Frida Kahlo: el accidente, su inspiración y el legado al mundo del arte
La mexicana realizó más de 150 obras y tuvo como inspiración a grandes artistas como El Bosco y Brueghel, El Viejo
Frida Kahlo es una de las artistas más famosas de México y se ha convertido en un ícono de la cultura pop. Su historia se cuenta en pinturas, exposiciones internacionales, libros, su casa y su estudio hechos museos, e incluso en souvenirs que se venden por doquier.
Nacida en Ciudad de México, en la conocida Casa Azul, fue hija del fotógrafo alemán Wilhelm Kahlo (Guillermo Kahlo) y de Matilde Calderón. La pintora escribió en su diario que había nacido en 1910 por lo que, decía, era una hija...
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Frida Kahlo es una de las artistas más famosas de México y se ha convertido en un ícono de la cultura pop. Su historia se cuenta en pinturas, exposiciones internacionales, libros, su casa y su estudio hechos museos, e incluso en souvenirs que se venden por doquier.
Nacida en Ciudad de México, en la conocida Casa Azul, fue hija del fotógrafo alemán Wilhelm Kahlo (Guillermo Kahlo) y de Matilde Calderón. La pintora escribió en su diario que había nacido en 1910 por lo que, decía, era una hija de la Revolución; sin embargo, su fecha de nacimiento es el 6 de julio de 1907. De acuerdo con el Museo Frida Kahlo, la artista recordaba que en la Casa Azul se daba auxilio a los heridos en la guerra mexicana.
Su padre, quien era fotógrafo y pintor, se convirtió en un ejemplo para la artista y se hicieron sumamente cercanos. Guillermo Kahlo sufría de episodios epilépticos y cuando a los seis años Frida padeció polio, su padre fue quien la cuidó. Lo mismo cuando tuvo el accidente en autobús que marcó su vida y sus padecimientos de la columna. Frida lo describe en su diario como un ejemplo de ternura y trabajo, y sobre todo, dice, de comprensión.
Kahlo fue la tercera de cuatro hermanas. Quería estudiar Medicina y fue una de las 35 mujeres aceptadas por la Escuela Nacional Preparatoria, al lado de 2.000 hombres. Durante esos años escolares conoció a Alejandro Gómez Arias, quien además de ser su pareja, fue con quien Kahlo discutía y se interesaba en las clases sociales y el levantamiento del pueblo. Ambos forman parte del grupo estudiantil “Las Cachuchas”. Al mismo tiempo, pasa sus ratos libres en el estudio de su padre, en donde aprende a colorear fotografías con pincel.
La militancia de Kahlo siempre estuvo presente, como cuando, muchos años más tarde, le dio asilo al político y líder ruso León Trotsky. Después de que el español Ramón Mercader lo asesinara, Frida Kahlo y Cristina Kahlo, su hermana, deben pasar dos días en la cárcel tras horas de interrogatorios.
El accidente que marcó su arte
Mientras Alejandro y Frida viajaban en autobús, el 17 de septiembre de 1925, un tranvía chocó contra ellos. En este accidente un tubo de hierro atravesó su cadera y pelvis. La gravedad del siniestro fue tal que tuvieron que envolverla en yeso y vendas para que sus múltiples fracturas sanaran.
Debido a sus heridas y parálisis, debía permanecer en cama. Estuvo un mes internada en la Cruz Roja. Fue entonces cuando comenzó a pintar con mayor frecuencia. Sus amigos elogiaban su trabajo y ella les obsequiaba sus lienzos que en ese entonces no tenían ningún valor. La pintora afianzó su trabajo y realizó innumerables autorretratos que más tarde serían la esencia de su trabajo.
Tres años después del accidente, en 1928, Frida pudo dejar la cama y comenzó a frecuentar círculos de debate político en los que se encontró con la fotógrafa Tina Modotti y Diego Rivera, quien para ese entonces ya era un pintor de renombre.
Cuenta una de las anécdotas de sus primeros encuentros que Frida Kahlo buscó a Diego Rivera para que criticara sus pinturas. Después de que Diego le pidiera que pintara un cuadro, el famoso artista le dijo que tenía talento. Tan solo un año después de conocerse contrajeron matrimonio.
La maternidad
La pareja de artistas vivía en Cuernavaca, en el Estado de Morelos. Debido a su accidente tenía una alta posibilidad de morir y tener un embarazo de alto riesgo. En agosto de 1929, al quedar embarazada, Kahlo resuelve que lo mejor es abortar.
