López Obrador moviliza a la Marina para blindar el Palacio Nacional de las marchas feministas del 8M
Un contingente de la dependencia formado por mujeres se suma a la Guardia Nacional y a la Policía en el despliegue de control de la movilización
Un cerco de vallas infranqueables de dos metros de altura no era suficiente. Tampoco más de 3.000 agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha decidido movilizar también a agentes de la Secretaría de Marina, un cuerpo militar, para custodiar el Palacio Nacional y la Catedral de El Zócalo de las masivas marchas feministas que este martes recorren Ciudad de México como parte de las reivindicaciones del...
Un cerco de vallas infranqueables de dos metros de altura no era suficiente. Tampoco más de 3.000 agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha decidido movilizar también a agentes de la Secretaría de Marina, un cuerpo militar, para custodiar el Palacio Nacional y la Catedral de El Zócalo de las masivas marchas feministas que este martes recorren Ciudad de México como parte de las reivindicaciones del 8 de marzo, día de la mujer trabajadora. Dentro de la lógica de López Obrador, las protestas están “infiltradas” por “el conservadurismo de derecha”, que busca atacar el bienestar del país aprovechando la ocasión.
“Hay mucha infiltración del conservadurismo de derecha, mucha”, ha asegurado el mandatario este martes en la mañanera, su conferencia diaria de prensa. “Y entonces lo que quisieran es hacer un espectáculo de violencia. Que pudieran quemar las puertas y meterse incluso al Palacio, a la Catedral, para que sea noticia mundial, porque a ellos no les importa el daño que le puedan causar al país”, ha argumentado con tono solemne y pausas cargadas de gravedad.
Desde primera hora de la mañana un contingente de la Marina formado por mujeres se ha desplegado en los alrededores del Palacio Nacional. Blindadas por completo con uniformes negros acorazados, escudos de plástico, cascos y botas militares que han retumbado contra el empedrado del Centro Histórico, en una imagen que, de no ser por las torres de la Catedral de fondo, podría haber sido tomada en el frente de guerra en Ucrania. En otros puntos del Centro Histórico de la capital también se han desplegado efectivos de la Marina —hombres y mujeres—, la SSC y la Guardia Nacional, de acuerdo con Animal Político.
Tener a efectivos de la Marina en una protesta social ha levantado ampollas entre un importante sector de la población, que ha visto la decisión como algo excesivo e inédito. Hay a quien la presencia de militares en una manifestación todavía le trae ecos de la masacre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco: una fecha marcada a fuego en el subconsciente colectivo mexicano en la que el Ejército abrió fuego y asesinó a más de 300 personas. Ante las críticas, el secretario de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres, ha señalado que “para sus actividades de contención las mujeres policías solo cuentan con escudo, casco y extintores”.
Aun así, la indignación popular no se ha aplacado. “Una de las causas por las que protestamos hoy es la violencia de las fuerzas armadas contra nosotras. Según la ENPOL [Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad], el 41% de las mujeres detenidas por la Marina fueron violadas. Mandar estos elementos a la marcha hoy es no entender nada. No nos cuidan, vulneran nuestros derechos”, ha afirmado en sus redes sociales Isabel Erreguerena, codirectora de la organización feminista EQUIS.
La decisión ha escocido especialmente en el movimiento feminista después de que el pasado fin de semana una batalla campal se desatara entre seguidores de los equipos de fútbol del Atlas y los Gallos de Querétaro, en su mayoría hombres, que dejó imágenes de una violencia increíble, 26 heridos y apenas intervención policial. La jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo ayer que “la violencia no se combate con la violencia; la violencia es machista; no tiene que ver con los derechos de las mujeres; no está justificada”, unas declaraciones que han sido fuertemente criticadas en redes sociales a la luz de los nuevos hechos.
Otro sector de la población, sin embargo, ha visto con buenos ojos la intervención de la Marina, ya que consideran que las protestas feministas se han vuelto demasiado violentas, después de los daños en el mobiliario urbano que se registraron en años anteriores. De acuerdo con Batres, la policía ha interceptado en la manifestación cócteles molotov, martillos, bates y otros objetos similares.
El uso de la Marina fuera de actividades militares no es nuevo. Hace tan solo dos semanas, el presidente anunció que un contingente del cuerpo formado por 1.500 personas se encargaría de la seguridad del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de Ciudad de México, el principal del país. La medida no sorprendió, ya que sigue la lógica de militarización desplegada por López Obrador, que en los últimos tiempos cada vez ha depositado más poderes en grupos castrenses, especialmente la Guardia Nacional, un cuerpo creado por él, teóricamente civil, pero militar en la práctica, que se ha encargado de tareas de construcción de infraestructura como el Tren Maya o patrullado zonas turísticas.
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