El Frente Amplio chileno apura la unidad como remedio contra “la amenaza conservadora”
Las tres formaciones de izquierda que integran la coalición gobernante buscan una fusión que les de fortaleza electoral
El Frente Amplio, la coalición del presidente Gabriel Boric, mira con preocupación el avance acelerado de la derecha dura en Chile. Los tres partidos que la conforman, surgidos tras las protestas estudiantiles de 2011, acumulan dos derrotas electorales desde que asumieron el p...
El Frente Amplio, la coalición del presidente Gabriel Boric, mira con preocupación el avance acelerado de la derecha dura en Chile. Los tres partidos que la conforman, surgidos tras las protestas estudiantiles de 2011, acumulan dos derrotas electorales desde que asumieron el poder hace un año y medio: el rechazo a la propuesta constitucional, apoyada por la nueva izquierda y el oficialismo de Boric, y el arrase del Partido Republicano en el Consejo Constituyente, en mayo pasado. Para hacer frente al complejo escenario, la coalición discute si establecerse como un solo partido político. Lo hace en medio de una crisis por el llamado Caso Convenios, por el traspaso de millonarios fondos del Estado a fundaciones sin fines de lucro ligadas a una de sus principales fuerzas, Revolución Democrática (RD).
Los esfuerzos para funcionar los partidos y movimientos sociales los ha liderado Convergencia Social (CS), el partido de Boric y el que tiene mayor cantidad de diputados (CS tiene 10, RD, siete diputados –aunque tiene un senador– y Comunes, tres). “Hay una amenaza conservadora que se está dando en Chile que es desviada de una crisis de la democracia global. La atomización de los movimientos impide tener un holgado despliegue para dar la batalla para invitar a construir un partido único”, afirma el presidente de CS, el diputado Diego Ibáñez. La vicepresidenta de la formación, Ximena Peralta, sostiene que el fortalecimiento de las ideas de la derecha “plantean la posibilidad que el ciclo que se abrió se clausure, y que las fuerzas de izquierda que han surgido, sean pasajeras”. “Por eso necesitamos que sean más fuertes, potentes y que representen a la sociedad”, asegura.
El analista político Pepe Auth cree que la urgencia que ha cobrado el debate responde a dos factores. Primero, porque en la elección del Consejo Constituyente de mayo, el Frente Amplio hubiese obtenido más escaños si hubiese competido como un solo partido y no por separado en la lista conjunta con los socialistas y comunistas (el Frente Amplio alcanzó nueve escaños, los socialistas seis y los comunistas dos, por lo que el oficialismo obtuvo, en total, 17 de los 50 cupos). Un segundo elemento: las distintas formaciones, según Auth, apuntan al mismo electorado.
La idea de que el Frente Amplio se convierta en un partido único tomó un nuevo impulso cuando a mediados de junio, el propio Boric dijo en la celebración de los cuatro años de CS que esperaba que fuese el último aniversario. “Los invito a que pensemos en grande”, sostuvo. Todos sabían a lo que se refería. El apoyo del CS y Comunes, la tercera formación que conforma el Frente Amplio, fue inmediato. RD, sin embargo, se mostró dispuesto a abrir la discusión “más adelante”, justo días antes de que estallara el escándalo del Caso Convenios. Su presidente, Juan Ignacio Latorre, el único senador del Frente Amplio, descartó este lunes que la convergencia vaya a ocurrir en 2023.
Auth, que fue diputado del PPD, de la centroizquierda, solo se explica la resistencia de RD por sus caudillos y la vocación de homogeneidad de la formación. “Me ha decepcionado muchísimo RD. Pensé que iba a ser el PPD de esta época: con liderazgo, amplio, dinámico, pero se ha revelado extremadamente doctrinario, muy torpe políticamente y con malos líderes. Latorre ha sido francamente un peso muerto”, plantea. “Si yo estuviera en su coyuntura, me sumaría a converger para renacer en el Frente Amplio. Si no, van a sufrir un castigo y en las próximas elecciones están condenados a sacar menos votos”, añade.
Los líderes del Frente Amplio ponen paños fríos a las discrepancias existentes. Sofía Valenzuela, de la directiva de RD, dice valorar las definiciones que han adoptado CS y Comunes para discutir la fusión. Sobre la postura de su partido, explica que hoy existe un voto político de RD que establece “la necesidad de fortalecer el Frente Amplio y propiciar una instancia deliberativa de la militancia sobre la unificación de las fuerzas”. El próximo fin de semana celebrarán un Consejo Político donde trazarán la ruta a seguir y si adelantan para este año la discusión de formar un partido único.
“Creo que en el Consejo Político de RD va a ser una prioridad el debate sobre la unidad. Más que la literalidad de los meses o años, [lo que predominará será] el marcado momento político en el que estamos”, sostiene Peralta, de CS. Además del avance de la derecha más dura, el momento político está marcado en gran parte por el Caso Convenios. “Evidentemente, hay un daño que se ha hecho en el último tiempo. Espero, sin embargo, que las decisiones firmes que ha tomado la directiva de RD, que no había visto en otros partidos, termine por cerrar la duda que ha planteado insidiosamente la oposición; que los temas se aclaren y haya una opinión justo de lo que ocurrió”, añade.
Valenzuela, de RD, sostiene que el Caso Convenios “además de grave e inaceptable, ha sido tremendamente doloroso”. Explica que la única manera de reconstruir la confianza con la ciudadanía es trabajar incansablemente y entregar a la justicia “absolutamente todos los antecedentes”. La Fiscalía Nacional, sin embargo, estima que los resultados de las investigaciones abiertas por el caso no estarán antes de un año. El diputado Ibáñez se refiere a este asunto: “Si la investigación dura un día o mil años, más que medir o no los efectos hay que levantar las banderas de la probidad y la transparencia”.
Las pesquisas dejan en el aire cómo seguirá afectando el Caso Convenios al Gobierno de Boric, que cuenta con un 28% de aprobación, de acuerdo a la última encuesta Cadem, que mide semana a semana. Puede que los resultados se conozcan justo a las puertas de las próximas elecciones municipales en octubre de 2024, donde será clave si las fuerzas del Frente Amplio se presentan juntas o separadas.