Ir al contenido

Un ataque con drones en Haití mata a ocho niños en una fiesta de cumpleaños

Según la prensa local, varios adultos también fallecieron en Puerto Príncipe mientras se repartían regalos en la celebración de un presunto líder pandillero

La violencia en Haití es una sangría infinita. Este martes, el medio local Haití Libre narró la última masacre. La noche del sábado 20 de septiembre, en el barrio capitalino de Simon Pelé de Cité Soleil, dos drones kamikaze explotaron contra el lugar donde el líder de una banda, Albert Steevenson, alias Djouma, celebraba su cumpleaños. En el momento del ataque, el presunto criminal repartía regalos a los niños, según testigos citados por el medio digital.

El ataque concluyó con al menos ocho niños fallecidos, entre dos y diez años, seis heridos y varios adultos sin vida; entre ellos tres civiles y cuatro supuestos pandilleros armados. Otros siete fueron heridos, según la Red Nacional de Derechos Humanos. Según el New York Times, Djouma salió ileso. La oficina del primer ministro aseguró que se estaba llevando a cabo una investigación que esclareciera los hechos, de acuerdo con Reuters.

Entre las víctimas se encuentra Merika Saint-Fort Charles, de 4 años, según The Miami Herald. Su madre y su abuela contaron al periódico que estaba jugando con otros niños alrededor de las 8 de la tarde en el barrio cuando oyeron una fuerte explosión. “Mientras jugaban, oí un estruendo y, cuando miré, vi que tenía ambas rodillas rotas y la cabeza abierta”, narró Mimose Duclaire, la abuela de la niña, quien exige justicia.

“¿Quién asumirá la responsabilidad final?"

Romain Le Cour, director del Observatorio de Haití de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado, declaró a Haití Libre el lunes que el ataque planteó “cuestiones urgentes” de rendición de cuentas. “Han transcurrido 48 horas desde el suceso y las autoridades aún no han emitido un comunicado oficial”, cuestionó. “¿Quién asumirá la responsabilidad final de este ataque: el Primer Ministro? ¿El Consejo Presidencial de Transición? ¿Las empresas de seguridad privada? ¿La cúpula de la Policía Nacional de Haití?”.

El Gobierno de Haití comenzó a desplegar drones kamikazes cargados de explosivos en marzo de este año con el apoyo de Vectus Global, una empresa de seguridad privada dirigida por el fundador de Blackwater, Erik Prince, con el objetivo de combatir a los grupos armados violentos que han tomado el control de la mayor parte de la capital y regiones circundantes.

Un análisis realizado por Insight Crime a finales de junio reveló que seguían existiendo preocupaciones legales del uso de drones por el aumento de los informes de víctimas civiles. La Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití estima que al menos 236 personas murieron y 223 resultaron heridas en operaciones con drones entre abril y junio de este año, de las cuales seis no eran miembros de bandas, según ha informado Reuters. El ataque del sábado es el primero con drones, cuyas víctimas civiles son menores de edad.

“Siempre hemos dicho que el uso de drones debe coordinarse con las fuerzas de seguridad”, afirmó Pierre Esperance, director de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos a The Miami Herald. “Por eso se producen daños colaterales. Y lo peor es que esto ocurre mientras los líderes de las bandas se mueven libremente en procesión y van de un departamento a otro sin ningún tipo de preocupación”.

Reforzar la seguridad

La noticia del ataque se dio a conocer el mismo día en que diplomáticos se reúnen en Naciones Unidas para discutir la ampliación de una fuerza de seguridad respaldada por la ONU para ayudar a la policía nacional a restablecer la seguridad. El Gobierno canadiense señaló en un comunicado que la ministra de Exteriores de Canadá, Anita Anand, y el secretario de Estado de EE UU, Marco Rubio, abordaron la situación en Haití durante una llamada telefónica.

Durante su conversación, ambos trataron “la urgente necesidad de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adopte una resolución autorizando una misión de seguridad reforzada en Haití [...] para hacer frente a la violencia de las bandas y restablecer la seguridad”. Esta es una preocupación regional que también ha implicado al Gobierno mexicano. Un grupo de 143 soldados haitianos finalizó el viernes una sesión de entrenamiento militar impartida por el ejército mexicano como parte de un acuerdo bilateral. Si bien una fuerza multinacional liderada por Kenia está actualmente desplegada en Haití, no ha contenido la violencia.

Las bandas armadas han tomado el control de casi toda la capital de Haití, Puerto Príncipe. Las organizaciones de derechos humanos estiman que al menos el 90%. En todo el país, solo en el segundo trimestre del año, unas 1.520 personas murieron y 609 resultaron heridas, principalmente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, en su mayoría en ataques perpetrados por bandas criminales, según datos de la Oficina Integrada de la ONU en el país.

La última de las masacres se produjo a mediados de septiembre, con el asesinato de 42 personas a manos de las pandillas. El perenne conflicto en el país ha obligado a unos 1,3 millones de personas a abandonar sus hogares y ha provocado una hambruna de proporciones catastróficas.

A mediados de abril, el presidente dominicano, Luis Abinader, añadió el nombre de Albert Steevenson a una larga lista de “vetados” junto a otros supuestos líderes pandilleros. También prohibió la entrada al país a los ex primeros ministros Laurent Lamonthe y Evans Paul, y al exsenador Youri Latortue en aras de “proteger la seguridad” de los habitantes de República Dominicana, un país que ha apostado por una restrictiva política migratoria basada en deportaciones masivas y la construcción de un muro (aun en construcción) que empieza a dividir los dos países de la isla.

Más información

Archivado En