Desaparecidos dos mexicanos y un estadounidense en Nuevo León
Los tres hombres, de entre 37 y 68 años, viajaban en una camioneta por el municipio de Los Ramones el pasado 19 de julio. No hay información de ellos desde entonces
Dos mexicanos y un estadounidense desaparecieron el pasado 19 de julio en el municipio de Los Ramones, a unos 80 kilómetros de Monterrey (Nuevo León), según informó la Fiscalía en los últimos días. Los tres hombres viajaban por una autopista en una camioneta Ford Lobo negra el día de su desaparición; y desde entonces no ha habido ninguna información sobre ellos.
Las fichas compartidas por el Ministerio Público muestran las fotos de los tres desaparecidos: la imagen...
Dos mexicanos y un estadounidense desaparecieron el pasado 19 de julio en el municipio de Los Ramones, a unos 80 kilómetros de Monterrey (Nuevo León), según informó la Fiscalía en los últimos días. Los tres hombres viajaban por una autopista en una camioneta Ford Lobo negra el día de su desaparición; y desde entonces no ha habido ninguna información sobre ellos.
Las fichas compartidas por el Ministerio Público muestran las fotos de los tres desaparecidos: la imagen de Julio César García (de 37 años y con nacionalidad mexicana), la foto de Andrés González (40 años, estadounidense) y la última de Sigifredo Baltazar González (68 años, mexicano). Las autoridades no han informado hasta el momento la fecha y el lugar de nacimiento concretos de los desaparecidos.
Los Ramones es un municipio de alrededor de 5.400 habitantes —según el censo de 2020—, una cifra pequeña respecto al área metropolitana de Monterrey, que concentra buena parte de la población de Nuevo León —cerca de 5,8 millones de personas—. La cercanía del Estado con la frontera estadounidense es un factor de desarrollo del crimen organizado, que ve en el vecino al norte de la frontera como una ventana de oportunidades para distribuir el negocio del narcotráfico. Un gran mercado de más de 330 millones de personas.
La zona metropolitana de Monterrey no se ha librado de la violencia de los grupos armados. Muestra de ello fue la toma a la fuerza de un rancho de Salinas Victoria (13.000 personas) por parte de una de estas formaciones, que abrió fuego contra un grupo de policías. Los agresores huyeron del lugar, y se escondieron en una propiedad de Villaldama. El municipio está ubicado en el trascurso de la conocida como la “carretera de la muerte”, un camino que conecta a Monterrey y Nuevo Laredo (Tamaulipas) y que fue utilizado por un grupo armado del Cartel del Noreste en sus tanteos de otros territorios.
Pero ese solo es uno de los sucesos que ha embarrado al Estado. La aparición de seis cuerpos tirados junto a un paredón en Apodaca, al norte de Monterrey, despertó el descontento de la opinión pública. Las autoridades encontraron un panorama de tortura a su llegada: cinco de los asesinados estaban maniatados y tres tenían las cabezas cubiertas con camisetas. Todas estaban sin vida.
Las desapariciones se han vuelto un factor común en México. El país superó el año pasado la cifra simbólica de 100.000 desaparecidos desde 1964, cuando comenzó el recuento. La organización Justicia por los desaparecidos en Nuevo León apunta a que el número en el Estado la cifra es de 6.234. De ellos, el 69% desaparecieron en nueve de sus municipios: Apodaca, Cadereyta Jiménez, García, Escobedo, Guadalupe, Monterrey, San Nicolás, San Pedro y Santa Catarina.
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