Lula impulsa una rebaja de impuestos a la clase media para recuperar popularidad
El presidente brasileño envía al Congreso una ley para eximir del pago de la renta a quien gana menos de 880 dólares al mes y gravar más a los que más ingresan
El Gobierno de Brasil, que encabeza Luiz Inácio Lula da Silva, ha presentado este martes un proyecto de ley de reforma tributaria que, si logra el aval del Congreso, supondrá el cumplimiento de la principal promesa electoral del líder del Partido de los Trabajadores para lograr este tercer mandato: quien gane menos de 5.000 reales al mes (880 dólares) dejará de pagar el impuesto de la renta, es decir, unos 10 millones de contribuyentes. Para compensar la caída de la recaudación, unos 114.00 brasileños del vértice de la pirámide de rentas pagarán más impuesto de renta, hasta un 10%. Con estos cambios, Lula espera conquistar más apoyo entre la clase media. Falta le hace porque su popularidad ronda el 24%, la cifra más baja de sus tres mandatos.
“Ahora sí que vale”, ha proclamado Lula al presentar la rebaja fiscal primero en un acto en Brasilia y, después, en un vídeo hecho a la medida de las redes sociales. El presidente se ha declarado convencido de que el Parlamento respaldará esta medida “para que el pueblo brasileño pueda tener una ganancia real de su salario y su vida mejore”. No obstante, el Congreso cobra caro su apoyo. Los cálculos del Gobierno son que con la exención dejará de ingresar 27 millones de reales, que espera compensar con el aumento de impuestos para el 0,06% de los brasileños que ingresan más de 105.000 dólares anuales.
Horas después de presentar la reforma fiscal, Lula ha tenido un viaje complicado en el avión presidencial. Cuando la aeronave iba a aterrizar en Sorocaba, una ciudad a cien kilómetros de São Paulo, para visitar una fábrica automovilística, los fuertes vientos han obligado al piloto a abortar la maniobra de aterrizaje. Lo ha logrado en un nuevo intento. Es el segundo incidente aéreo que sufre Lula en pocos meses. En el regreso de la toma de posesión de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sufrieron una avería y él y su equipo tuvieron que sobrevolar durante horas Ciudad de México para vaciar los depósitos de combustible antes de acometer el aterrizaje. Aquella experiencia causó una profunda impresión al presidente, que la suele recordar.
Respecto a la rebaja fiscal, cuando a finales de noviembre el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, esbozó esta medida diseñada para la clase media, al anunciar un recorte de gastos, fue mal recibida por los mercados, temerosos del desequilibrio fiscal. Haddad insiste en que su propuesta es “fiscalmente neutra”.
Brasil tiene un sistema tributario profundamente injusto. Como priman los impuestos directos (los que pagan todos, indistintamente de su renta), los pobres aportan a las arcas públicas proporcionalmente mucho más que los ricos. Por si eso fuera poco, los dividendos que las empresas pagan a sus accionistas no tributan por el momento (algunos de los cambios planteados por Lula van en esa línea). Es uno de los dos países del planeta donde eso ocurre. Y las generosas deducciones de los gastos de salud o educación benefician también a los que más tienen, los que se pueden permitir los servicios privados.
Para entender el calado de la propuesta conviene saber que el salario mínimo ronda en Brasil los 1.500 reales y que ahora no pagan impuesto de la renta quienes ganan menos de 2.800.
Lula pretende aumentar el porcentaje de ciudadanos que están exentos de pagar impuesto de la renta o gozan de rebajas. La propuesta gubernamental contempla que quien ingresa entre 5.000 y 7.000 reales, se beneficiará de rebajas.
De manera que si el proyecto de ley es aprobado en la Cámara de Diputados y en el Senado sin cambios de calado, el 90% de los contribuyentes quedarían total o parcialmente exentos de pagar el impuesto de la renta, según ha recalcado el Ejecutivo.
El Congreso brasileño aprobó en 2023, a propuesta de Lula, una reforma para crear el IVA —y así poner fin a otra anomalía— y simplificar un sistema tributario que es realmente barroco.
Si sus señorías aprueban la propuesta este año, la rebaja fiscal debería estar en vigor para la declaración de la renta de 2026, a las puertas de las elecciones presidenciales prevista para el final del año.