López Obrador carga contra la ONU por el ‘caso Glas’: “Si no actúa, va a quedar como un florero”
El mandatario insiste en que México busca la expulsión temporal de Ecuador para sentar un precedente y zanja la polémica con el presidente Noboa: “No es ninguna frivolidad este asunto”
El presidente López Obrador se ha negado a responder a las declaraciones hechas por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en la que asegura no sentirse arrepentido por el asalto a la embajada mexicana en Quito, el pasado 5 de abril. “No hay ningún comentario, porque no es ninguna frivolidad este asunto”, ha dicho el mandatario mexicano este martes durante su conferencia matutina tras ser cuestionado por la respuesta de Noboa quien, además, le invitó en tono jocoso en...
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El presidente López Obrador se ha negado a responder a las declaraciones hechas por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en la que asegura no sentirse arrepentido por el asalto a la embajada mexicana en Quito, el pasado 5 de abril. “No hay ningún comentario, porque no es ninguna frivolidad este asunto”, ha dicho el mandatario mexicano este martes durante su conferencia matutina tras ser cuestionado por la respuesta de Noboa quien, además, le invitó en tono jocoso en esa misma entrevista “a comer ceviche y tacos en el momento en el que esté listo”. López Obrador, visiblemente molesto, ha zanjado el asunto y ha insistido en la expulsión temporal de Ecuador de las Naciones Unidas.
“Cero arrepentimientos”, respondió Daniel Noboa al cuestionamiento de una periodista de la televisión australiana SBS News, sobre el asalto a la embajada de México en Quito. La presentadora comenzó la entrevista al mandatario haciéndole la “pregunta obvia”, que Noboa complementa: “Pienso que estamos del lado correcto de la historia”. Además, cuando fue cuestionado sobre el escenario de una solución a esta crisis diplomática, Noboa responde: “Invitaré a López Obrador a comer un ceviche, y probablemente también podemos comer unos tacos y hablar, cuando él esté listo”.
El mandatario mexicano no ha querido ahondar en el asunto y ha insistido en que su Gobierno mantiene conversaciones para llevar a Ecuador ante el Tribunal Internacional de Justicia: “Que el Tribunal resuelva esto y que esa resolución pase a la asamblea general de Naciones Unidas, que se vote, se ponga a consideración de todos los países miembros. Y si se aprueba, que se aplique y que el consejo de la ONU no tenga derecho a veto”, ha explicado. “Porque si no se actúa así, la ONU va a quedar como un florero. Nada más de adorno”, sentenció.
López Obrador ha asegurado que el asalto de las fuerzas de seguridad ecuatorianas a la embajada mexicana, y las sanciones que deben emprenderse contra Ecuador, servirán como precedente para que no se vuelva a vulnerar el Derecho Internacional. “Nuestro planteamiento va orientado a que se expulse temporalmente, en tanto no haya una disculpa, y el compromiso de no repetición de Ecuador, y al mismo tiempo, que si esto vuelve a presentarse en cualquier país, exista ya un procedimiento”, dijo.
Además, el mandatario insistió en la importancia de la figura del asilo político y el derecho de los Estados a llevarlo a cabo con el respaldo del Derecho Internacional: “Los perseguidos por razones políticas deben de ser apoyados y protegidos. Es parte de nuestra tradición de política exterior y eso se tiene que defender”, aseguró.
Las imágenes del asalto a la embajada mexicana en Quito, desde el interior del recinto, fueron reveladas por el propio López Obrador en su conferencia matutina la semana pasada. La grabación muestra a una docena de policías con armas largas ingresar a la sede saltando los muros y derribar la puerta de acceso. Una vez dentro, se les puede ver maltratando y apuntando con armas a los funcionarios mexicanos mientras sacan a rastras al exvicepresidente Jorge Glas. La brutalidad de la irrupción incluso hizo cambiar la posición tibia que había tenido Estados Unidos hacia el asalto, y llevó al Gobierno de Joe Biden a condenar lo sucedido.
El Gobierno de Ecuador ha argumentado que la decisión de entrar a la fuerza a la Embajada es porque Glas tiene dos condenas en firme por las que debe pasar ocho años en prisión, de los cuales solo ha cumplido cinco. “Jorge Glas tuvo una sentencia, un juicio justo. Y tenía que estar en la cárcel. Eso es lo que determinó nuestra justicia”, respondió Noboa. “No me arrepiento de nada”, insistió.
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