China aprieta el acelerador en el mercado automotriz mexicano: “El objetivo a largo plazo es Estados Unidos”

Uno de cada cinco vehículos vendidos en México el año pasado se produjo en el país asiático. Las ventas importadas desde Pekín crecieron un 50% en 2023. Marcas como Changan, JMC, Chirey o Jetour van en ascenso

1.700 automóviles en el puerto de Lianyungang (China), antes de ser transportados a México, en mayo de 2023.Wang Chun (Getty Images)

Los vehículos fabricados en China aceleran su paso en el mercado mexicano. Las armadoras localizadas en territorio chino han encontrado en México un mercado atractivo para desembarcar. De acuerdo con las cifras oficiales, un 20% de los vehículos ligeros vendidos el año pasado en el país latinoamericano fueron importados desde China, equivalente a 273.592 unidades, lo que supone, además, un crecimiento del 50% respecto a 2022. Por ahora, la importación de vehículos desde China proviene, principalmente, de marcas occidentales que tienen en ese país sus plantas de manufactura. Así, los autos envi...

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Los vehículos fabricados en China aceleran su paso en el mercado mexicano. Las armadoras localizadas en territorio chino han encontrado en México un mercado atractivo para desembarcar. De acuerdo con las cifras oficiales, un 20% de los vehículos ligeros vendidos el año pasado en el país latinoamericano fueron importados desde China, equivalente a 273.592 unidades, lo que supone, además, un crecimiento del 50% respecto a 2022. Por ahora, la importación de vehículos desde China proviene, principalmente, de marcas occidentales que tienen en ese país sus plantas de manufactura. Así, los autos enviados son de General Motors, Ford, Chrysler, BMW o Renault. Sin embargo, poco a poco la presencia de marcas propiamente chinas en México también ha ido en ascenso. Entre los nombres que aterrizaron en los últimos tres años figura: Changan, JMC, Chirey, Jaecoo, Jetour, entre otras.

México es el séptimo productor de automóviles a nivel mundial y el 90% de su producción se destina a exportación, principalmente a Estados Unidos. De acuerdo con los datos del sector, en 2023, el país envió al exterior 3,3 millones de unidades, un crecimiento del 15% respecto a 2022. Además, las automotrices en el país ensamblaron un total de 3,7 millones de vehículos el año pasado, 14% más en comparación al año previo.

Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), explica que precisamente debido a que el 90% de la producción mexicana viaja al extranjero, México importa vehículos para abastecer al mercado importado. Según sus cifras del total de los vehículos que se venden en México, el 66% son modelos importados y el resto se ensamblan en el país. Las ventas de autos en la segunda economía latinoamericana se elevaron un 24,4% durante el 2023, con la comercialización de 1,3 millones de vehículos. “Tenemos una perspectiva positiva en el mercado interno, para este año estamos calculando un alza del 7% respecto al año pasado ante el crecimiento económico y la perspectiva de una baja de tasas de interés, incluso, podríamos pensar en llegar a los 1,5 millones de unidades vendidas”, pronostica Rosales.

Autos eléctricos de la marca china BYD expuestos en un centro comercial en Ciudad de México.Mariceu Erthal (Bloomberg)

Aunque por ahora las grandes marcas occidentales siguen liderando este flujo comercial entre México y China, cada vez crece más el interés de marchas chinas por desembarcar en México no solo como vendedor, sino ahora como armador. El fabricante chino de automóviles eléctricos BYD está buscando sitio para una nueva planta en México. Los Estados de Nuevo León, Jalisco e Hidalgo ya han alzado para ofrecer algún descampado para que el mayor fabricante de autos eléctricos chino aterrice en el territorio nacional. De acuerdo con Reuters, este nuevo centro de producción buscará impulsar las ventas de la compañía en el mercado local con una capacidad anual de 150.000 autos.

BYD lleva menos de 12 meses comercializando automóviles en el país. De acuerdo con Bloomberg, Roberto Arechederra Pacheco titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) del Gobierno de Jalisco, indicó en entrevista que la empresa china envió una delegación de ejecutivos que hace unos días se reunieron con funcionarios estatales. “La empresa hizo un análisis muy profundo de cuántos centros educativos hay, volúmenes de población cercanos a los lugares donde podrían poner su planta”, dijo el funcionario estatal a la agencia.

José Zozaya, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) admite que en el sector ya es una recurrente escuchar del interés de las amadoras chinas por construir una armadora en México. “No hemos visto cuajada ninguna inversión de alguna empresa, qué bueno que haya ese apetito, ojalá ya se traduzca en una inversión que genera buenos empleos”, refiere. El especialista en el sector, apunta que la incursión de marchas chinas en el mercado mexicano forma parte de una tendencia global ante la necesidad de los productores asiáticos de encontrar nuevos mercados en Oriente Medio y Latinoamérica.

El titular de la AMIA reconoce que la incursión de autos chinos en México han cambiado las dinámicas de comercialización con una competencia más frontal en precios respecto a sus contrapartes occidentales. “Han afectado al mercado mexicano, obviamente en precios más atractivos, modelos y diseños muy atractivos y garantías extendidas, es una forma de irse comprando, el mercado crezca”, menciona. Zozaya reconoce que en esta avanzada de autos chinos en el mercado mexicano aún se debe afinar la cadena de proveeduría de autopartes para no sufrir retrasos con sus clientes de meses, como ha ocurrido en otras partes del mundo.

Para el empresario del sector automotriz y exsecretario de Economía de Nuevo León, Fernando Turner, el interés de BYD y otras empresas asiáticas de autopartes ven en México un mercado pujante que puede ser punta de lanza en el mercado latinoamericano. No descarta la tesis de que los movimientos chinos se enmarquen en la estrategia de triangular los flujos comerciales hacia EE UU vía México para evitar las restricciones impuestas por Washington: “El objetivo puede ser EE UU, pero a largo plazo”. Turner advierte en todo caso que no será tan sencillo que las armadoras chinas ingresen en gran escala al mercado estadounidense porque ellos cuentan con muchas medidas de protección para sus productores nacionales.

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