“Los directivos saquearon la empresa”: más de 600 trabajadores de Aeromar estallan la huelga
Un día después de que la aerolínea cerrara operaciones, los empleados colocan las banderas rojinegras en los mostradores y reclaman el pago de más de 100 millones de pesos en adeudos
El capitán José Ramírez está en tierra. Este jueves sostiene una bandera rojinegra en el patio central de la terminal dos del aeropuerto internacional de la Ciudad de México. Grita, aplaude, saluda a sus compañeros, pero no quisiera, daría lo que fuera por seguir volando, como lo ha hecho los últimos 23 años. Él es uno de los 80 capitanes que han quedado en el limbo tras el abrupto cierre de la aerolínea mexicana Aeromar. Ramírez, de 51 años, exp...
El capitán José Ramírez está en tierra. Este jueves sostiene una bandera rojinegra en el patio central de la terminal dos del aeropuerto internacional de la Ciudad de México. Grita, aplaude, saluda a sus compañeros, pero no quisiera, daría lo que fuera por seguir volando, como lo ha hecho los últimos 23 años. Él es uno de los 80 capitanes que han quedado en el limbo tras el abrupto cierre de la aerolínea mexicana Aeromar. Ramírez, de 51 años, expresa tristeza y frustración. “Directivos llegaron, directivos se fueron y nunca hicieron nada, siempre saquearon la empresa, yo lo pude ver, llegamos a tener 18 aviones, era una empresa sólida y la saquearon”, dice. Aeromar no consiguió un inversionista y se vio obligado a bajar la cortina después de más de 35 años de vuelo. La firma, acosada por deudas millonarias, informó que la decisión se sustentó en problemas financieros. De acuerdo con fuentes del sector, el acumulado de adeudos de la aerolínea con el fisco mexicano, por prestaciones laborales, proveedores, combustibles y servicios, suman más de 4.000 millones de pesos.
El piloto aviador con más de tres décadas en el aire critica que durante años las Administraciones federales permitieron que la aerolínea dejara de pagar sus cuentas hasta llegar a un adeudo impagable. “Gobiernos van, gobiernos vienen, este endeudamiento no es de ahorita, este endeudamiento es de muchos años y llegamos a esta situación y los que pagamos somos los trabajadores”, expresa. En su caso, a él le deben alrededor de 800.000 pesos por el pago de salarios parciales, aguinaldos y prestaciones. En total, los más de 600 empleados de la firma suman un adeudo laboral de más de 100 millones de pesos.
A unos metros de Ramírez, el capitán Juan Carlos Flores Baltazar, 53 años, viste el uniforme que ha portado por más de dos décadas como piloto de Aeromar. Sin embargo, en esta ocasión un listón rojinegro porta de su brazo derecho. “Es un momento muy difícil para todos, la quiebra de una empresa es fuerte, pero tenemos la fuerza y la entereza para sortear este obstáculo. No merecemos terminar de esta manera”, asegura.
Pese al duelo, la rabia y la tristeza, Flores Baltazar reconoce que era una situación que se venía venir incluso antes de la pandemia. “Los problemas sin duda ya venían desde antes, fue una situación mal manejada por los dueños de la empresa”, comenta. Aunque el piloto no evade que podrá evaluarse un proceso penal contra los dueños por el mal manejo de la empresa, por ahora su prioridad es su vida laboral. A sus 53 años, Flores Baltazar no piensa en el retiro, por el contrario, buscará, como otros de sus colegas, acomodo en alguna otra línea comercial.
La terminal dos del aeródromo capitalino se ha teñido la tarde de este jueves de banderas rojinegras. Los turistas y pasantes de la terminal se abren paso entre la marea de la decena de manifestantes que esta tarde se han dado cita en el recinto para declararse en huelga ante la omisa respuesta de la empresa para cubrir sus millonarios adeudos laborales. La manifestación se acompañó de pancartas y críticas a los directivos: “Aeromar abusiva e intransigente frente a sus trabajadores”, “Katz regresen a enfrentar los problemas en los que metieron a Aeromar, “¡Justicia Aeromar, no vamos a parar!”, fueron algunas de las consignas.
El secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (Aspa), José Humberto Gual, responsabilizó directamente a la Agencia Federal de Aviación Civil (Afac) del desamparo en el que ahora se encuentran las más de 600 familias que dependían laboralmente de Aeromar. El líder sindical refirió que al contrario de otras empresas como Mexicana o Interjet, Aeromar tiene muy pocos bienes a embargar, por lo que la prioridad es que el personal cuente con una nueva fuente de trabajo. El gremio ha solicitado el apoyo del Ejecutivo para reubicar al personal en las aerolíneas en operación o en los nuevos proyectos a despegar como la nueva Mexicana. “Nosotros tenemos el expertise para hacer una aerolínea, podemos ayudar para hacer esta nueva aerolínea, que sea con personal mexicano”, declaró.
Durante su conferencia en Palacio Nacional de este jueves, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que se apoyará a los trabajadores de Aeromar, sin embargo, no desaprovechó el momento para arremeter contra los directivos de la aerolínea: “Es totalmente inviable en lo económico, comercial, no es posible rescatar algo que tiene un pasivo altísimo, bueno, deben hasta la renta de los aviones y no tienen combustible, deben combustible”, dijo. En el mitin de huelga por la tarde, Sandra Carrillo, secretaria de Trabajo de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) informó de que solo a los sobrecargos se les adeudan unos 30 millones de pesos. La representante sindical refiere que hay muchas posibilidades de que los sobrecargos están en procesos de ser contratados por otras aerolíneas.
Ante las miradas de asombro de extranjeros y paseantes nacionales, los pilotos hicieron patente su malestar por todos los pasillos de la terminal del aeropuerto de la Ciudad de México. Este jueves docenas de capitanes y sobrecargos de Aeromar han alzado la voz para exigir justicia. Su mayor miedo es que su historia sea similar a la de la quiebra de otras aerolíneas como la de Mexicana en 2010 o el cierre de Interjet de 2020, en ambos casos los trabajadores han batallado años para conseguir un poco del adeudo que se esfumó con el quebranto de esas compañías.
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