Las otras estadounidenses desaparecidas en México: sin rastro de tres mujeres que cruzaron la frontera hace dos semanas
Las hermanas Maritza y Marina Pérez Ríos y su amiga Dora Alicia Cervantes Sáenz se dirigían en una camioneta de China a Montemorelos, en Nuevo León. La Fiscalía estatal afirma que la búsqueda de las mujeres es diaria
El último día que se supo de ellas fue el 25 de febrero. Desde entonces, no hay ninguna información sobre dónde están las estadounidenses Maritza y Marina Pérez Ríos y Dora Alicia Cervantes Sáenz. La Fiscalía de Nuevo León ha confirmado que se perdió el rastro de las mujeres cuando se dirigían en una camioneta de China a Montemorelos, ambos municipios de este Estado mexicano. Las mujeres habían cruzado desde Texas un día antes. En estas dos semanas sin noticias...
El último día que se supo de ellas fue el 25 de febrero. Desde entonces, no hay ninguna información sobre dónde están las estadounidenses Maritza y Marina Pérez Ríos y Dora Alicia Cervantes Sáenz. La Fiscalía de Nuevo León ha confirmado que se perdió el rastro de las mujeres cuando se dirigían en una camioneta de China a Montemorelos, ambos municipios de este Estado mexicano. Las mujeres habían cruzado desde Texas un día antes. En estas dos semanas sin noticias desaparecieron otros cuatro ciudadanos de EE UU en Tamaulipas y el ruido mediático de su secuestro permitió encontrarlos —a dos de ellos ya sin vida— en tiempo récord. Sin embargo, nada se ha avanzando en el hallazgo de las tres mujeres.
Las hermanas Pérez Ríos y su amiga Dora Alicia Cervantes, residentes en Peñitas, una pequeña localidad cercana a McAllen, en EE UU, cruzaron a México para vender ropa en un mercado, según informó el jefe policial de Peñitas, Roel Bermea. El agente explicó que fue el marido de una de las mujeres quien presentó la denuncia por desaparición el 27 de febrero después de no poder contactar con su esposa en todo el fin de semana.
Las mujeres, que tienen 47, 48 y 53 años, viajaban en un vehículo Chevy Silverado, de color verde, hacia la ciudad de Montemorelos, que está a unas tres horas en coche de la frontera. Las operaciones de búsqueda se están realizando también en colaboración con la Fiscalía de Tamaulipas, puesto que la zona de desaparición colinda entre los dos Estados. Sin embargo, un portavoz de la dependencia neoleonesa ha señalado que de momento “no hay ninguna colaboración oficial del FBI”. Que las tres mujeres desaparecidas sean residentes en Estados Unidos, pero no nacidas allí, es la razón que aportan desde la Fiscalía para explicar porque el FBI “no ha intervenido de manera oficiosa”. La embajada ha afirmado estar al corriente de la desaparición de tres estadounidenses, pero dice no tienen más información por el momento.
El presunto recorrido que iban a hacer las mujeres apenas supera los 200 kilómetros. Peñitas está prácticamente en la frontera con México. La Oficina de Aduanas ha confirmado que las tres estadounidenses cruzaron el día 24. Según las primeras informaciones está comprobado que llegaron a China, a unos 120 kilómetros de su lugar de origen. Es en el camino de ahí a Montemorelos donde se les pierde la pista.
La Fiscalía de Nuevo León ha afirmado que la búsqueda de las mujeres es diaria y que se ha revisado la zona con drones y perros, aunque de momento sin éxito. La institución también ha afirmado que las mujeres no se corresponden con ninguno de los cuatro cuerpos calcinados que se localizaron el día 25 de febrero de 2023 al interior de una camioneta en China, en dirección hacia Reynosa, en Tamaulipas.
La atención mediática que ha recibido este caso contrasta con el de los cuatro jóvenes que fueron secuestrados en Matamoros. Shaeed Woodard, Zindell Brown, Eric Williams y Latavia Washington McGee cruzaron el 3 de marzo desde Brownsville a México y apenas un par de horas después fueron interceptados por miembros del crimen organizado, quienes les dispararon y se los llevaron en una camioneta. Cuando el FBI anunció que se trataba de ciudadanos estadounidenses y ofreció una recompensa de 50.000 dólares por información sobre su paradero, toda la maquinaria mexicana empezó a funcionar. La presión estadounidense hizo efecto y en menos de 48 horas habían localizado a los jóvenes en una caseta de madera cerca de playa Bagdad. Woodard y Brown habían fallecido, aunque de momento no ha trascendido la causa oficial de la muerte. Williams había recibido tres tiros en las piernas y McGee estaba ilesa. “No vamos a descansar hasta que los culpables enfrenten la justicia”, señaló el embajador Ken Salazar.
Ese caso estuvo a punto de generar un conflicto diplomático entre México y Estados Unidos, e incluso provocó que congresistas republicanos pidieran la entrada del Ejército estadounidense en México, lo que fue tajantemente rechazado por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Mientras sigue el ruido político, no hay noticias de Maritza, Marina y Dora Alicia. En México siete mujeres desaparecen cada día.
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