El día que Frida Kahlo inspiró a Madonna
La reina del pop conoció una obra de la pintora mexicana durante su adolescencia en un museo de Detroit, un suceso que la marcó de por vida
Madonna era adolescente cuando conoció por primera vez la obra de la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954) en un museo de Detroit, en su natal Míchigan (EE UU). Así lo ha contado la propia cantante estadounidense en entrevistas y lo ha mencionado recientemente en sus conciertos en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México —arrancó sus presentaciones el 20 y 21 de abril, ha continuado los días 23 y 24, y la última será este viernes 26—. El encuentro de ...
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Madonna era adolescente cuando conoció por primera vez la obra de la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954) en un museo de Detroit, en su natal Míchigan (EE UU). Así lo ha contado la propia cantante estadounidense en entrevistas y lo ha mencionado recientemente en sus conciertos en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México —arrancó sus presentaciones el 20 y 21 de abril, ha continuado los días 23 y 24, y la última será este viernes 26—. El encuentro de la reina del pop con una pintura de Frida la marcó de por vida. Podría decirse incluso que su visión del arte está basada en gran parte en esa conexión. “Amo a Frida Kahlo. Ella se buscaba a sí misma en sus cuadros y yo hago lo mismo con mis canciones”, decía Madonna a su público en un concierto en Ciudad de México en 2016. El pasado fin de semana le relataba a sus seguidores en el Palacio de los Deportes: “Fui al único museo que había de Diego Rivera en Detroit [el Instituto de las Artes de Detroit], pero estaba solo interesada en el pequeño cuadro de una mujer con cabello largo y grandes ojos. Leí su historia y me dio esperanza”.
Aunque Madonna no ha precisado a qué obra de Frida Kahlo se refiere, al menos hay dos que podrían encajar con su descripción: Raíces (1943), en la que Frida se retrata recostada con su cabellera negra entre grandes hojas verdes, algunas de ellas saliendo de su pecho y abdomen —existen versiones de que la cantante la adquirió en una subasta de manera secreta—, o también pudo tratarse de Henry Ford Hospital o La cama volando (1932), un cuadro iniciado en bocetos por la artista mexicana en Detroit, durante su convalecencia por un aborto espontáneo, que muestra a Frida en una cama de hospital, desnuda y con un manchón de sangre sobre la sábana. Alrededor de ella se observan tres símbolos flotando conectados a ella por un hilo rojo, entre ellos el bebé que perdió, y tres figuras más en el piso. Esta obra se encuentra en el Museo Dolores Olmedo de Ciudad de México.
Detroit fue una ciudad clave para Frida Kahlo y su esposo, el pintor y muralista mexicano Diego Rivera (1886-1957). Kahlo y Rivera se instalaron ahí a principios de la década de los treinta. Entre 1932 y 1933, él pintó los murales La industria de Detroit en el patio central del Instituto de las Artes local, inspirado por la relación entre la ciudad y la industria automotriz. El 4 de julio de 1932, Frida sufrió el aborto que dio origen a su óleo, después de considerar la recomendación de un médico para que siguiera adelante con su embarazo tras haber tenido que interrumpir otro previo, en 1930. El doctor Leo Eloesser argumentaba que era más conveniente conservar al bebé que practicar un aborto, a pesar de su condición física a causa de un accidente en tranvía en su adolescencia por el que había tenido lesiones múltiples en pelvis, clavícula, columna y una pierna.
Madonna nació en Bay City (Míchigan) en 1958, cuatro años después de la muerte de Frida Kahlo en 1954, a sus 47 años. El dolor es un elemento común en ambas. Frida por sus dolencias físicas y Madonna por el fallecimiento de su madre, a causa de cáncer, cuando tenía cinco años de edad. Por eso fue fundamental su descubrimiento de la obra de Kahlo cuando era adolescente. Fue un suceso previo a su mudanza de Detroit a Nueva York, en 1978, para buscar un futuro artístico, primero como bailarina y después como cantante. “[Frida] utilizó sus brazos y su pintura para transformar el dolor en belleza. Creció como una marginada y yo me puedo sentir identificada con eso. Si Frida Kahlo pudo soportar todo el dolor y el sufrimiento y seguir adelante creando obras maravillosas sin sentir pena por sí misma, [pensé que] yo también podía. Siempre ha sido una fuente de inspiración y una musa para mí”, aseguraba Madonna a Vanity Fair en 2023.
Homenaje de artista a artista
La influencia de Frida Kahlo en la reina del pop se puede apreciar en los vestuarios, en su estética en el escenario, en sus discursos y mensajes, y en la colección de obras que posee. El 6 de julio de 2019, por ejemplo, Madonna conmemoró en la red social X el natalicio de la artista mexicana, acompañando un mensaje —Happy Birthday, Frida Kahlo. Madame. Eternal muse (musa eterna)— con cuatro imágenes alusivas a la mexicana. Una de ellas es una versión del cuadro Las dos Fridas en la que aparece junto a la pintora.
En la portada del álbum Rebel Heart (2015) se ve a Madonna con un hilo negro enmarañado en el rostro, una imagen que se asemeja a una fotografía de Frida Kahlo en blanco y negro con un cuerda alrededor de la cara, distribuido en las mismas zonas: sobre las cejas, y alrededor de la nariz y de los labios.
En uno de sus conciertos en Ciudad de México en 2016, Madonna señaló a una Frida Kahlo entre el público y afirmó que los colores más bonitos eran los que ella pintaba, justo antes de cantar True blue, y también le dedicó Who’s that girl? La cantante tiene en su colección de arte al menos dos obras de Kahlo: Mi nacimiento y Autorretrato con mono, de acuerdo con el sitio Robb Report.
En una de sus presentaciones recientes en el Palacio de los Deportes, la diva del pop la ha elevado al papel de “madre” para sí misma y de espíritu animal.
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