La UNAM aplaza la decisión sobre el presunto plagio de la ministra Esquivel hasta después de la votación en la Suprema Corte

El rector de la universidad, Enrique Graue, presume en un comunicado que “la tesis original fue la sustentada en 1986″, mientras el comité afirma que todavía “no cuenta con elementos suficientes para establecer responsabilidades”

La ministra Yasmín Esquivel, durante una conferencia en Ciudad de México, el 5 de diciembre de 2021.Moisés Pablo Nava (CUARTOSCURO)

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no va a tomar todavía una decisión sobre el presunto plagio de tesis de la ministra de la Suprema Corte Yasmín Esquivel. En un comunicado emitido este sábado, la universidad ha vuelto a reconocer el “alto nivel de coincidencia” entre el trabajo de la magistrada y el presentado un año antes por Edgar Ulises Báez, pero afirma no contar “con elementos suficientes para e...

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La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no va a tomar todavía una decisión sobre el presunto plagio de tesis de la ministra de la Suprema Corte Yasmín Esquivel. En un comunicado emitido este sábado, la universidad ha vuelto a reconocer el “alto nivel de coincidencia” entre el trabajo de la magistrada y el presentado un año antes por Edgar Ulises Báez, pero afirma no contar “con elementos suficientes para establecer responsabilidades”. Este aplazamiento implica que la votación para elegir al sucesor de Arturo Zaldívar se realizará sin que la casa de estudios haya deliberado si una de sus candidatas a la presidencia cometió plagio en 1987. Sin embargo, su rector, Enrique Graue, ha salido a afirmar que “la revisión académica de los contenidos de ambas tesis, sus fechas de publicación, así como los archivos físicos y digitales de la universidad, hacen presumir que la tesis original fue la sustentada en 1986″, es decir, la de Báez.

Tal y como se preveía desde que estalló el escándalo, la sesión del 2 de enero, cuando el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) elegirá a su nuevo presidente, tendrá lugar con la sombra de la sospecha todavía bajo una de sus ministras. El 21 de diciembre, la acusación de plagio contra Yasmín Esquivel terminó de tensar la votación del alto tribunal mexicano, que se enfrenta a una presión sin precedentes. La acusación se reveló en un momento muy calculado, en mitad de la campaña de los cinco ministros candidatos y con la SCJN en un receso oficial.

El académico Guillermo Sheridan puso al descubierto que el trabajo “Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del Artículo 123 Apartado A” que presentó Esquivel en 1987 era idéntico a uno publicado en 1986 por otro alumno de la Facultad de Derecho, ambos dirigidos por la misma profesora, Martha Rodríguez Ortiz. Esta copia reveló toda una cadena de plagios dentro de una de las instituciones académicas más prestigiosas de México y América Latina. EL PAÍS pudo comprobar al menos cuatro tesis originales y siete copias de cuatro temas distintos, todas asesoradas por Rodríguez Ortiz. La UNAM todavía no se ha pronunciado sobre estos otros plagios.

A estas alturas nadie se atreve a negar que los documentos de Báez y Esquivel son iguales, por lo que la estrategia de la ministra se ha dirigido a señalar que, en realidad, ella es la víctima y su colega, el plagiador. La narrativa que ha propuesto la ministra es que ella empezó a redactar su tesis en 1985, cuando estaba en el quinto semestre de Derecho. Se la entregó a su asesora y de alguna manera, todavía sin identificar, Báez logró copiarla, incluir un trabajo de campo —que Esquivel no realiza— y publicarla en 1986, un año antes que ella. Para ratificar esta versión, la ministra aseguró ayer que tiene peritajes que la confirman. Sin embargo, no los ha hecho públicos.

Una de estas pruebas es, según la magistrada, una declaración ante notario de Edgar Ulises Báez. “El otro alumno reconoció que tomó mi proyecto de tesis que comencé a elaborar desde 1985 y que estaba en posesión de la directora de tesis”, dice Esquivel, “reconoció y manifestó expresamente que ‘...de ese trabajo tomé varias referencias y texto’ y ‘...pude tomar varias partes importantes del trabajo de ella en el año de 1985 a 1986...’; ante estos hechos, se confirma que la autoría original del trabajo es mía”. La versión de la ministra contrasta con las primeras declaraciones públicas de Báez: el abogado ha negado al portal Eje Central que él haya testificado ante ningún notario, además niega que él haya sido quien copiaba. “La lógica lo disipa todo: el que se titula primero evidentemente tiene el texto original”, ha afirmado.

Por su parte la ministra ha dicho tener “dos dictámenes periciales en documentoscopía” que confirman que ella comenzó a elaborar el trabajo desde 1985 y “tres dictámenes periciales en informática” que demuestran que su tesis fue cargada al repositorio de la UNAM antes que la de Báez y que también apuntan a que el archivo de su tesis fue “indebidamente y de forma ilegal modificado el 22 de diciembre de 2022″. Esta última afirmación de Esquivel también ha sido rechazada por el rector Enrique Graue: “En la década de los ochenta, la UNAM microfilmaba las tesis presentadas. En el año 2000 se inició la digitalización de las tesis microfilmadas para convertirlas en archivos PDF. Al comparar los PDF de las tesis en cuestión se observó la ausencia de ocho páginas en el archivo del trabajo de la exalumna. Por lo tanto, hubo necesidad de retomar el microfilm para escanear las páginas faltantes y completar el PDF en el repositorio de TESIUNAM”.

Todas estas pruebas, que dejan muchos interrogantes abiertos, han sido entregadas al Comité de Integridad Académica y Científica de la FES Aragón. Y son las que han hecho que la UNAM decida posponer su decisión sobre la responsabilidad del plagio. “Una vez retomadas las actividades académico-administrativas en la Facultad, se convocará a una próxima sesión para continuar los trabajos”, dice el comunicado, que por primera vez, además, nombra la responsabilidad de la directora de las tesis, Martha Rodríguez. Se analizará “la actuación y observancia de los principios éticos universitarios de la asesora de ambas tesis”.

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