En una segunda ocasión, los médicos le presentan como opción una cesárea, pero tras perder al bebé, pinta un cuadro inconcluso en el que retrata a Diego, el procedimiento médico y ella en el centro con un bebé en su vientre. En 1934 tiene un tercer aborto. En ese año además, la hospitalizan para sacarle el apéndice y curarle unas úlceras que tenía en su pie enfermo.
La imposibilidad de tener hijos es uno de las temáticas recurrentes en su obra. La artista se muestra doliente y retrata también fetos y niños nonatos que reflejan sus pensamientos constantes. La obra ‘Moisés’, acreedora a una mención honorífica de la presidencia de México y la Secretaría de Educación Pública, muestra dos infantes en el centro, uno antes de nacer y otro recién nacido. Su obra ‘Hospital Henry Ford (La cama volando)’, que llevaba como primer titular ‘El deseo perdido’ también muestra el trauma de su segundo aborto.
Su legado en el arte
Con más de 150 obras, la pintora es conocida por sus autorretratos y escenas que André Breton intentó clasificar como surrealistas y que Frida Kahlo negó al decir que eran simplemente escenas de su vida. La impresión de Breton fue tal que ofrece promover el arte de Kahlo en todo el mundo.
Su obra se exhibió por primera vez en la Galería de Arte de la Universidad Nacional Autónoma de México y su primera exposición individual la realizó en la galería Julien Levy en Nueva York en 1938, bajo la curaduría de André Breton, en la cual, logra vender varias de sus obras y tiene muy buenas críticas en los medios.
Un año más tarde expuso en París, también invitada por André Breton, como parte de la exhibición Mexique que tuvo lugar en la Galería Colle. Ahí conoce más sobre las vanguardias europeas y a los allegados del surrealista. Uno de ellos, Marcel Duchamp, le abre las puertas de la galería Renou et Colle, donde expone junto a las fotografías de Manuel Álvarez Bravo.
La coleccionista de arte Peggy Guggenheim también la invita a exponer en Londres; sin embargo, el inminente estallido de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, hace que Kahlo abandone Europa para regresar a México. La Guerra estalla en septiembre, seis meses después del ofrecimiento de Guggenheim.
El museo Louvre adquirió su obra ‘Autorretrato: El Marco’ y en 1941 expone en el Instituto Contemporáneo de Arte en Boston. Un año después presenta su obra en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, donde ahora se encuentra ‘Autorretrato con pelo cortado’.
Fue hasta 1953 que se expusiera de manera individual la obra de Frida Kahlo en México. Organizada por la fotógrafa Lola Álvarez Bravo, Kahlo llega a la Galería de Arte Contemporáneo en ambulancia y participa acostada en una cama de hospital. En ese año su salud estaba sumamente deteriorada pero la pintora no quería perderse la exposición. Para ese entonces, Kahlo ya había impartido clases en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura “La Esmeralda”, había expuesto en el Museo de Arte de Filadelia y en la galería Arte de este siglo con otras mujeres artistas bajo la curaduría de Peggy Guggenheim, además había ganado una mención honorífica de la presidencia de la República y la Secretaría de Educación Pública por su obra ‘Moisés’.
La inspiración de Frida Kahlo
En una de las páginas de su diario, la pintora habla de El Bosco y Brueghel El Viejo, quienes quizás, fueron su verdadera inspiración para sus cuadros: “Hyeronymus Bosch murió en Hertongenbosch año 1516, pintor maravilloso. Quizás nació en Aachen. Me inquieta mucho que no se sepa casi nada de este hombre fantástico de genio. Casi un siglo después (menos) vivió el magnífico Brueghel, El Viejo, mi amado”.
Entre sus pinturas más famosas destacan ‘Las dos Fridas’, ‘Unos cuantos piquetitos’, ‘Viva la vida’, ‘La columna rota’, ‘Mi nana y yo’, “El autobús’, ‘La venadita’ o ‘Autorretrato como tehuana’.
Sus últimos días
Frida Kahlo falleció el 13 de julio de 1954. Antes ya había sido llevada a cirugía por sus problemas de columna. En el 50 tiene siete intervenciones y le amputan dos dedos del pie derecho. Los últimos años de su vida permanece en cama. Amigos y compañeros del mundo artístico y del espectáculo, como Dolores del Río, María Felix o Jorge Negrete, la visitan con frecuencia, mientras ella continúa pintando y vendiendo su obra.
Las últimas palabras que escribió en su diario fueron: “Gracias a las enfermeras, a los camilleros, a las afanadoras y mozos del Hospital Inglés. Gracias al Dr. Vargas a Navarro, al Dr. Polo y a mi fuerza de voluntad. Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.
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