México registra un aumento de 300% en las peticiones de asilo durante 2021
El Gobierno de López Obrador admite que no cuenta con recursos suficientes para atender las demandas de refugio
La crisis migratoria que enfrenta el Gobierno mexicano ha sumado este martes una nueva cifra récord. La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ha registrado en lo que va de 2021 al menos 123.187 solicitudes de asilo, un aumento del 300% si se compara con las peticiones del año pasado, cuando se registraron 41.230 solicitudes. Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, ha admitido que las autoridades migratorias cuentan con pocos recursos para ...
La crisis migratoria que enfrenta el Gobierno mexicano ha sumado este martes una nueva cifra récord. La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ha registrado en lo que va de 2021 al menos 123.187 solicitudes de asilo, un aumento del 300% si se compara con las peticiones del año pasado, cuando se registraron 41.230 solicitudes. Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, ha admitido que las autoridades migratorias cuentan con pocos recursos para hacer frente a esta avalancha de peticiones, aunque ha prometido mayor apoyo para acelerar el proceso burocrático y reducir el tiempo que los solicitantes deben esperar para recibir una resolución. “La autorización se da relativamente rápido, pero lo que está pidiendo Comar es que se le apoye para acelerar la gestión ante este aumento enorme. La Comar necesita más presupuesto y más personal”, ha dicho Ebrard durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
México es el objetivo de decenas de miles de migrantes centroamericanos y caribeños que desean ingresar al país en su anhelo de llegar a Estados Unidos, una tierra prometida que ha reforzado sus medidas migratorias para frenar el ingreso de extranjeros. A inicios de diciembre, los gobiernos de Joe Biden y de López Obrador acordaron reactivar el programa Quédate en México, un plan impulsado por el expresidente Donald Trump que obliga a los migrantes que solicitan asilo en Estados Unidos a esperar a que se resuelva su caso en territorio mexicano. Esta decisión fue criticada el lunes por un grupo de legisladores demócratas, quienes en una carta enviada a la Casa Blanca urgieron a Biden a cancelar la expansión del polémico programa. “Pedimos a la Administración y al Departamento de Seguridad Nacional que dejen de confiar en esa política xenófoba y que den prioridad a la expansión de los caminos legales para migrar a EE UU y a la protección de los refugiados en Latinoamérica”, han exigido los congresistas.
La reanudación de Quédate en México también ha generado críticas de organismos de derechos humanos, que consideran que se trata de un programa que violenta a los migrantes. “En el marco del programa Quédate en México, Estados Unidos y México han adoptado medidas a sabiendas de que ponían en riesgo la vida de miles de solicitantes de asilo”, ha afirmado Ari Sawyer, investigadora de temas fronterizos de Human Rights Watch. “No hay forma de que un programa diseñado para postergar el derecho a solicitar asilo obligando a las personas a esperar en sitios peligrosos pueda operar de modo que respete sus derechos. Los gobiernos de Estados Unidos y de México deberían dar marcha atrás de inmediato”, ha remarcado.
El canciller Ebrard ha mantenido la postura acordada con la potencia vecina y ha pedido este martes a los extranjeros que entran en México a permanecer en el país e iniciar un trámite de refugio. Ha asegurado que a pesar de las limitaciones de recursos, el 95% de las solicitudes son admitidas. Sin embargo, el lunes un grupo de 350 inmigrantes que componen la última caravana que ha llegado a Ciudad de México protestaron al Instituto Nacional de Migración (INM) por el retraso en la entrega de visas humanitarias y permisos de residencia prometidos por las autoridades. “Nos tienen que dar la documentación a todos, no de 30 en 30, no podemos seguir perdiendo el tiempo”, ha dijo a la agencia EFE la migrante salvadoreña Fátima Vanessa, de 23 años, quien dejó el país centroamericano con su madre e hijo de seis años después de que las pandillas las amenazaran tras asesinar a su hermano.
Las autoridades esperan que las solicitudes de asilo aumenten en las próximas semanas, debido a que el flujo de migrantes continúa en el país. El lunes fueron detenido en el sureño Estado de Chiapas, una de las principales rutas de entrada al país, otras 114 personas, provenientes principalmente de Cuba y Venezuela.
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