Jaime Lozano, un bombero para apagar las llamas de la selección mexicana
El entrenador, de 44 años y ganador de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos, asume el cargo de seleccionador tras el despido de Diego Cocca
Uno de los lugares comunes dice que el fútbol pone las cosas en su lugar con el tiempo. Y el balón le debía su sitio a Jaime Lozano (Ciudad de México, 44 años). Como futbolista tocó el cielo con los Pumas de la UNAM al ganar un bicampeonato que aún resuena por Ciudad Universitaria e incluso pudo levantar el trofeo Santiago Bernabéu frente al Real Madrid en 2004. En el tope de su carrera era asiduo en las convocatorias de la selección mexicana con ...
Uno de los lugares comunes dice que el fútbol pone las cosas en su lugar con el tiempo. Y el balón le debía su sitio a Jaime Lozano (Ciudad de México, 44 años). Como futbolista tocó el cielo con los Pumas de la UNAM al ganar un bicampeonato que aún resuena por Ciudad Universitaria e incluso pudo levantar el trofeo Santiago Bernabéu frente al Real Madrid en 2004. En el tope de su carrera era asiduo en las convocatorias de la selección mexicana con Ricardo La Volpe, pero en el último corte fue rechazado para jugar el Mundial de Alemania. Era su Mundial. Eso fue un punto de quiebre del que no pudo volver a los planos internacionales. A los 35 años se retiró.
Cuatro años más tarde, Lozano regresó al fútbol, pero ya con su título como entrenador. Empezó como el becario de Manuel Vucetich en el Querétaro. Se ganó ese lugar al ser campeón con la división sub 20 de los Gallos y cuando despidieron a Vucetich, Lozano se quedó al frente de los queretanos en 2017. “No es fácil darle oportunidad a gente joven, no hay técnicos mexicanos hoy en día”, contó por aquellos días. En julio de 2017, los pupilos del joven Lozano ganaron la Supercopa frente al América. Parecía ser un buen augurio para Jimmy. Solo fue un grato inicio para un pésimo final: el club le despidió después de tener al club en el penúltimo lugar con solo dos triunfos, cinco empates y siete derrotas. El Querétaro ha seguido, hasta la fecha, en una espiral de malos resultados.
Yon de Luisa había asumido como presidente de la Federación Mexicana de Fútbol en 2018 y después de nombrar a Tata Martino como su seleccionador, buscó darle identidad mexicana a los equipos juveniles. Le encargó a Lozano hacerse cargo con el equipo que quería llegar a los Juegos Olímpicos. Se hizo cargo de una base de jugadores promisorios que consiguieron la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos en Lima en 2019. Un año más tarde, el Tri ganó el torneo clasificatorio a los Olímpicos en los penaltis y también se quedaron con el tercer lugar en el torneo Maurice Revello, en Francia.
La Federación Mexicana le brindó el apoyo para tener de refuerzo en la portería a Guillermo Ochoa. En Tokio 2020, los mexicanos tumbaron a Francia (4-1) en la fase de grupos y llegaron hasta las semifinales. Brasil les amargó la pelea por el oro contra España, pero los de Lozano consiguieron el bronce al ganar 3-1 Japón.
Cuando Tata Martino se aferró al último día de su contrato como entrenador de la selección mayor pese a fracasar en Qatar, empezaron los candidatos a sucederle. Los directivos tenían en mente elegir a un estratega mexicano que conociera las vestiduras de los jugadores. El nombre de Jaime Lozano estuvo sobre la mesa, también el de Miguel Piojo Herrera, Ignacio Ambriz, Marcelo Bielsa o Guillermo Almada. El comité de selecciones nacionales, con Rodrigo Ares de Parga, eligió a un inesperado candidato, Diego Cocca, quien se subió a la lista y lo ganó todo pese a la molestia de los dueños de los clubes.
En más de cuatro meses, Cocca perdió el control de la selección mexicana. Los jugadores veían de soslayo sus estrategias defensivas que poco ayudaban. Se aferró a sus ideas, forzó la duración de los entrenamientos y rompió al vestidor. Tras la derrota 3-0 ante EE UU, los jugadores se replantearon seguir con el Tri de cara a la Copa Oro, que arranca este domingo 25 de junio. El presidente comisionado de la federación, Juan Carlos Rodríguez, esperó cuatro días para despedir a un errático Cocca.
Rodríguez le pidió a Lozano ser el entrenador interino. Jimmy lo aceptó de inmediato. De los futbolistas que están listos para jugar la Copa Oro, 11 coincidieron con él durante los Juegos Olímpicos y fueron quienes lo despidieron con vítores en 2021. Tuvo un breve paso por Necaxa, un club de media tabla en los últimos años, sin muchos reflectores y se dio un tour para ver los entrenamientos de Pep Guardiola, Xavi y de Rafa Márquez en el Barcelona. Todo lo anotó, todo lo analizó.
Jaime Lozano, hijo de la actriz Ana Bertha Espín y confeso fan de Roger Federer, ha dejado de lado sus planes de seguirse preparando en Europa para tomar las riendas de una selección mexicana que busca a toda costa la redención. Después de ocho años, un entrenador mexicano vuelve a dirigir el conjunto nacional de su país.
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