Boric sobre la destitución del juez Sergio Muñoz de la Suprema: “Sienta un precedente que es muy peligroso”

El mandatario dijo que utilizar las acusaciones constitucionales contra un magistrado “como un medio oblicuo para enjuiciar sus sentencias del pasado o la manera de comprender el derecho ”, es un antecedente riesgoso

El presidente Gabriel Boric da un discurso en el palacio de La Moneda, en septiembre de 2024 en Santiago (Chile).Presidencia de Chile (EFE)

El presidente chileno Gabriel Boric se ha pronunciado este jueves sobre las acusaciones constitucionales que terminaron con la destitución, este miércoles en el Senado, de dos jueces de la Corte Suprema, pero en particular ha hecho referencia al caso del juez Sergio Muñoz, aunque no lo identificó por su nombre. El mandatario cuestionó que la Cámara de Diputados tramitara en un mismo libelo la situación de Muñoz y Ángela Vivanco, involucrada en el escándalo del caso audios, pese a que las imputaciones en contra de ambos magistrados fueron por hechos que no tenían relación entre sí. “Es tiempo de cuidar nuestras instituciones”, dijo, y añadió que “utilizarlas contra un juez con argucias procedimentales, puede terminar por dañar su indispensable independencia”.

“En primer lugar, resulta insólito y a mi juicio inexplicable que la Cámara de Diputados haya decidido dar curso a una acusación constitucional a dos jueces de la Corte Suprema por hechos totalmente distintos en una sola votación”, dijo el mandatario. “Y, respecto al fondo, utilizar las acusaciones constitucionales contra un juez como un medio oblicuo para enjuiciar sus sentencias del pasado o la manera de comprender el derecho por parte de alguno de ellos, sienta un precedente que es muy peligroso”, dijo en referencia a Muñoz.

El mandatario de izquierdas agregó que si bien el Gobierno es “respetuoso de las atribuciones de otros poderes del Estado”, que considera necesario, en su papel de jefe de Estado, “reflexionar sobre esta decisión [de la Cámara] y advertir sobre los efectos complejos y nocivos que puede acarrear para la democracia el mal uso que se puede hacer de las instituciones”.

El ministro Sergio Muñoz Gajardo (centro) durante su Acusación Constitucional en el Senado, el 15 de octubre en Santiago.Senado de Chile

A diferencia de la situación de Vivanco, donde hubo respaldos transversales a su destitución, el caso de Muñoz generó un fuerte debate jurídico y político, y fue resistido desde un comienzo por la izquierda, sector para el que el magistrado ha sentado jurisprudencia que cataloga como progresista en varias materias, como en medio ambiente y derecho a la salud. La acusación constitucional en su contra fue empujada por un grupo de diputados de Chile Vamos, el conglomerado de la derecha tradicional, por dos hechos que ocurrieron en 2022, y que terminaron por inhabiltarlo en el Senado: el primero, por anticipar un fallo a su hija Graciel Muñoz, también jueza, de una causa que tramitaba la sala constitucional sobre un proyecto inmobiliario en el que ella tenía interés patrimonial, y no manifestar él su inhabilidad en esa causa. El segundo cargo también se relaciona con su hija: le imputaron no haber omitido denunciar su falta disciplinaria cuando ella, durante la pandemia, dirigió audiencias judiciales telemáticas desde Italia, por lo que ejerció fuera de la jurisdicción chilena.

“El Poder Judicial debe estar exento de todo tipo de influencia externa, política o económica, que pueda afectar la independencia de decisión de cada juez, que debe ejercer su labor sin temor a la venganza de los litigantes” dijo Boric para destacar la reforma a los nombramientos en el sistema de justicia que su Gobierno presentó el miércoles, empujado por el escándalo que ha derivado del caso Audios que golpea a Chile hace nueve meses. El mandatario destacó que la propuesta está destinada a que “se acceda a cada posición judicial en base al mérito en procedimientos transparentes y probos”.

El magistrado era parte del Poder Judicial hace 42 años, pero llevaba casi tres décadas ocupando altos cargos, tanto en la Corte de Apelaciones de Santiago como en la Suprema, donde era presidente de la sala constitucional. La jurisprudencia que sentó junto a los demás integrantes de ese tribunal, por ejemplo en materias de medio ambiente y derecho a la salud, provocó durante años dolores de cabeza a distintos Gobiernos y empresarios. El juez marcó un estilo y una mirada al derecho, controvertida para algunos e innovadora y progresista para otros, desde que en el 2005 llegó a la Suprema. Ese año el presidente socialista Ricardo Lagos (2000-2006) propuso su nombre al Senado, que ratificó su designación.

Sergio Muñoz, de 67 años, ha sido destituido por “notable abandono de deberes”. Hasta el miércoles le quedaban otros ocho años como juez de la Corte Suprema.


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