La IA debe amplificar las capacidades educativas, no sustituirlas: Banco Mundial

Para Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano del organismo, la tecnología es una oportunidad para avanzar más rápido. “No podemos permitirnos esperar a que todo sea perfecto antes de comenzar con la integración de la IA”, afirma el experto

Herramientas como Ummia (desarrollada en Chile), Microsoft Reading Coach/Progress, Letrus (desarrollada en Brasil), Khanmigo, o Google ReadAlong y Nova Scola están siendo implementadas en varios países de la región.Capuski (Getty Images)

Evaluación continua, automatización, personalización, independencia, mejor gestión del tiempo y la información, estímulo creativo… Con la rápida adopción de la Inteligencia Artificial (IA) en prácticamente todos los ámbitos de la vida humana, uno de los ecosistemas más susceptibles de crecimiento y desarrollo es el de la educación.

La IA ha llegado para transformar el rostro productivo en América Latina y el Caribe. Actualmente entre el 2 y el 5% de los empleos se encuentran en el umbral de la automatización total, entre el 8 y el 14% podría volverse más productivo al adoptar una herramienta de inteligencia autogenerativa, y entre el 26 y el 38% se encuentra expuesto a la AI. Esto, de acuerdo con el estudio ¿Buffer o cuello de botella? Exposición laboral a la IA generativa y la brecha digital en América Latina, elaborado por el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo.

Para América Latina, esto trae de nueva cuenta una discusión pendiente en torno al aprovechamiento de estos momentos de inflexión tecnológica, ya que si bien la región ha dado pasos firmes en el desarrollo de talento e infraestructura, aún queda el reto de cerrar la brecha, en mancuerna con los líderes globales en IA.

De acuerdo con el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2024), desarrollado en conjunto por la CEPAL y el CENIA, en un rango evaluativo de cien puntos posibles, Chile lidera el ranking con 73,07 puntos, seguido por Brasil (69,30) y Uruguay (64,98), naciones que han implementado estrategias nacionales sólidas dirigidas a la integración de tecnologías IA en sectores diversos.

De implementarse de forma correcta, regulada, asequible y medible, la IA brinda la oportunidad de mejorar la labor docente y el aprovechamiento de los estudiantes de la región, esto gracias a herramientas que mejoran la experiencia educativa. Casos como el de Ecuador -en donde un programa de tutoría con inteligencia artificial guiado por profesores logró mejoras sustanciales en matemáticas- o el de Uruguay,donde se han desarrollado directrices para que el uso de la IA respete los métodos de enseñanza locales a un ritmo controlado.

Incorporar la IA en la enseñanza la puede hacer aún más sofisticada; no siempre va a ser más fácil para el maestro, pero puede lograr personalizar la educación de una manera que antes no se podía, aseguran expertos.Banco Mundial

Aprovechar la innovación y vencer las crisis

En su informe La revolución de la inteligencia artificial en la educación: lo que hay que saber, el Banco Mundial destaca nueve innovaciones estratégicas impulsadas por IA para la región, orientadas en la docencia, el alumnado y el ámbito administrativo: mentorías para mejorar la atracción y retención, planes de clase, rutinas automatizadas, tutorías, asignaciones de tareas, alertas para detección de proactividad, entre otras.

De acuerdo con el estudio, para que la IA mejore realmente la calidad de las experiencias educativas, antes debe considerarse: 1) Que la conectividad sea asequible y llegue a todos; 2) Garantizar la inversión continua en herramientas y equipos con habilidades IA para que los docentes aprovechen mejor la tecnología, y 3) Se incorpore de forma paulatina la alfabetización en IA, incorporando los currículos de todas las materias, al tiempo que las herramientas faciliten su propio aprendizaje.

Pese a que distintos centros educativos de Latinoamérica se apoyan ya en algunos programas y herramientas con prestaciones IA centradas en el aprendizaje -DreamBox, Khanmigo, Quillionz, Socratic, Google Classroom, entre otros-, lo cierto es que la adopción total e integral de esta tendencia aún requiere de una revisión exhaustiva, que si bien se figura como urgente, no puede dejar de lado enfoque pedagógico ético y eficaz, que considere aspectos como las necesidades puntuales de cada nación, el tipo de escuelas, el contexto del alumnado, entre otros.

Para Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, la tecnología tiene el potencial de ser un igualador de oportunidades, empoderar a los maestros, personalizar el aprendizaje, optimizar la gerencia escolar y mejorar los resultados de los estudiantes. Sin embargo, apunta el directivo, dadas las condiciones tan heterogéneas de la región -donde lo mismo conviven alumnos que utilizan Chat GPT junto con otros que no tienen ni siquiera una computadora-, la IA corre el riesgo de convertirse también en un factor de desigualdad.

“Para que un uso adecuado pueda hacerse a escala, es fundamental la inversión en capacidad local”: Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.Banco Mundial

De acuerdo con el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), en América Latina, antes de la pandemia más de la mitad (52%) de los estudiantes de diez años no eran capaces de leer y comprender un texto simple. Por su parte, en secundaria, tres de cada cuatro jóvenes de 15 años se encuentran por debajo del nivel básico de competencia en matemáticas, lo cual refleja una de las mayores crisis de aprendizaje del último siglo.

¿Por dónde empezar y cómo acelerar el ritmo para cerrar brechas tecnológicas? Los expertos se inclinan por hacer un llamado a invertir de forma contundente en los elementos básicos para obtener los mejores resultados: atraer maestros y mejorar la calidad de su entrenamiento, materiales, infraestructura y conectividad. Con el enfoque humano al frente -que busque enriquecer y robustecer la labor humana, no reemplazarla-, la IA educativa tendría que articularse de forma ética y democrática, con el involucramiento de todos los actores sociales (principalmente gobiernos, escuelas e iniciativa privada) para lograr que sea sostenible en el tiempo.

Al respecto, Jaime Saavedra es contundente: “Hacer bien lo mínimo y para todos es todavía una tarea urgente e indispensable y no hay excusa para que los sistemas públicos en América Latina no aseguren eso; debemos avanzar en la integración de la IA donde sea posible. Y esto requiere de una fuerza docente altamente calificada, un ecosistema digital habilitador -es decir, con las condiciones necesarias de infraestructura digital y capacidades humanas, habilidades digitales- currículos preparados para la IA”, subraya el directivo del Banco Mundial, quien recalca que para ello es indispensable un enfoque proactivo en todo momento: “construir sobre la marcha, pero de manera estratégica y balanceada”.












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