Checo Pérez, otra estrella latina con brillo en Miami
El piloto mexicano suma su podio número 30 y mantiene la huella latinoamericana en la Fórmula 1
Miami se transformó, de nuevo, en otra franquicia mexicana. Si en el Gran Premio de Austin las tribunas se pintaban de tricolor, en el paraíso de Florida el consentido mayor fue Checo Pérez. No es para menos, es la única conexión latinoamericana entre el pelotón de pilotos de la Fórmula 1. El piloto mexicano supo responder con...
Miami se transformó, de nuevo, en otra franquicia mexicana. Si en el Gran Premio de Austin las tribunas se pintaban de tricolor, en el paraíso de Florida el consentido mayor fue Checo Pérez. No es para menos, es la única conexión latinoamericana entre el pelotón de pilotos de la Fórmula 1. El piloto mexicano supo responder con una pole position el sábado y un segundo lugar en el podio, algo que le mantiene a distancia de Verstappen.
El año pasado, en el estreno de Miami como sede de la F1, Pérez recibió en su garaje a Bad Bunny. Este año tuvo un breve encuentro con el DJ Tiësto, con el extenista argentino Juan Martín del Potro e intercambió camisetas con el quaterback de Kansas City Chiefs, Patrick Mahomes. Desde Guadalajara, el boxeador Saúl Canelo Álvarez, tras ganar su pelea, le deseó buena suerte al mexicano en el pico de mayor audiencia en la televisión. La checomanía se encendió desde 2021 cuando pudo ganarse un asiento en el competitivo equipo de Red Bull. Todos querían un poco del mexicano, a quien la escudería le encomendó ser la figura para promocionar su línea de ropa exclusiva de Miami, como esa gorra rosada con blanco que también recordaba, sin intención, a sus momentos en Force India.
La huella de Pérez recuerda a los grandes latinoamericanos en el campeonato como los legendarios Juan Manuel Fangio, los brasileños Ayrton Senna, Nelson Piquet y Felipe Massa o al colombiano Juan Pablo Montoya, con quien el mexicano comparte récords. Tanto Montoya como el piloto tapatío tienen siete victorias y 30 podios ganados. El de Red Bull se ha mantenido como piloto de la máxima categoría del automovilismo durante 13 años y, según cuenta el propio Pérez, “mi carrera es como el vino, cada vez mejor”. Su anhelo sigue intacto: ser campeón mundial. ¿El obstáculo? El mejor piloto de los últimos dos años: Max Verstappen.
La Fórmula 1 y Red Bull han empleado a Checo Pérez como embajador en las carreras en América. El año pasado fue, junto a Hamilton, uno de los pilotos que dieron una exhibición en The Strip, la mítica avenida de Las Vegas, donde se realizará por primera vez una carrera el próximo 18 de noviembre. El Gran Premio de Ciudad de México, a correrse el 29 de octubre, ha sido la carrera que sirve de pleitesía en honor a su piloto. El evento agotó ya todas sus entradas en las primeras horas de venta hace un año.
La euforia por Checo Pérez se dejó ver en las tribunas del circuito en Miami. En los minutos previos a la carrera, los organizadores presentaron a los pilotos como si fueran jugadores de fútbol americano con porristas y humo. Cuando le tocó al piloto latinoamericano, la ovación se combinó con un “¡Viva México!”, que lanzó el presentador. Durante la ceremonia de premiación, Pérez se llevó los aplausos, Verstappen se quedó con abucheos tras aquel incidente en Brasil, donde el bicampeón se negó a cederle el puesto a su compañero. Los checolivers no perdonan.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país