Algunos manifestantes se congregaron frente al Congreso argentino para protestar en defensa de los jubilados. JUAN IGNACIO RONCORONI (EFE)Desde las 9.00 horas, el Gobierno de Milei impidió con vallas el acceso de coches y transporte público en las 15 manzanas que rodean al Congreso. MARIANA NEDELCUAgentes de policía patrullan las inmediaciones del Congreso argentino, en Buenos Aires, este 19 de marzo.Matias Baglietto (REUTERS)
Una mujer sostiene una bandera argentina durante la protesta en la que se unieron docentes, universitarios, sindicatos y miembros de organizaciones sociales.
JUAN IGNACIO RONCORONI (EFE)En la víspera de la protesta, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ofreció una recompensa de 10.000 dólares a aquellos que denunciasen a los violentos durante la manifestación.Agustin Marcarian (REUTERS)A diferencia de la manifestación del miércoles pasado, marcada por la presencia de hinchadas de fútbol, esta vez ocuparon la plaza sindicatos estatales, movimientos sociales y partidos de extrema izquierda. MARIANA NEDELCU
En esta manifestación, los grupos se han desplegado en puntos específicos con la intención de evitar los incidentes de hace una semana, cuando un centenar de manifestantes terminaron presos y hubo una decena de heridos. Agustin Marcarian (REUTERS)Una mujer en silla de ruedas golpea con la tapa de una olla el vallado alrededor del Congreso.MARIANA NEDELCUEste miércoles aparecieron mensajes en las pantallas de todas las estaciones de tren, el medio más eficaz y rápido para entrar a la capital desde el extrarradio, que advertían en letras mayúsculas: “Protesta no es violencia. La policía va a reprimir cualquier atentado contra la República”. MARIANA NEDELCUUna joven camina entre las vallas instaladas en las calles aledañas al Congreso ante la manifestación en defensa de los jubilados. MARIANA NEDELCU