Las iglesias cristianas en el sur de México cierran sus puertas ante la violencia
El acoso de los grupos criminales hacia la población ha obligado a los líderes religiosos a suspender o reducir sus actividades
En al menos 10 municipios de la frontera sur de México, las iglesias cristianas se han visto obligadas a cerrar debido a la violencia. El presidente de la Asociación de Pastores Evangélicos en Tapachula, Gamaliel Fierro Martínez, ha denunciado que la población en ciertas zonas de Chiapas vive un hostigamiento generalizado de los grupos de crimen organizado.
La violencia ha hecho que algunas iglesias que operaban toda la semana tengan actividades un solo día y eviten hacer eventos al caer la noche. Municipios de la sierra como Motozintla, Mazapa de Madero, El Porvenir y Bellavista también se han visto afectados por el cierre de los templos.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país