De culpas históricas y política
EL PAÍS México envía cada semana una newsletter con las claves informativas de la actualidad del país. Estas son las noticias más destacadas de esta
Si aún no está suscrito y quiere recibir las claves informativas de la actualidad en su correo, puede hacerlo aquí.
Andrés Manuel López Obrador es un presidente obsesionado con la historia, tanto que quiere reescribirla a partir de su visión de quienes considera los buenos y los malos. En el año en que se cumplen los cinco siglos del fin del imperio azteca por la llegada de los españoles, el presidente ha encontrado el marco ideal para esta labor en la serie de ...
Si aún no está suscrito y quiere recibir las claves informativas de la actualidad en su correo, puede hacerlo aquí.
Andrés Manuel López Obrador es un presidente obsesionado con la historia, tanto que quiere reescribirla a partir de su visión de quienes considera los buenos y los malos. En el año en que se cumplen los cinco siglos del fin del imperio azteca por la llegada de los españoles, el presidente ha encontrado el marco ideal para esta labor en la serie de actos conmemorativos de la caída de Tenochtitlán en 1521. Y mientras el mandatario insiste en que España se disculpe por la colonización, el 62% de la población opina que está haciendo un uso político de ese capítulo, según revela una encuesta realizada por SIMO para EL PAÍS. Además, más de la mitad (55%) no considera necesaria la disculpa y la gran mayoría es consciente de que los problemas actuales son responsabilidad propia y que no hay que buscar culpables en el pasado.
La conquista y los desmanes de los colonizadores siguen siendo también objeto de análisis crítico en el mundo de la cultura actual. En la película 499, que se estrena próximamente, el director Rodrigo Reyes hace viajar en el tiempo hasta el México actual a un viejo ayudante de Hernán Cortés y le enfrenta a las diferentes violencias contemporáneas. En su peculiar travesía, el explorador se encuentra con el hijo de un periodista asesinado, con madres que buscan a desaparecidos, con un poeta indígena que cita versos sobre las cenizas de sus antepasados muertos, con migrantes en busca del sueño americano y con la madre de una niña violada y asesinada. “Podemos echarle la culpa a Hernán Cortés, pero la tenemos todos los que construimos México”, le ha dicho esta semana el director de la cinta a la periodista Camila Osorio en esta entrevista.
Los que también parecen empeñados en hacer historia desde la política son el canciller, Marcelo Ebrard, y la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheimbaum, quienes se han lanzado extraoficialmente a suceder a López Obrador como candidato de Morena, cuando ni siquiera se ha alcanzado el ecuador del sexenio. La semana pasada, el ministro de Exteriores, uno de los favoritos, ha dado un paso al frente al mostrar su interés por la contienda, mientras que la edil capitalina está recuperando los baños de masas y ha hecho dos fichajes que parecen pensados para la carrera hacia 2024: Martí Batres como secretario de Gobierno y Sebastián Ramírez como coordinador de Comunicación. Según López Obrador, el nombre de quien represente a su partido se escogerá por un sistema de encuestas entre la población de todo el país.