Mariana Di Girolamo, actriz chilena: “Nuestras películas están triunfando afuera, pero está difícil trabajar”

La artista, de regreso a Chile tras una temporada radicada en España, participa en el Festival San Sebastián como protagonista de ‘Los impactados’, donde interpreta a una mujer impactada por un rayo y atravesada por el trauma

Mariana Di Girolamo en Santiago (Chile), el 22 de septiembre.SOFIA YANJARI
Santiago de Chile -

Al poco que la actriz chilena Mariana Di Girolamo (Santiago, 32 años) comenzó a ejercer su carrera, Chile ganó su primer Oscar en la categoría de cortometraje con Historia de un Oso (2014, Gabriel Osorio). Fue un hito para la industria cinematográfica del país sudamericano y su ingreso permanente a la competición en las grandes ligas. En ese nuevo escenario del cine chileno ha crecido Di Girolamo. El de los festivales de clase A, de la atención de la crítica extranjera, de los premios. Ell...

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Al poco que la actriz chilena Mariana Di Girolamo (Santiago, 32 años) comenzó a ejercer su carrera, Chile ganó su primer Oscar en la categoría de cortometraje con Historia de un Oso (2014, Gabriel Osorio). Fue un hito para la industria cinematográfica del país sudamericano y su ingreso permanente a la competición en las grandes ligas. En ese nuevo escenario del cine chileno ha crecido Di Girolamo. El de los festivales de clase A, de la atención de la crítica extranjera, de los premios. Ella misma atiende esta entrevista en Santiago antes de participar por tercera vez en el Festival de San Sebastián al que ya va “un poquito más relajada”, consciente de la cantidad de reuniones y entrevistas que se le avecinan. “La primera vez decía: ‘Ojalá que la gente sepa que esto no es puro glamour porque me estoy sacando la mugre [estoy trabajando mucho]”, afirma en los frondosos jardines de una cafetería en el tradicional barrio de Providencia.

Di Girolamo estrena este jueves Los Impactados, una película en la que interpreta a una mujer que la impacta un rayo y la atraviesa el trauma. La cinta que competirá en la selección Horizontes Latinos es de la escritora y directora argentina Lucía Puenzo, con quien la actriz trabajó en La Jauría, la serie inspirada en el caso de La Manada. Desde entonces que Puenzo le venía hablando de esta historia sobre un grupo de impactados por rayos, las distintas secuelas, y los tratamientos experimentales con electrochoque. Di Girolamo, que transformó su físico y su acento para la cinta, es la protagonista de un drama tan original como oscuro.

Mariana Di Girolamo en Santiago.SOFIA YANJARI

Mariana, proveniente de una familia de artistas, donde el apellido Di Girolamo es una marca, hizo escuela en Ema, del afamado cineasta chileno Pablo Larraín. “Nunca me sentí cómoda grabando Ema”, confiesa. Esa incomodidad fue su material de trabajo en una película sin guion. “Por eso creo que es tan viva, tiene una suciedad muy particular”, añade. La actriz continuó entrenando el músculo del drama en La Verónica, el sórdido retrato de una influencer, donde Di Girolamo “carga con el reto de ser la bella y la bestia de un filme que ocurre enteramente en su rostro”, como lo describió la crítica de El País.

Además de la oscuridad y complejidad de los personajes que ha aceptado interpretar en los últimos proyectos, en todos ha tenido que abordar la maternidad. Un tema que, en su caso, se escapa de la ficción. “Cuando estaba en el colegio quería tener cinco hijos, después no quería tener, pero ahora tengo ganas de ser madre. El deseo está opacando el temor, tengo ganas de vivir esa experiencia”, explica nerviosa. Ese nervio que viene con sonrisa. Educada en un colegio conservador, sus amigas ya tienen dos o tres hijos. Le cuentan que no recuerdan lo que es dormir. Mariana especula, medio en broma medio en serio, que quizá cuando sea madre duerma más que ahora porque su “cabecita loca no para” por las noches.

Después vivir una temporada en España desde 2021, Di Girolamo ha regresado a Santiago de Chile. Sopesó trasladarse a Argentina, país el que se ha transformado, dice, en prácticamente su primer hogar debido a la cantidad de proyectos en los que ha participado. En lo que va del año ha estado más allá que en cualquier otro sitio. Pero tenía ganas de volver a casa. De echar raíces. De gozar de una estabilidad financiera. “Siento que puedo hacer una base acá y hacer de Santiago mi hogar, como siempre ha sido, y moverme desde aquí”, apunta, todavía a la espera de que esté lista la casa donde arrancará la nueva etapa.

A pesar de llevar una década frente al lente de la cámara en reconocidas producciones, reconoce que ahora mismo la industria se está moviendo lento. “Después de la pandemia se activó, pero ahora se volvió a frenar. Hablo con mis colegas y no hay mucho”, comenta. Y añade: “Nuestras películas están triunfando afuera, pero está difícil trabajar. No hacemos 300 producciones al año [Chile estrena unas 40 anuales]”. “Todos mis amigos están postulando a los fondos concursables, algunos por quinta vez con los mismos proyectos. Otros que levantan fondos con privados. También están las coproducciones, que es buenísimo, pero a veces entran con sus actores o actrices”. Las que se están haciendo les está yendo muy bien, pero no son muchas”, añade.

Si postulan 100 películas a los fondos concursables del Ministerio de las Culturas para producción nacional, solo ganan entre cuatro o seis, según la Asociación de Productores de Cine y Televisión (APCT). Aunque existen las dificultades financieras, la industria cinematográfica chilena logró un récord de premios internacionales de 2022, y en el primer semestre de este año las producciones locales obtuvieron 103 galardones, un 128% más que en el mismo período del año anterior.

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