El asesinato de seis estudiantes en Celaya que sigue impune
Han pasado 100 días desde el asesinato de un grupo de jóvenes que viajaba hacia Guanajuato y hasta el momento no hay ninguna sentencia
El 3 de diciembre de 2023, un grupo de jóvenes viajaba del Estado de Querétaro hacia la ciudad de Celaya, en Guanajuato. Avisaron a sus padres que iban de regreso a casa, pero en el camino fueron asesinados a tiros: Eduardo Freire, Pedro Mateos, Bryan Amoles, Giovanni Juárez y los hermanos Fabián y Jesús Orozco Mateos.
En medio de una cascada de notas sobre los pormenores en la manera en la que habían sido asesinados estos jóvenes, la periodista de este...
El 3 de diciembre de 2023, un grupo de jóvenes viajaba del Estado de Querétaro hacia la ciudad de Celaya, en Guanajuato. Avisaron a sus padres que iban de regreso a casa, pero en el camino fueron asesinados a tiros: Eduardo Freire, Pedro Mateos, Bryan Amoles, Giovanni Juárez y los hermanos Fabián y Jesús Orozco Mateos.
En medio de una cascada de notas sobre los pormenores en la manera en la que habían sido asesinados estos jóvenes, la periodista de este diario, Beatriz Guillén, tres días después de su muerte nos contó quiénes eran, qué les gustaba hacer y cuáles eran sus sueños, en esa misma nota, el último párrafo recogía las ya clásicas enérgicas condenas y la promesa de que estos crímenes no quedarían en la impunidad. Así lo consignaba la reportera: “El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue, ha escrito en sus redes sociales: ‘Ante los condenables hechos ocurridos en la región Laja-Bajío, donde cobardemente han arrebatado la vida de cinco jóvenes, he instruido a las instituciones estatales de seguridad implementar un operativo exhaustivo con apoyo de las dependencias federales y municipales para reforzar la seguridad en la región y dar con los responsables lo antes posible, estos actos no quedarán impunes’. En la misma línea, el alcalde de Celaya, Javier Mendoza, quien ha pedido en un video a la Fiscalía que “trabaje a marchas forzadas, para llevar ante la justicia a quienes perpetraron este artero y cobarde crimen”. Gobernador y alcalde “indignados y comprometidos”.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ni eso, él los revictimizó al asegurar en su conferencia matutina que habían acudido a comprar droga en un territorio dominado por un cártel opositor al que le compraron, y que fue por eso que los asesinaron. Una de las declaraciones más miserables de su sexenio.
100 días después, el multihomicidio sigue impune.
El 20 de diciembre la Fiscalía informó de la detención de uno de los autores materiales, Francisco Omar ‘N’ alias “Verdus”, quien una semana después fue vinculado a proceso, pero no por esta masacre, sino por otro homicidio cometido 11 días antes. De manera que actualmente está en prisión preventiva esperando sentencia. Así que por increíble que se lea, el único detenido no ha recibido sentencia y no hay más detenciones.
Tampoco ha llegado la disculpa ni rectificación del presidente López Obrador y supongo que pasarán 100 días más y otros 100 más y no llegará.
Poco más de tres meses después nadie quiere hablar, la única familia que ha abierto parcialmente el diálogo es la del joven Eduardo Freire, sin embargo, solicitaron omitir sus hombres por motivos de seguridad.
Sobre los apoyos federales prometidos a las familias, me dicen que no han recibido ninguno, “sí nos han dado apoyo, pero solo las autoridades estatales, las federales no nos han dicho nada“, respondieron de manera conjunta. Confirmaron que la Fiscalía los ha convocado a audiencias y les dio acceso a la carpeta de investigación, en la que se detallan las líneas e hipótesis sobre el crimen, “pero por temas de seguridad no podemos revelar nada”, me dijeron.
Sus vidas dieron “un giro de 180 grados” aquel 3 de diciembre, me cuentan: se volvieron más unidos, hoy mantienen un contacto permanente y procuran hacer más actividades juntos. “Siendo completamente sinceros, nos encontramos tristes; en días ausentes, enojados, otros días con resentimiento y a ratos tranquilos”, me dijeron en un mensaje consensuado entre todos.
José Eduardo tenía 22 años, cursaba su último semestre de Medicina, estaba a punto de empezar su servicio social. Su proyecto de vida era ser Médico internista en Terapia intensiva, pero también planeaba tener un albergue para perros; quería tener tres hijos y viajar por el mundo, en especial a los parques temáticos de Star Wars y Harry Potter, cuenta su familia.
Lo recuerdan como un hijo ejemplar, “que nunca dio problemas en ningún sentido”. Un hermano lleno de amor y un excelente estudiante: siempre en cuadros de honor por sus calificaciones.
“Deseamos que Lalito sea recordado tal cual fue en vida: una persona bondadosa, amorosa con su familia y amigos, dispuesto a ayudar a quien ayuda le pidiera, lleno de metas y proyectos por alcanzar, estamos seguros que a quien le pregunte estará de acuerdo con que recuerda a Lalito con una sonrisa”.
En la cuenta de Facebook de Eduardo Freire hay una fotografía suya del año 2020 con la leyenda “Nací para cuidarlas, no para matarlas”. Tres años después fue asesinado.
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