Bullrich consuma su alianza con Milei como ministra de Seguridad
El presidente electo formaliza el nombramiento de de su rival en las elecciones en el cargo que ocupó durante la presidencia de Mauricio Macri
La calle será un termómetro del ánimo de los argentinos ante el severo recorte del gasto público que aplicará Javier Milei como presidente a partir del 10 de diciembre. Se prevén grandes protestas, pero también un duro control de las mismas a cargo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich (Buenos Aires, 67 años). “Argentina necesita orden”, advir...
La calle será un termómetro del ánimo de los argentinos ante el severo recorte del gasto público que aplicará Javier Milei como presidente a partir del 10 de diciembre. Se prevén grandes protestas, pero también un duro control de las mismas a cargo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich (Buenos Aires, 67 años). “Argentina necesita orden”, advirtió Bullrich este viernes en un breve mensaje en el que agradecía al presidente electo la oportunidad concedida para volver a encabezar la cartera que ocupó durante el macrismo (2015-2019). Su nombramiento ha sido confirmado por la oficina de Milei a través de un comunicado.
Bullrich, una de las halconas de Propuesta Republicana (Pro), es una firme defensora de la mano dura y cree que tendrá más respaldo político y social para ejercerla ahora que ocho años atrás. En ese momento quiso aplicar un protocolo contra los cortes de calles del que finalmente desistió. Su apoyo sin ambages a policías denunciados ante la Justicia fue motivo también de largas discusiones públicas. “El cambio verdadero es posible si la ley se aplica en cada rincón del país, de forma pareja para todos y sin privilegios”, aseguró. “Seremos implacables contra el crimen y daremos una lucha sin cuartel contra el narcotráfico. Es simple: el que las hace, las paga”, continuó.
La futura ministra de Seguridad peleó por la Presidencia como candidata de la coalición Juntos por el Cambio (JxC). Al quedar fuera de la segunda vuelta, tardó sólo 24 horas en pasar página a meses de enfrentamientos dialécticos y tender la mano a Milei. La unión de las dos fuerzas opositoras fue clave para que el líder del ultraderechista La Libertad Avanza se impusiese con el 56% de los votos frente al peronista Sergio Massa.
Además, entierra de forma definitiva uno de los eslóganes de campaña de Milei: “Es imposible una Argentina distinta con los mismos de siempre”. Tras la designación del exministro de Finanzas Luis Caputo, otro peso pesado del Gobierno de Mauricio Macri, el nombramiento de Bullrich deja en evidencia la apuesta del presidente electo por políticos con experiencia en áreas clave de su futuro Gobierno. El costo a pagar por esa decisión son cortocircuitos en su propio equipo. Decantarse por Bullrich ha tensionado el vínculo con la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, a quien le había prometido tener bajo su órbita de influencia Defensa y Seguridad.
Bullrich es una de las políticas de Argentina con una trayectoria más camaleónica. Su bautismo adolescente fue como militante de la Juventud Peronista y de Montoneros, el grupo guerrillero del peronismo revolucionario, pero se arrepintió pronto y comenzó un giro hacia la derecha que la ha llevado a posiciones cada vez más extremas. Defiende el aborto legal y respeta la diversidad sexual, pero son los únicos matices de quien hoy encarna el ala más dura de JxC.
A principios de los 2000, formó parte del gobierno de la Alianza entre radicales (socialdemócratas) y peronistas progresistas que rechazaban las políticas neoliberales de Carlos Menem. Fue secretaria de Política Criminal, luego ministra de Trabajo y más tarde de Seguridad en cuestión de meses. En noviembre de 2001, un mes antes de que todo estallara por los aires producto del corralito bancario, abandonó el Gobierno. Regresó a la política activa en 2007 como diputada y en 2015 fue designada por Mauricio Macri como ministra de Seguridad. Se vestía de militar y publicaba vídeos con incautaciones de drogas, detenciones de delincuentes y mensajes de apoyo a policías con actuaciones polémicas. Entre ellos se recuerda su defensa a los gendarmes que mataron al mapuche Rafael Nahuel, condenados esta semana a penas de hasta cinco años de cárcel. “Fue una acción legal y legítima frente a una acción ilegal, violenta e inaceptable para la democracia de un pueblo que quiere vivir en paz”, decía en 2017, sin esperar al veredicto judicial.
“Me comprometí con cada uno de ustedes a lograr el cambio profundo que nos demanda la sociedad y daré esa batalla desde el lugar que hoy me toca”, dijo este viernes Bullrich al confirmar el puesto que ocupará a partir del 10 de diciembre. Quien resista el cambio en las calles deberá enfrentarse a ella.
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