Milei se reúne con Macron tras la crisis por los cantos racistas de la selección argentina de fútbol

Javier Milei inicia este jueves su viaje número 12 al exterior en poco más de siete meses de Gobierno. Esta vez aterrizará en París para participar un día después de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. La Casa Rosada ha confirmado que también habrá un encuentro cara a cara con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. La reunión se producirá con mar de fondo. El jueves de la semana pasada, la vicepresidenta de Milei, Victoria Villarruel, acusó a Francia de “hipócrita” y “colonialista” por sus críticas a los cantos racistas de la selección argentina de fútbol contra sus pares de los bleus. La Casa Rosada se sumó a la embestida y luego reculó. Milei envió a su hermana Karina, la persona más poderosa del Gobierno, a pedir perdón ante el embajador francés en Buenos Aires, Romain Nadal.

El ultraderechista argentino no suele disculparse. Y no es que le falten motivos para ellos. Son frecuentes sus ataques contra los presidentes latinoamericanos que terminan en escaladas diplomáticas no saldadas. Milei está peleado con el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, al que llamó “comunista corrupto; tildó de “terrorista” al colombiano Gustavo Petro y ha cargado contra sus pares de México, Chile y Bolivia. Con Macron, en cambio, prefirió parar a tiempo. Está detrás la pelea con su vice, Villarruel, a la que dejó en falta. La dirigente reaccionó en clave nacionalista cuando Francia y su federación de fútbol exigieron a la FIFA sanciones contra la Albiceleste. La mecha la había encendido un live en Instagram donde los argentinos, eufóricos por el triunfo, cantaban contra el origen africano de algunos jugadores franceses a bordo del bus que los devolvía al hotel tras ganar la Copa América en Miami. En la línea de fuego quedó el mediocampista Enzo Fernández, responsable de la transmisión en vivo. Villarruel salió en su apoyo al grito de “viva la argentinidad” en redes sociales.

Milei tomó nota de que viajaba a París días después del escándalo y que Francia forma parte del G-7. Decidió mandar de urgencia a su hermana Karina, titular de la Secretaría General de la Presidencia, a la embajada francesa. “Ya lo arregló Kari”, dijo más tarde en una entrevista. No aclaró por qué no había dejado el recado en manos de su canciller, Diana Mondino. De hecho, Mondino no estará en el avión que trasladará al presidente a París, pero sí la hermana del presidente.

La presencia de Karina Milei ha producido un pequeño cortocircuito en París, porque la Casa Rosada pidió que tuviese una entrada para la apertura de los Juegos el viernes. El protocolo establece que solo hay acreditaciones para los mandatarios y sus embajadores. Milei no da un paso sin su hermana, a la que llama “el jefe”, y la cuestión ya fue resuelta: el embajador argentino, responsable de conseguir la bilateral con Macron, verá la ceremonia por televisión.

El plan es que Milei y Macron se reúnan el viernes en el Palacio del Elíseo. Será su segundo encuentro, tras la reunión que mantuvieron en la cumbre del G-7 realizada en Apulia, Italia, entre el 13 y el 15 de julio pasado. El ultraderchista se sumára luego a los más de 120 jefes de Estado que participarán de la apertura de los Juegos. El sábado al mediodía, regresará a la ciudad de Buenos Aires para participar, el domingo, del cierre de la exposición que cada año el campo realiza en La Rural, en el barrio de Palermo. Será su primera vez.

El evento suele ser el termómetro que mide la calidad de la relación entre el Ejecutivo y el sector que más divisas aporta al país. Los productores presionan para que se eliminen de una vez por todas las retención que lastran sus ingresos por exportaciones, pero han sido cuidadosos hasta ahora con el Gobierno, al que consideran un aliado. Es de esperar que Milei haga algún anuncio que beneficie al sector, como suele suceder en estas ocasiones.

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