Cárdenas Batel: “Mi relación con el presidente es muy buena, de confianza”
El nieto del general e hijo de Cuauhtémoc Cárdenas asegura que su renuncia como asesor de López Obrador es solo “un cambio de ciclo”
Lázaro Cárdenas Batel ha asegurado esta mañana que su renuncia al frente de los asesores del presidente López Obrador se debe a “un cambio de ciclo”, en absoluto a un desencuentro político con el presidente. “Cumplí un ciclo, le agradezco al presidente su confianza y la oportunidad de colaborar en el Gobierno”, ha dicho en el Monumento a la Revolución, donde cada 18 de marzo la familia Cárdenas visita la tumba del general, ...
Lázaro Cárdenas Batel ha asegurado esta mañana que su renuncia al frente de los asesores del presidente López Obrador se debe a “un cambio de ciclo”, en absoluto a un desencuentro político con el presidente. “Cumplí un ciclo, le agradezco al presidente su confianza y la oportunidad de colaborar en el Gobierno”, ha dicho en el Monumento a la Revolución, donde cada 18 de marzo la familia Cárdenas visita la tumba del general, al que hoy se conmemora con motivo de la nacionalización del petróleo cuando fue presidente en la década de los Treinta.
Esta semana se conoció qué Cárdenas Batel abandonaba a su puesto como coordinador de los asesores de la Presidencia del Gobierno para desempeñarse como enviado de México en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La renuncia se interpretó de inmediato como un enfado político por las declaraciones de López Obrador contra su padre, Cuauhtémoc Cárdenas, de quien el presidente dijo días antes que era su “adversario” político en la medida en que había participado en una plataforma de oposición al Gobierno vinculada con Movimiento Ciudadano. Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del general, es el gran referente de la izquierda mexicana y su carrera política siempre corrió en paralelo a la de López Obrador en el PRD. Ambos líderes han declarado que mantienen una buena relación a pesar de la polémica. Pero la salida de Cárdenas Batel del gobierno se consideró una consecuencia de esta polémica. Él mismo lo ha negado esta mañana. Asegura que la coincidencia de su salida con ese agravio del presidente hacia su padre no ha sido más que “una casualidad de la vida”.
Sonriente, a la salida del Monumento a la Revolución, ha atendido a los medios de comunicación, quienes le han preguntado si pensaba acudir a la concentración prevista para esta tarde en el Zócalo, donde se conmemora a su abuelo y donde López Obrador se dará un baño de multitudes: “Probablemente, sí”, ha dicho. Sobre su relación con el presidente ha declarado que es “muy buena, de mucha confianza”. “Somos amigos y compañeros de muchos años”.
No acaban ahí las claves políticas. A Cárdenas Batel se le ha preguntado también si planea postularse como futuro jefe de Gobierno de la Ciudad, como lo fue su padre. “No me lo he planteado”, ha dicho estar concentrado en su próximo desempeño en la CELAC. Algunas encuestas que manejan los medios de comunicación le otorgan una confianza ciudadana del 40% si diera ese paso por la política local.
El hijo del general Cárdenas y padre de Cárdenas Batel fue el primer jefe de Gobierno autónomo que tuvo la capital mexicana. Él fue el fundador del PRD y el trampolín de López Obrador, quien también estuvo al frente de la alcaldía. Recientemente, fue convocado para aportar su criterio en la plataforma Mexicolectivo, un grupo de intelectuales, políticos y sociedad civil que contaba con los parabienes de Movimiento Ciudadano para diseñar un proyecto de futuro para México. Enterado el presidente del Gobierno, sitúo a su amigo y correligionario político al lado de la oposición. Le dijo “adversario” y “conservador”. Cuauhtémoc Cárdenas se apartó de inmediato de aquella plataforma y fuentes consultadas por este periódico contaron que Cárdenas Batel también protestó por aquellas declaraciones.
En una entrevista reciente, Cuauhtémoc Cárdenas afirmó que nunca se ha considerado un adversario político de López Obrador y que mantiene en lo personal su amistad con él, aunque discrepa de algunas de sus políticas. No cree, sin embargo, que el presidente sea cardenista, ni maderista ni juarista, señaló en la conversación con este periódico. López Obrador, sin embargo, no deja de traer a la actualidad política la labor de esos tres presidentes mexicanos, a quienes considera sus referentes políticos y a quienes alaba de continuo hasta la mitificación.
En la concentración de hoy en el Zócalo, que será un acto de celebración para Cárdenas y Juárez, pero también un pulso político a la oposición con miles de seguidores de todo el país, está por confirmar la presencia de Cuauhtémoc Cárdenas, quien días atrás no dijo ni que sí ni que no. Su hijo, Cárdenas Batel, sí ha dicho que probablemente asistirá, pero aún está por ver si de un modo discreto o con la escenificación de una amistad y un entendimiento político con el presidente.
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