La siderúrgica chilena Huachipato paraliza sus operaciones en medio de la crisis por la competencia del acero chino
La empresa CAP ha suspendido sus actividades al considerar como insuficientes las sobretasas arancelarias aplicadas a los productos de origen asiático. Más de 22.000 trabajadores podrían perder sus empleos en la región del Biobío
La Compañía de Acero del Pacífico (CAP), una de las empresas más importantes en la producción de acero en Chile, ha anunciado la suspensión de las operaciones de Siderúrgica Huachipato, una planta industrial ubicada en la ciudad portuaria de Talcahuano, 500 kilómetros al sur de Santiago de Chile, en la región del Biobío. La empresa ha tomado esta decisión en medio del asedio de las importaciones de origen chino que habrían distorsionado al mercado local.
Los alcaldes de la zona han advertido sobre el ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La Compañía de Acero del Pacífico (CAP), una de las empresas más importantes en la producción de acero en Chile, ha anunciado la suspensión de las operaciones de Siderúrgica Huachipato, una planta industrial ubicada en la ciudad portuaria de Talcahuano, 500 kilómetros al sur de Santiago de Chile, en la región del Biobío. La empresa ha tomado esta decisión en medio del asedio de las importaciones de origen chino que habrían distorsionado al mercado local.
Los alcaldes de la zona han advertido sobre el impacto económico y social que dejará el cierre de la siderúrgica. “Si se cierra Huachipato, entonces puede cerrar cualquier empresa”, ha dicho el alcalde de la ciudad de Concepción y presidente de la Asociación de Municipios del Biobío, el democristiano Álvaro Ortiz. Las autoridades municipales han izado banderas negras en una señal de luto por la pérdida de la empresa para la comunidad.
La multinacional ha dado este paso luego que la Comisión Antidistorsiones de Precio, un organismo dependiente del Ministerio de Economía, detectara indicios de dumping —es decir, una baja en los precios de las exportaciones para eliminar a la competencia y quedarse con el mercado— por parte de las firmas chinas. La entidad propuso aplicar sobretasas arancelarias a las bolas y barras de acero importadas por un promedio de 15,3%, para así lograr una protección hacia la producción nacional. La firma había solicitado una tasa del 25%, al apuntar a las pérdidas de casi 1 millón de dólares diarios que estaría provocando la distorsión en el mercado.
CAP ha considerado que las sobretasas fijadas por la comisión han sido insuficientes para afrontar las pérdidas provocadas por la competencia china. “Lamentablemente, las tasas definidas son menores a las solicitadas por la compañía y, además, diferenciadas por productor y exportador. Ello, debido a que todas las empresas productoras son controladas por el Estado Chino y, además, son de gran tamaño, por lo que en la práctica se podría derivar la totalidad del acero que se exportará a Chile desde la empresa a la que se le aplique la menor sobretasa, eliminando cualquier posibilidad de competir en igualdad de condiciones”, ha expresado la empresa en un comunicado.
Ante esta realidad, la compañía ha anunciado la “dolorosa decisión” de la paralizar de manera indefinida las faenas de la planta de Huachipato. “Han sido más de 70 años donde miles de personas han puesto todo su conocimiento, talento y energía al servicio del país, junto con generar un valor compartido con su entorno”, ha dicho el presidente de la siderúrgica, Julio Beltrand.
El Gobierno: “Buscamos soluciones alternativas que permitan la continuidad”
El cierre de Huachipato ha causado impacto en el país sudamericano, ya que se trata de una de las principales fuentes productivas y laborales. Los sindicatos locales estiman que el cese de las operaciones dejará a más de 22.000 personas desempleadas, lo que agudizaría la crisis de la cesantía en la región del Biobío, zona que hace más de dos décadas vivió un episodio similar con la clausura de las minas del carbón de Lota y Schwager.
El ministro de Economía, Nicolás Grau, ha asegurado que el Gobierno de izquierdas del presidente Gabriel Boric hará su mayor esfuerzo para revertir la decisión de CAP. “Si usted me dice: ‘¿Es la producción de acero, en el mediano y largo plazo, viable?’ Yo creo que sí, porque Chile tiene una serie de ventajas asociadas a la producción de materias primas y al hecho de que somos mineros y, por lo tanto, necesitamos consumirla. Tenemos la demanda a nivel nacional. Y también en Huachipato hay un conocimiento acumulado de sus trabajadores y de sus ejecutivos que tiene valor”, ha expresado la autoridad.
“Nuestro plan es encontrar, en conjunto con la empresa, soluciones alternativas que permitan la continuidad operacional”, ha agregado este jueves.
La acción del Ejecutivo para contener la crisis de la competencia acerera china ha sido criticada por el gobernador de la región del Biobío, el independiente Rodrigo Díaz. “Responsabilizo al ministro Grau de esto, es un daño terrible como lo hemos señalado en todos los tonos. A la esencia, a la identidad de la región del Biobío. La angustia que ha vivido toda esta gente y la que se agrava con la decisión inevitable que se ha ido tomando”, dijo.
La Siderúrgica Huachipato fue inaugurada en 1950 cuando CAP era una compañía estatal. Durante la década de los ochenta, en plena dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), la empresa y la planta pasó a manos privadas. En sus más de 70 años de existencia, la planta se transformó en un centro financiero y laboral para Talcahuano, con ramificaciones culturales y deportivas. El Club Deportivo Huachipato, el actual campeón de la liga de fútbol de Chile, nació bajo el amparo de la industria acerera.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS Chile y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.