Muere el intelectual argentino Juan José Sebreli a los 93 años
Este “incansable polemista” fue un férreo crítico del peronismo y una de las voces más duras contra el confinamiento obligatorio impuesto durante la pandemia de la covid
El sociólogo, historiador y filósofo Juan José Sebreli murió este viernes en Buenos Aires a los 93 años. Sebreli, uno de los intelectuales más conocidos y provocativos de Argentina, vio y contó la progresiva decadencia de Argentina en múltiples ensayos. Su visión política mutó del marxismo que abrazó en la juventud a un pensamiento de derecha liberal, pero siempre fue un férreo crítico del peronismo y de todos aquellos líderes y partidos que identificaba como populistas. En plena pandemia de la covid, Sebreli se opuso al largo confinamiento obligatorio decretado por Alberto Fernández y firmó un polémico manifiesto que calificaba a su Gobierno de “infectadura”.
Nacido en Buenos Aires en 1930, pronto demostró una gran capacidad de disección social en la obra que lo dio a conocer y que se convertiría después en un clásico: Buenos Aires, vida cotidiana y alienación (1964). Fue uno de los pioneros en la reivindicación de los derechos de los homosexuales en Argentina junto a los escritores Manuel Puig y Néstor Perlongher a través del Frente de Liberación Homosexual. Lo fundaron en 1971, siguiendo los pasos de este movimiento en Nueva York, aunque luego Sebreli se distanció.
Hiperactivo toda su vida, Sebreli participó en la vida pública de Argentina hasta el final de sus días. Hace sólo una semana, asistió a la Biblioteca Nacional para la presentación de un libro dedicado a su trayectoria intelectual, El incansable polemista, de Carlos Cámpora. En esa obra, el autor analiza las clases sociales a través del pensamiento de Sebreli, con una mirada especialmente ácida al describir a una clase media “que vive de las apariencias”, en inmuebles cuya sordidez arquitectónica “concuerda con la mezquindad de sus vidas cotidianas”.
Su producción literaria comenzó en los cincuenta y se extendió durante siete décadas. En total, publicó una treintena de ensayos, dedicados en gran parte a la política, pero en los que también ahondó en la filosofía, el arte, la sexualidad y las transformaciones sociales y urbanas. El asedio a la modernidad (1991), Los deseos imaginarios del peronismo (1983) y Comediantes y mártires (2008) figuran también entre sus obras más recordadas. En esta última, que le valió el Premio Iberoamericano-Debate Casa de América, analiza la figura del héroe en la sociedad contemporánea a partir de cuatro íconos de Argentina: Eva Perón, Carlos Gardel, Ernesto “el Che” Guevara y Diego Armando Maradona. De los cuatro, sólo sentía simpatía por Gardel. Por el contrario, consideraba a Maradona “un personaje despreciable, ética y estéticamente”, según declaró en una entrevista con EL PAÍS.
Casi al final de su carrera, este pensador, que creció inmerso en la cultura católica para después volverse agnóstico, publicó una colosal crítica a las religiones, Dios en el laberinto (2016). Su juicio sobre el argentino Jorge Bergoglio, Papa desde 2013, fue siempre sumamente crítico. Consideraba a Francisco “el líder del populismo mundial”, un “maquiavélico san Ignacio de Loyola travestido en el dulce san Francisco de Asís”.
Sebreli defendía la necesidad de que los intelectuales fuesen independientes de los partidos políticos, pero en las últimas décadas respaldó al Pro, el partido fundado por el expresidente Mauricio Macri. “La lucha actual es entre democracia o populismo”, decía Sebreli en un vídeo que difundió Macri en sus redes tras reunirse con él en marzo de 2019, meses antes de ser derrotado en las urnas por Alberto Fernández. Para Sebreli, el kirchnerismo encarnaba “el neopopulismo autoritario” y se había convertido “en la oligarquía junto a los empresarios subsidiados del poder”.
Su reconocida trayectoria recibió numerosas distinciones durante el gobierno de Macri. En 2015, fue nombrado ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires por la Legislatura porteña por su cuestionamiento a los “prejuicios, revisando los mitos y tabúes y, por sobre todas las cosas, por obligar a pensar a quienes se acercaron a su obra”. En 2018, ganó el Premio Nacional por su obra El malestar de la política. Y ese mismo año el Congreso le otorgó el Premio Juan Bautista Alberdi por su honor “al compromiso con los valores democráticos y republicanos”.
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