cartel de Sinaloa”.

El Gobierno estadounidense había ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares por información que permitiera la captura de Joaquín Guzmán López, a quien había señalado como “un miembro de alto rango del Cartel de Sinaloa”. El Departamento de Estado ha informado de que Guzmán López desempeña funciones de mando y control de alto nivel de su propia organización de narcotráfico, conocida como Organización Criminal Transnacional Guzmán López, que funciona bajo el paraguas del Cartel de Sinaloa.

El Departamento de Estado ha asegurado que Guzmán López inició sus actividades criminales desde muy joven, “al heredar” las relaciones y contactos que tenía su hermano, ya fallecido, Edgar Guzmán López. “Tras la muerte de Edgar, Joaquín y Ovidio heredaron gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia”, ha señalado las autoridades estadounidenses. “También comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto a México mientras comenzaban a experimentar con la producción de metanfetamina”, ha agregado la institución.

Washington considera que los hermanos Guzmán López “supervisan” aproximadamente once laboratorios de metanfetamina en el Estado de Sinaloa, que producen aproximadamente entre 3.000 y 5.000 libras de metanfetamina por mes. “La metanfetamina se vende al por mayor a otros miembros de Sinaloa y a distribuidores con sede en Estados Unidos y Canadá”, afirman las autoridades estadounidenses. Los hermanos Guzmán López fueron acusados en abril de 2018 por conspiración para distribuir más de 5 kilogramos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y 1.000 kilogramos de marihuana, según el veredicto de un Gran Jurado Federal del Distrito de Columbia.

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