López Obrador se vacuna en directo para hacer “un llamado a los adultos mayores”

En menos de un mes, Andrés Manuel López Obrador ha pasado de declinar ser vacunado contra la covid porque tenía “anticuerpos suficientes” a escenificar en directo su primer pinchazo durante su rueda de prensa diaria. El presidente de México, que padeció la enfermedad en febrero, se ha arremangado la camisa este martes ante las cámaras para recibir la primera dosis de...

En menos de un mes, Andrés Manuel López Obrador ha pasado de declinar ser vacunado contra la covid porque tenía “anticuerpos suficientes” a escenificar en directo su primer pinchazo durante su rueda de prensa diaria. El presidente de México, que padeció la enfermedad en febrero, se ha arremangado la camisa este martes ante las cámaras para recibir la primera dosis de AstraZeneca, investigada por reacciones adversas en algunos países, y alentar a la población mayor a acudir a sus citas médicas.

“Me voy a vacunar porque quiero hacer una convocatoria, un llamamiento, a todos los adultos mayores, los que se están quedando sin aplicarse la vacuna, por alguna preocupación que tengan. Decirles que estamos nosotros seguros de que no hay ningún riesgo, ningún peligro, que no hay reacciones graves”, ha dicho el presidente antes de recibir la vacuna por parte del personal médico militar. “No pasa nada absolutamente, que si no se aplicaron la primera dosis porque lo estaban pensando, cuando lleguen de nuevo al municipio para aplicar la segunda dosis pueden aprovechar para aplicarse la vacuna y protegernos todos”, ha añadido el mandatario con la cartilla nacional de salud en la mano.

López Obrador ha buscado extender su premeditada aura de ejemplaridad pública, una de sus principales banderas, al episodio de su propia vacunación. Tras hacer énfasis desde el inicio del plan de medicación en que no se saltaría ninguna fila, y lanzar críticas a otros políticos y presidentes que se vacunaron con antelación, el primero de abril llegó su turno para la primera dosis. Sin embargo, el presidente declinó en un primer momento la medicación.

“Voy a practicarme unos estudios en estos días porque los médicos que me atienden, quienes me ayudaron cuando padecí del covid, me hicieron análisis y me recomendaron que esperara para la vacuna porque tenía anticuerpos suficientes”, anunció entonces. El presidente contrajo la enfermedad a finales de enero. La salud del mandatario estuvo rodeada de interrogantes desde que anunció su diagnóstico a través de sus redes sociales. El Gobierno mexicano se limitó a comunicar padeció algunos síntomas, sin hacer público el parte médico aludiendo al derecho a la privacidad del mandatario. López Obrador anunció su vuelta al ruedo público tras dos semanas de convalecencia.

Con el acto público de este martes, López Obrador busca también afianzar la imagen de que el plan de vacunación marcha. El Gobierno esperaba vacunar a casi 15 millones de personas de más de 60 años y a todo el personal de salud antes de que terminara marzo, pero los plazos se han extendido sin embargo hasta mayo. México fue uno de los primeros países del mundo en acceder a una vacuna contra el coronavirus, pero se rezagó tras pasar un mes sin recibir ninguna dosis, entre enero y febrero de este año. Tras ese mes de bache y desde finales de febrero, el ingreso de embarques con vacunas ha sido constante.

México ha administrado de momento 14,2 millones de vacunas, a 11,1 millones de habitantes. Más de 936.000 trabajadores sanitarios han recibido ya las dos dosis de la inmunización, y unos 146.000 aún esperan la segunda dosis. También han sido inmunizados 22.934 miembros del sector educativo y unos 5.300 todavía esperan la segunda aplicación. Más de 10,2 millones de adultos mayores ya han recibido la primera dosis y unos tres millones ya cuentan con las dos.

Chile, con una población de casi 19 millones de habitantes y acuerdos por 35 millones de dosis, encabeza el ranking continental. Le sigue Estados Unidos, que ha reservado casi toda su producción para el mercado nacional. Canadá ha superado los 24 vacunados por cada 100.000 habitantes, mientras que Brasil y Argentina rondan los 14.

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