Cuando Colo Colo y River “inventaron” la Libertadores
Albos y millonarios se enfrentaron en 1948 en un torneo que sirvió para fraguar el sueño continental. Con un gol de Di Stéfano y con el Cacique vistiendo…de azul
El presidente de Colo Colo se llamaba Robinson Alvarez, era abogado y había nacido en Colchagua, zona rural del país. Su sueño era hacer un torneo a nivel de clubes de carácter continental para que la gente pudiera ver a los mejores jugadores en una época en que no había televisión y la radio recién nacía. Chile era, también por aquel entonces, una potencia menor en Sudamérica, pero con capacidades organizativas que luego le permitirían aspirar a la Copa del Mundo del 62.
El Campeonato de Campeones de 1948 resultó todo un éxito. Por asistencia –fueron 39.000 personas en promedio a los partidos en el Estadio Nacional– y en lo deportivo. Como declamaba la editorial de la revista Estadio, el certamen sería la simiente de la Copa Libertadores, inicialmente concebida sólo para los campeones de las ligas locales.
Fue un torneo de verano, que también daría paso a los célebres hexagonales en Santiago, torneos que duraban un mes y donde venían escuadras europeas a medirse con los mejores del continente. Entre el 11 de febrero y el 14 de marzo se dieron cita Litoral de Bolivia, Emelec de Ecuador, Municipal de Perú, Nacional de Montevideo, River Plate, Colo Colo y un estelar Vasco da Gama, quien acabaría quedándose con el título.
Los de la banda sangre traían un equipo estelar, tan apabullante que se había ganado el apodo de La Máquina, por la contundencia ofensiva, reflejada en una formación inolvidable: Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau. Pero al torneo no vendría Pedernera, quien no había renovado su contrato con River para irse al modesto Atlanta. En su reemplazo venía un joven de 21 años, quien terminaría eclipsándolo, de nombre Alfredo Di Stéfano.
El duelo entre Colo Colo y River fue el último del certamen y lo ganaron los argentinos por uno a cero, con gol de…Di Stéfano. A los 10 minutos, el partido debió ser suspendido porque el público, que abarrotaba el estadio, no era capaz de distinguir las camisetas, obligando al equipo chileno a jugar con las azules del Emelec, uno de los preliminaristas.
Tendrían que pasar 12 años para que la Copa de Campeones de América fuera una realidad. Y otros tantos para que el torneo pasara a llamarse de Los Libertadores de América. En 1949, José Manuel Moreno –uno de los más célebres integrantes de La Máquina– se vino a Chile para ser campeón con la Universidad Católica, que a partir de entonces comenzaron a forjar una rivalidad deportiva con Colo Colo. River cerró entonces uno de sus períodos más brillantes con la diáspora de sus mejores jugadores –incluido Di Stéfano– hasta que, con la llegada del nuevo siglo y el Muñeco Gallardo en el banco, otra vez brilló continentalmente.
Ahora se enfrentarán por octava vez por la Copa con desafíos distintos. River quiere jugar la final única en su estadio para arrebatarle el trofeo a los brasileños. Colo Colo anhela romper la racha maldita del fútbol chileno, que no llega a una semifinal desde el 2012. Un duelo con historia, escrita desde hace rato, cuando en 1948 ambos tenían un sueño continental.