Inseguridad y malos resultados: por qué Bukele es el líder internacional más popular en Chile

El salvadoreño es el líder internacional más popular en el país sudamericano, cuya principal preocupación es la delincuencia

El rostro de Nayib Bukele es muy recurrente en las prendas que están a la venta en los negocios informales del centro de San Salvador.Víctor Peña

El 85% de los chilenos percibe un alza de la delincuencia el último año, según el Barómetro de la Seguridad en Hogares UC recientemente publicado en el país sudamericano. La delincuencia lleva meses liderando la principal preocupación de los ciudadanos y la mitad de la población considera que “se deben suprimir las libertades públicas y privadas” para controlarla (CEP, julio). Si bien la mayoría apuesta por el sistema democrático, un ...

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El 85% de los chilenos percibe un alza de la delincuencia el último año, según el Barómetro de la Seguridad en Hogares UC recientemente publicado en el país sudamericano. La delincuencia lleva meses liderando la principal preocupación de los ciudadanos y la mitad de la población considera que “se deben suprimir las libertades públicas y privadas” para controlarla (CEP, julio). Si bien la mayoría apuesta por el sistema democrático, un 60% considera que el autoritarismo se justifica en ciertas crisis, como una delincuencia descontrolada (Universidad Alberto Hurtado-Critera, agosto). En ese complejo clima social, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, es el segundo líder internacional mejor valorado por los chilenos (77%, Cadem), solo por detrás de su homólogo cadiense, Justin Trudeu (78%). Su popularidad es tal, que solo dos ministros del Gobierno de Gabriel Boric son más conocidos que él.

La valoración positiva de Trudeau es un pelo mayor, pero solo un 45% de los encuestados sabe quién es (se ubica dentro de los tres más desconocidos del sondeo), mientras que el 85% de los chilenos conoce o ha oído hablar del salvadoreño. “Es un nivel altísimo. Ha escalado 10 puntos desde marzo, cuando comenzamos a medirlo”, apunta Roberto Izikson, director de la encuestadora Cadem. “Casi ningún ministro del Gobierno de Gabriel Boric es tan conocido en el país [dos de 24] y ya se quisieran esos niveles de evaluación positiva”, añade el politólogo, convencido de que probablemente Chile nunca había estado tan expuesto a liderazgos de corte populistas y semi autoritarios.

Para combatir a las maras, las principales organizaciones criminales del país centroamericano, Bukele ha impuesto en El Salvador un estado de excepción en el que ha militarizado la seguridad y se han suspendido las garantías ciudadanas desde hace casi un año y medio. Más de 71.000 personas, incluidos más de 1.600 menores de edad, han sido detenidos por las fuerzas de seguridad. La tasa de homicidios, durante años una de las más altas del mundo, alcanzó una tasa de 7,8 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2022. A pesar de las denuncias de tortura y desaparición por parte de organismos de derechos humanos, los niveles de popularidad del mandatario rondan el 90%.

En Chile, según cifras de la Fiscalía Nacional, en 2022 se registró una tasa de 6,7 víctimas de homicidios por cada 100.000 habitantes, un incremento del 46% respecto a 2021. El economista chileno Rodrigo Valdés, a cargo del Departamento del Hemisferio Occidental para el Fondo Monetario Internacional (FMI), advertía en EL PAIS que existe un tema en seguridad y crimen en la región “al que hay que darle mayor importancia desde el punto de vista de la macroeconomía”. “Afecta el crecimiento económico, la calidad de vida de las personas, las ganas de invertir. Es tiempo que la región le de aun mayor peso a este tema, porque tiene implicancias en muchas dimensiones”, señalaba.

Para el doctor en sociología y director del Centro de Seguridad Urbana de la Universidad Alberto Hurtado, Franz Wanderschueren, las razones de la buena valoración a Bukele en Chile son tres: la percepción dominante de que la inseguridad ha aumentado y que el Gobierno de Boric no ha sido eficaz para combatir la delincuencia; la gran brecha que existe entre victimización y percepción de seguridad; y la falta de control migratorio, donde exprisioneros de la venezolana Aragua ingresaron al país y “empezaron a ejercer una extorsión a la que Chile no estaba acostumbrado”.

Wanderschueren añade que no ha habido una reforma contundente a las policías. Carabineros, fuertemente castigado por los ciudadanos en 2019 por su uso desproporcionado de la fuerza durante el estallido social, ahora es una de las instituciones mejor valoradas de Chile. Para hacer frente a la crisis de seguridad, el Ejecutivo de Boric está elaborando una profunda reforma, mientras en el Congreso se han sacado adelante varias leyes, como la obligatoriedad del uso de cámaras corporales en sus uniformes, o la ampliación en el margen para la legítima defensa y el aumento de las penas para quienes los ataquen.

El periodista británico Michael Reid, experto en América Latina, plantea que la izquierda se equivoca muchas veces en no tomar en serio el tema de seguridad: “Su respuesta suele ser sociológica, en el sentido de que quieren enfrentar las causas de la delincuencia, cuando la población está demandando que los proteja. El problema de no enfrentar la inseguridad es que se corre el peligro de provocar frustración en la ciudadanía y la demanda de medidas drásticas y autoritarias que derivan en la violación de los derechos humanos”.

Bukele está usando su popularidad para montar una “especie de dictadura civil”, asegura Reid, con juicios masivos y tomando el control legislativo y judicial. El exeditor sénior de The Economist prevé que muchos salvadoreños que hoy están contentos con la política de seguridad lamentarán haberlo apoyado en el futuro.

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