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Hacia un país que cuida

Chile avanza hacia un país que visibiliza, protege y reconoce a quienes sostienen la vida, transformando el cuidado en un derecho y la corresponsabilidad en una política pública duradera

Al asumir el 2022, el presidente Gabriel Boric le dio el vamos a uno de los grandes desafíos de su gobierno y los próximos años: la construcción de una política nacional de cuidados y sentar las bases de un sistema nacional de apoyos y cuidados.

Y es que en Chile, millones de personas, en su mayoría mujeres, realizan labores de cuidado no remuneradas: cuidan a niños, niñas, personas mayores, personas con discapacidad o con enfermedades crónicas. Su trabajo sostiene hogares, comunidades y economías. Si a eso le sumamos el trabajo doméstico no remunerado que permite el día a día, de acuerdo a la última estimación de Comunidad Mujer y el Ministerio de Hacienda, a un 19,2% invisible del Producto interno Bruto.

El primer paso de nuestro gobierno en este sentido fue la creación del Registro de Cuidadores y Cuidadoras, en el marco del Registro Social de Hogares, en noviembre de 2022. Esto, en la práctica, significa que en la herramienta más utilizada por la protección social en Chile hoy sabemos quiénes cuidan. A la fecha, 229 mil personas se han identificado como tales. Ellas reciben atención preferente con una credencial que les visibiliza. El Estado, información clave para una política social que vuelva visible lo invisible.

Esto ha venido acompañado de una ambiciosa expansión de un más de 600% de atenciones de la Red Local de Apoyos y Cuidados de Chile Cuida, programa creado en el gobierno de la presidenta Bachelet. Si al iniciarse nuestra gestión este se encontraba presente en 60 comunas, al cerrarse el 2025 estas sumarán 215. A esto se suma la inauguración del Centro Comunitario de Cuidados número 50 el 28 de octubre pasado.

Integrar los cuidados a la política social y aumentar la red de apoyo son dos ámbitos fundamentales para cumplir el objetivo. Pero distan aún de ser suficientes para que la dependencia de un familiar no signifique una hecatombe ni para que dejemos de tener personas que salen de alta y no tienen quien las acompañe.

Por eso, en el marco del Día Internacional de las Personas Cuidadoras, del pasado 5 de noviembre, reafirmamos nuestro compromiso con la tramitación del proyecto de ley que crea el Sistema de Cuidados Chile Cuida, garantizando la continuidad y expansión de estas políticas que deben ser políticas de Estado, no de gobierno.

Dos medidas clave no lograron avanzar en el Congreso. La Reforma Tributaria, que incluía exenciones para quienes acreditaran gastos por conceptos de cuidados, fue rechazada en su idea de legislar en marzo de 2023. Y meses después la Cámara de Diputados y Diputadas dejó “en blanco” el nuevo Seguro Social de la reforma previsional, rechazando así el complemento de cotizaciones por cuidados propuesto por el gobierno.

No se trata solo de programas o beneficios: se trata de construir un país que cuida , donde la responsabilidad del cuidado se comparta entre el Estado, familias, empresas y comunidades. Reconocer a las más de 600 mil personas cuidadoras -en su mayoría mujeres- es reconocer una labor esencial para la vida cotidiana y la igualdad de género.

Chile avanza hacia un país que visibiliza, protege y reconoce a quienes sostienen la vida, transformando el cuidado en un derecho y la corresponsabilidad en una política pública duradera. Por eso hoy invitamos a todas las fuerzas políticas a acompañar este esfuerzo, porque cuidar no puede ser un tema de disputa, sino de consenso. Una señal es clara: si el 2021 solo dos programas presidenciales las mencionaban (el del presidente Boric y el de Yasna Provoste), hoy la mayoría de los documentos de las candidaturas menciona o propone medidas para los y las cuidadoras. Trabajemos pensando en ese más de medio millón de habitantes del país y para el mediano y largo plaza, donde Chile sea un país que cuida.

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